La caña con su tapa, una tradición muy saludable
Salir de tapas es uno de los planes más recurrentes entre los amigos cuando llega el fin de semana. Sobre todo, en una ciudad como Granada que tiene fama de ser un lugar magnífico para disfrutar de una espléndida tapa con una cerveza fresquita. Lo cierto, es que tanto la cerveza, la bebida favorita para acompañar a estos aperitivos, como muchas de las tapas que se suelen degustar en los bares tienen unos efectos muy saludables para el organismo desde el punto de vista nutricional. De hecho, así lo afirma el estudio denominado El valor nutricional del aperitivo: las tapas y la cerveza que presentó ayer en Granada la Fundación Española de la Nutrición (FEN) en colaboración con el Centro de Información Cerveza y Salud.
Un estudio que incluye las fichas nutricionales de 25 tapas distintas; en una selección que abarca toda la geografía española e incluye las tapas más representativas del país como los chorizos de sidra asturianos, las migas extremeñas, la morcilla de Burgos o el pulpo a la gallega.
Una guía dirigida "a cualquier persona que se interese por la salud y que le guste la cocina española", indicó la directora de proyectos de la FEN, Emma Ruiz. De esta forma, el estudio incide en el valor nutricional de tapas tradicionales en Andalucía como el pescaíto, la carne magra, la tortilla de patatas o el salmorejo. De este último advierte que, además de disfrutar su sabor, esta tapa destaca por su contenido en minerales, fósforo o vitamina C. Asimismo, indica que el tomate es un ingrediente rico en licopenos y carotenoides que tienen un alto poder antioxidante. Del mismo modo con el resto de las tapas. También se realza el valor nutricional de la cerveza, pero haciendo hincapié en su consumo moderado que en el caso de los hombres es de dos o tres cañas al día y en el caso de las mujeres de una o dos. Aporta al organismo nutrientes como potasio, magnesio o fósforo.
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