La canonización de Fray Leopoldo, un asunto pendiente tras el papado de Francisco
Durante su pontificado ha habido varias ceremonias de beatificación de granadinos, muchos de ellos que sufrieron martirio durante la persecución religiosa de los años 30
La beatificación del fraile limosnero despierta el interés por su figura
La beatificación de 16 mártires en la Catedral de Granada, en imágenes

Granada/Poco antes de ocupar el trono de San Pedro el 13 de marzo de 2013, el entonces cardenal de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio, se produjo uno de los hechos más esperados por los granadinos, incluso muchos no católicos, como fue la beatificación de Fray Leopoldo. Fue en una recordada ceremonia que se celebró en la Base Aérea de Armilla ante unos 60.000 fieles el 12 de septiembre de 2010. Fue dos años y medio antes de la renuncia de Benedicto XVI. Desde entonces, el deseo de los devotos del religioso de Alpendeire, que son millares, es que sea canonizado y forme parte de la llamada Iglesia Triunfante, conformada por todos los santos.
Transcurridos los doce años de papado de Francisco, fallecido el pasado lunes, el proceso de canonización de Fray Leopoldo sigue abierto y su proclamación como santo será 'empresa' de otro Papa, porque este 'asunto' sigue pendiente. Según explicó hace pocas fechas fray Alfonso Ramírez Peralbo, vicepostulador de la causa, se está a la espera de que alguno de los favores o gracias que los fieles trasladan a los monjes capuchinos continuamente pueda ser trasladado al Vaticano para que sea analizado como posible milagro.
En este sentido, fray Alonso ha cifrado en alrededor de una treintena los favores o gracias que los fieles pueden comunicar cada mes bien de forma oral o escrita, a través de cartas o de forma telemática. "Llegan casi todos los días" y muchas veces se lo cuentan personalmente a las puertas de la iglesia de la Divina Pastora, donde, el pasado 9 de febrero, miles de personas volvieron a acudir a honrar al beato en el aniversario de su muerte, este año el 68.
La Santa Sede sólo llegó a analizar un caso documentado por los frailes capuchinos de Granada en 2011 en el marco de la causa, una vez que finalizó el proceso de beatificación, que continuó automáticamente hacia la canonización una vez fue beatificado Fray Leopoldo. Este caso fue rechazado por el Vaticano, datado en 2008, cuando, según la normativa eclesiástica, en el caso de los beatos el milagro debe haberse producido después del proceso de beatificación y no antes. El vicepostulador recibió en aquel momento, a finales de marzo de 2011, la noticia "como un jarro de agua fría", en tanto ya anticipó en aquel momento que prolongaría mucho en el tiempo el momento de la canonización.
Granadinos beatificados durante el pontificado de Francisco
Durante los doce años de pontificado de Francisco, se han celebrado varias ceremonias de beatificación de granadinos. Todos ellos tienen abierto el proceso de canonización. El primer beato granadino durante su papado fue poco después de que accediera al trono de San Pedro, el 13 de octubre de 2013, se celebró en Tarragona una ceremonia de beatificación de 522 españoles víctimas de la persecución religiosa de los años 30 del pasado siglo, entre ellos el fraile capuchino José de Chauchina (Alejandro Casares Menéndez).
En el Palacio de Exposiciones y Congresos de Aguadulce, en Roquetas de Mar, el 25 de marzo de 2017, fueron beatificados 115 mártires, entre ellos varios granadinos que fueron martirizados por no renunciar a la fe en la persecución religiosa que comenzó en el año 1934 y se recrudeció en la Guerra Civil. Entre los que fueron beatificados estuvieron Andrés Molina Muñoz (Ogíjares), Gregorio Martos Muñoz (Valor), Ángel Noguera Gallegos (Granada), Joaquín Gisbert Aguilera (La Calahorra), Luis López Garcón (Granada), Jaime Calatrava Romero (Granada), Amelio Leyva Garzón (Guadix), Santiago Mesa Leyva (Guadix), Torcuato Pérez López (Guadix), José Lara Garzón (Montefrío), Enrique López Ruiz (Trevélez), Antonio García Fernández (Píñar), Gabriel Olivares Roda (Baza), Melitón Martínez Gómez (Jerez del Marquesado), Antonio Torres García (Caniles) y Antonio Sierra Leyva (Churriana de la Vega).
La primera granadina en ser beatificada por el Papa argentino fue María Emilia Riquelme y Zayas, la conocida como madre Riquelme. Nacida el 5 de agosto de 1847 en Granada, fue fundadora de la Congregación de Misioneras del Santísimo Sacramento y María Inmaculada, que fue avalada primero por el Obispo diocesano de Granada en 1896 y definitivamente aprobada por el Papa San Pío X en Roma, en 1912. Después de una vida totalmente entregada al servicio de Dios y al amor al prójimo, murió en Granada el 10 de diciembre de 1940. El 9 de noviembre de 2019 fue declarada beata en la Catedral de Granada.
Dos años y medio después, concretamente el 26 de febrero de 2022, la Catedral de Granada fue el escenario de la ceremonia de beatificación de 14 sacerdotes, un seminarista y un laico, todos granadinos menos un malagueño, que fueron víctimas de la persecución religiosa durante la Guerra Civil. Los testimonios dicen que rehusaron a renegar de su fe y que fueron torturados y asesinados de diversas maneras, algunos de ellos nunca fueron encontrados. Se trata de Cayetano Giménez Martín, párroco de la Encarnación y arcipreste de Loja; José Becerra Sánchez, presbítero; José Jiménez Reyes, coadjuntor de Santa Catalina y Encargado de Riofrío; Pedro Ruiz de Valdivia, arcipreste de Alhama de Granada; Francisco Morales Valenzuela, nacido y martirizado en Alhama; José Frías Ruiz, coadjutor de Alhama; Manuel Vázquez Alfalla (Motril), Ramón Cervilla Luis (Almuñécar); Lorenzo Palomino Villaescusa (Salobreña); José Rescalvo Ruiz (Cádiar), Manuel Vilches Montalvo (Iznalloz), José María Polo Rejón (Arenas del Rey), Juan Bazaga Palacios (La Herradura), Antonio Caba Pozo, seminarista de Lanjarón; y José Muñoz Calvo, laico, presidente de Acción Católica de Alhama. Junto a ellos también fue beatificado el sacerdote Miguel Romero Rojas, de Coín (Málaga), que se formó en el seminario de Granada.
Pocos meses después, el 18 de junio de 2022 se celebró en la Catedral de Sevilla la canonización de 27 dominicos, también asesinados durante la Guerra Civil. Entre ellos la dominica Sor Ascensión de San José, natural de Huéscar, localidad en la que fue torturada y asesinada a los 76 años por negarse a blasfemar en febrero de 1937.
La última granadina beatificada durante el papado de Francisco fue Conchita Barrecheguren, que falleció en 1927 con 22 años y cuyo milagro por intercesión ha sido reconocido por la Iglesia para su proclamación como beata, el 6 de mayo de 2023 en la Catedral de Granada, en la curación de una niña de 16 meses en Alicante.
Antes de la llegada de Francisco al Vaticano, ya había otros procesos de canonización abiertos y que siguen abiertos, como los de los beatos Manuel Martín Sierra, de Churriana de la Vega, beatificado por Juan Pablo II en 1999, y Francisco Arias, granadino, también beatificado por el Papa polaco en 1992.
Entre otros procesos de beatificación autorizados por el Papa Francisco destaca el del padre Andrés Manjón. Aunque nacido en Burgos, estás muy relacionado con Granada, donde fundó las Escuelas del Ave María.
Isabel la Católica
La relación de Isabel la Católica con Granada es indiscutible. Tanto es así que la reina de Castilla, gran protagonista de culminación de la Reconquista en enero de 1942 con la Toma de Granada, poco antes de morir en noviembre de 1504 en Medina del Campo, modificó su testamento estableciendo el deseo de que sus restos descansaran en Granada. Tras ser enterrada inicialmente en el Monasterio de San Francisco, posteriormente Carlos V dispuso su traslado, en 1521, a la Capilla Real junto a los restos de su esposo, Fernando de Aragón.
En 1958 se puso en marcha la Comisión por la Causa de Beatificación de la reina Isabel I de Castilla. El proceso, que se inició en la Archidiócesis de Valladolid, recibió un impulso en 1990 cuando se produjo el último avance significativo con la aprobación de la positio histórica por parte del Vaticano, que juzgó el informe "auténtico, completo y apto para juzgar sobre las virtudes y fama de santidad" de Isabel la Católica. Pero la leyenda negra pesa mucho y apenas hay avances porque es un caso en el que la política pesa demasiado.
Durante el papado de Francisco no ha habido avance alguno, salvo el 'guiño' que se produjo hace poco más de un año, cuando desde el Vaticano se informó informalmente al arzobispo de Valladolid que la causa de beatificación no está descartada. No obstante, la impresión general es que el procedimiento de beatificación de la reina que está enterrada en Granada sigue bloqueado.
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