La capital contrarresta el cierre del botellódromo con una oferta de ocio juvenil
El alcalde destaca que la clausura del recinto supondrá el fin de una etapa "negra" Se pondrán en marcha medidas educativas
El cierre del botellódromo no vendrá solo. El alcalde de Granada, Paco Cuenca, anunció ayer que el Ayuntamiento ya trabaja en una batería de medidas para ofertar un ocio saludable entre los más jóvenes, así como medidas educativas que alejen a los usuarios del polémico recinto de las noches de borrachera. Estas medidas podrían entrar en vigor el próximo viernes pues, en redes sociales como Facebook ya están circulando eventos con actividades deportivas entre las 21:00 y las 00:00 horas organizadas, según pone en dichas publicaciones, por el Ayuntamiento para afrontar el primer viernes sin botellódromo tras diez años de conflicto. No obstante, el alcalde de Granada, no adelantó ayer nada sobre este posible evento que será presentado, seguramente esta tarde durante la tercera comisión que abordará las alternativas al botellón y los programas educativos que prepara la ciudad. "Estas comisiones cuentan con tres líneas de actuación: la de seguridad, para no permitir el consumo de alcohol en la vía pública; la que pretende buscar alternativas para que la gente joven respete el descanso de los vecinos, y otra que busca fomentar la educación", explicó ayer Cuenca, que remarcó como, con el cierre del recinto que tantas veces ha sacado los colores a los granadinos, la capital "pondrá fin a una etapa negra en su marca de identidad como ciudad del botellón".
Lo difícil será ahora combatir los microbotellones que puedan derivarse del cierre que tendrá lugar el próximo uno de septiembre. El pasado sábado, decenas de jóvenes se despidieron de este espacio, donde ya no está permitido beber como consecuencia del decreto de Alcaldía firmado por Torres Hurtado, que redujo los días de botellón a viernes y sábados. La mayoría aseguraron que el cierre será polémico, pues a su edad lo que quieren es salir y beber y en los pubs de la capital no pueden hacerlo debido al alto precio de las copas. "Los políticos que han decidido esto también han sido jóvenes y habrán bebido", aseguró uno de los asistentes, que prefirió no dar su nombre ya que era menor.
Juan Gallego y José Luis Torres, que también visitaron el botellódromo el pasado sábado, también criticaron la medida. "Es el único punto donde se puede beber en Granada. Suponemos que se van a crear más problemas en los pisos o en las plazas", destacaron los jóvenes, que creen que a nivel de ingresos las administraciones van a salir beneficiadas. Tanto Gallego como Torres creen que el Ayuntamiento podrá hacer caja en una ciudad con miles de jóvenes con ganas de salir de fiesta. Preguntados sobre alternativas de ocio consideraron que a esa edad está difícil decantarse por otra opción un viernes o un sábado noche. "La alternativa es que no se cierre", indicaron. "En los pubs es más caro", relataron estos jóvenes que creen que a esa edad lo que gusta es salir de fiesta.
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