La cara amable de la DANA en Granada: "Lo estábamos pasando mal en el campo pero esta lluvia viene muy bien"
El olivar es el gran beneficiado de unas lluvias que llegan a tiempo antes de su recolección, y que no han provocado daños graves en el campo granadino
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Granada/Granada miraba al cielo el miércoles con preocupación pero con una certeza: estaba lloviendo "bien". Una precipitación de agua constante, intensa, pero no destructiva. Incluso en la Costa, aunque a última hora de la tarde se abriera el cielo, los campos aguantaron la fuerte tormenta. Ahora, desde el campo, sonríen. Es la cara amable de una DANA que ha llegado a tiempo en la mayoría de los casos, por ejemplo en el campo de Zafarraya, donde ya estaba recogida la cosecha en casi su totalidad, y casi podría decirse que para la campaña del olivar. Estas lluvias, justo antes del inicio de la campaña de recolección, van a ayudar a que el fruto coja vigor, tamaño, y por ello produzca más aceite. Así lo expresan desde las organizaciones agrarias que, pese a ello, nunca están del todo contentos. Este agua hubiera venido genial unas semanas antes, por ejemplo. O que debería de haber unas cuántas borrascas más de aquí a marzo, la época de lluvias, para dar por salvada la situación de sequía.
"Por supuesto que viene bien al campo", expresa Miguel Monferrer, secretario provincial de COAG en Granada que añade que "hace falta que llueva, es verdad, pero como estamos tan sensibles con el tema de las DANAs parece que queremos que lo haga, pero esto le va a venir muy bien al campo". Monferrer apunta mucho a la zona de la Costa, sobre todo por Almuñécar, porque "lo estamos pasando muy mal con los subtropicales". "Es que hace falta el agua, pero no como puede pasar, no cayendo 80, 90 litros en media hora, que lo hace todo pedazos", comenta el agricultor. Por ello recuerda que el agua caída es insuficiente en las zonas orientales de la Costa de Granada, como Albuñol, donde llovió en la madrugada tres litros y luegos diez, "y de ahí en adelante "no ha llovido nada más".
Monferrer apunta a los beneficios de este agua "sobre todo para el olivar", ya que "está ahora casi empezando la campaña", aunque ha admitido que también "viene un poco tarde, ya que en alguna zona se ha empezado a recolectar". La influencia de las lluvias repercutirán en el fruto, que engordará más y eso implica mayores rendimientos: una aceituna más grande genera más líquido al procesarla, más aceite, y más beneficio para el agricultor. Y eso en Granada es fundamental ya que entre el 70 y el 80% de la producción se encuentra en secano, no cuenta con regadíos, y "había comarcas que estaban bastante mal", donde la fruta "estaba bastante seca y no tenía jugo". Con este agua, "aunque se vaya a empezar a recolectar a primeros de diciembre", va a permitir esa ganancia sobre todo en las comarcas del Norte de la provincia, que suele empezar más tarde.
El beneficio para el campo a bote pronto no se queda solo en la producción del aceite. Desde COAG apuntan también a la ganadería, beneficiada por el crecimiento de pastos en los campos. También para las siembras que se están realizando en estos momentos del año, como la cebada, y las sementeras. "Es que estamos en otoño, en la época donde tiene que llover, y lloviendo como lo está haciendo se puede inundar alguna carretera, pero así viene muy bien", apunta Monferrer.
Una época húmeda que se extiende hasta marzo, principalmente, para los agricultores, que cifran entre "300 y 400 litros de agua" en este periodo de tiempo. "Si lloviera así hasta primavera vendría muy bien para recuperar los acuíferos y las aguas subterráneas", explica el dirigente de COAG. Monferrer también espera que haya nieve en Sierra Nevada, ya que también "beneficia mucho a nuestra zona" porque "cuando se derrite en primavera y verano tenemos muchísimos acuíferos que se recargan y los necesitamos".
Por su parte, el secretario general de Asaja Granada, Manuel del Pino, ha comentado a este periódico que "ha pasado lo mismo que en la anterior DANA de hace un par de semanas. Para el campo ha sido fenomenal, no ha habido problemas en cultivos y los problemas que han surgido se deben al mal estado en el que se encuentran los cauces públicos".
En este sentido, del Pino remarca que estos cauces "están invadidos porque ni los limpian, ni los mantienen, por lo que algunos arroyos y barrancos se desbordan como en la zona de Santa Fe. El río Genil no ha tenido problemas esta vez pero tarde o temprano los tendrá porque no se limpia".
En cuanto a los cultivos, el secretario general explica que "ha llovido un agua que corría por encima de la tierra, y la que no se tragaba termina en los pantanos, lo que viene bien para acumular agua para próximas campañas, no sólo de riego, sino también de abastecimiento".
Acerca de la campaña de aceituna, Manuel comenta que, "aunque la gran mayoría de la aceituna ya tiene todo el aceite y materia grasa que va a acumular, hay otra parte de olivares tardíos que aún tienen que tomar agua, por tanto estas lluvias les vienen muy bien para terminar su ciclo vegetativo". En específico, "le viene bien al árbol para tomar más nutrientes porque la tierra estaba muy seca y existía un estrés hídrico terrible, y, por supuesto, le viene bien a la aceituna que ya está hecha porque engorda un poquito".
La fuente del oro líquido no será el único cultivo beneficiado, sino que, "a toda la tierra de cereal de secano, tanto sembradas como sin sembrar, les viene bien el agua para acumular unos nutrientes en el suelo que garantizarán un crecimiento correcto".
Finalmente, del Pino confiesa que estas lluvias mejoran la situación respecto a la sequía que reinaba en los campos de cultivo granadinos, aunque "queda mucho. El año hidrológico, que empieza el 1 de octubre, lo ha hecho muy bien, con algunas zonas de Granada donde hay 150 o 160 litros por metro cuadrado recogidos, lo que hacía tiempo que no se producía". Sin embargo, alega que "venimos con un déficit muy grande, con lo cual ya veremos cómo terminan los pantanos aunque tiene que seguir lloviendo para tener un año hidrológico normal, que esté por encima de los 300 litros por metro cuadrado". De esta forma, el secretario general de Asaja Granada mira a la primavera con optimismo, pues es esta estación la que "saca el campo hacia delante, por lo que seguimos expectantes y no bajamos la guardia".
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