El atlas celular humano
“Todo el mundo ha entendido que se trata de un proyecto de Estado”
Entrevista Carlos Alejaldre
El municipio granadino de Escúzar opta a ser sede de un gran proyecto científico, el IFMIF Dones, clave para alumbrar un nuevo modelo energético gracias a la fusión nuclear
Parte de su trabajo es ejercer de embajador de uno de los grandes proyectos científicos de este siglo, destinado a dar a luz a una nueva fuente energética que permita romper la dependencia con respecto a los combustibles fósiles. Carlos Alejaldre, director general del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) y director técnico de la candidatura de Granada para el acelerador de partículas, estuvo recientemente en Granada para participar en Diálogos con la Sociedad, iniciativa promovida por el Consejo Social de la Universidad de Granada. Comparó el trabajo desarrollado por la candidatura de Escúzar con una maratón. Y reconoció que en los últimos kilómetros cualquier corredor puede encontrarse con un bache.
-Sobre el camino trazado por el acelerador de partículas se han conseguido hitos como figurar en las líneas estratégicas marcadas por Europa. En este 2019, ¿Qué va a pasar con el IFMIF Dones?
-Tenemos el inicio de la unidad mixta que vamos a hacer entre la Universidad de Granada y el Ciemat. Ése es uno de los elementos importantes. También tenemos toda la parte de preparación del proyecto de la propuesta a la Unión Europea, a ESFRI. Ahora tenemos que buscar la financiación que nos van a dar, los dos millones, para esta fase preparatoria. Es la definición. El otro punto de este año es la creación del consorcio entre el Gobierno central y el autonómico, y alguna otra institución que quiera participar, como la Universidad o el propio Ciemat. La formación de este consorcio servirá para poner una estructura de proyecto absoluta que permita acometer la fase siguiente, una vez que la fase del proyecto esté finalizada. Uno de los aspectos clave es cómo se van a incluir terceros países, o socios, y es importante tener una infraestructura que lo permita. Hemos estado de acuerdo con Croacia, que está absolutamente interesada en participar en el proyecto. Sin olvidar que durante este año la situación ideal es llegar al siguiente Programa Marca con una decisión además de construcción del propio acelerador. Eso significa que en 2019 tenemos que tomar muchas decisiones.En 2019 esto es complicado, porque dudo de que los presupuestos de la Unión Europea puedan aprobarse como muy pronto a mediados de 2020.Es posible que dado el volumen de este tipo de inversiones normalmente se aprueban casi, diría yo, en el último momento. 2020 es el plazo límite, Es muy importante que toda la preparación la podamos terminar en este 2019. También se está viendo la posibilidad de alguna actuación local, de fondos estructurales, que es algo que tiene que estudiar la unidad mixta.
-Japón también hace su camino. Pero ese país tiene más proyectos en marcha. ¿Eso nos beneficia?
-Europa está muy comprometida con la cooperación con Japón en el ámbito de la fusión. El proyecto de construcción de ITER es un proyecto en el que Japón aparece como host, como coanfitrión de Europa.Esto motivó la colaboración que existe en el broarder aproach, el prototipo del acelerador en Rokkasho. Es un elemento clave en el que estamos convencidos de que podemos ganar todos, por la experiencia que tiene Japón en unas áreas, Europa en otras, que se pueden aplicar tanto en el proyecto en Granada como en el futuro en otros proyectos con plazos más largos en Japón. Es algo que queremos discutir con Japón para clarificar todos estos asuntos, ver los calendarios. Difieren bastante el japonés del nuestro, lo que nos beneficia. No tienen que ser simultáneos. Lo que se nos ha dicho siempre es que hasta 2025 no está en situación de decidir sobre acoger algo como DONES. Dado que España ha comprometido fondos estructurales para el programa de fusión, esa es una ventaja. Son fondos extraordinarios para el programa de fusión. Mientras que la discusión entre Europa y Japón se produce dentro de las actividades de fusión, se da más libertad al tener Europa fondos adicionales que puede incluir en los presupuestos, en los 100 millones de euros dentro del Programa Marco. Creo que la discusión con Japón, con nuestro socio, puede ser relativamente sencilla y podemos llegar a propuestas en las que los dos socios pueden ver cuál puede ser sus contribuciones a los posibles proyectos que existan. Eso hace que la negociación sea más lentilla. Si es sí o no, obliga a posturas más radicales. Hay muchas otras áreas donde ahora mismo donde Europa y Japón están colaborando y puede ser objeto de discusiones.
-Para un científico debe ser complicado asumir que los proyectos dependen de la diplomacia y la política.
-Pero tenemos que entenderlo. Hablamos de proyectos que requieren de recursos importantes de la sociedad. Son recursos públicos y que, sin duda, tienen un impacto económico. No podemos sustraernos a un mundo ideal. Tenemos que explicar que son proyectos interesantes para la sociedad. El Rokkasho es un proyecto que no solamente cumple con el objetivo de desarrollar la ciencia sino que impulsan la competitividad en toda la industria de la ciencia, la industria tecnológica. Debe verse más como una inversión que como un gasto y como tal debe implicarse toda la sociedad. Es frustrante a veces... y lo mencionaba en la conferencia desde el 21 de noviembre de 1985 no se aprobó la construcción de ITER hasta el 21 de noviembre de 2006... tuvieron que pasar 21 años de discusiones técnicas, políticas, económicas, para que todos los socios se pusieran de acuerdo y decidieran, finalmente, la construcción. 21 años es casi una generación de científicos esperando que un proyecto salga adelante, pero es comprensible cuando los recursos que se piden a la sociedad son tan grandes.
-Hemos tenido elecciones regionales, llegan nuevos comicios al Rectorado y locales. Posiblemente también a nivel nacional. Esto ¿no supone esto un problema para la candidatura?
-Sinceramente pienso que no.Sin duda todos los procesos políticos tienen sus plazos y sus periodos en los que hay un cambio requiere de volver a contar a las personas, más que a las instituciones, pero lo cierto es que afortunadamente se ha intentado desde el principio y se ha conseguido que todo el espectro político estuviera involucrado y activamente participando en él. Hemos tenido cambios a nivel del Gobierno central, ha habido relevos en las personas responsables, en muchas de las instituciones y el proyecto sigue con esta unidad. Es algo positivo.Hemos puesto mucho interés y esfuerzo y está dando sus frutos. No creo que vaya a tener ninguna influencia en los cambios, si existen, de personas. Todo el mundo ha entendido que es un proyecto de Estado y como tal se está defendiendo. Eso es muy positivo.
-Nosotros intentamos explicar qué es, pero ¿Granada sabe lo que es el acelerador?
-Espero que sí. Cuando veo el entusiasmo y el interés me hace pensar que hay un buen conocimiento. Que no es el mejor, sin duda. Tenemos que seguir informando, contar qué es lo que se va a hacer, qué se va a construir. Mi experiencia es que nunca es suficiente. Pero creo que, y me alegro de haber podido participar en la conferencia por ver en particular el interés de toda la audiencia, pero pensemos que dentro de poquito tiempo, el año que viene, vamos a tener también además de todos los elementos divulgativos hemos conseguido traer el Big Science Bussines Forum, que será otra tremenda oportunidad para enseñar a Granada y a todo el país, porque es una de las conferencias más importantes de Europa, y será otro punto álgido.Estamos intentando traer todas las instituciones, reuniones, para que conozcan Granada y por otro lado que Granada conozca qué se quiera hacer. Veo en personas relacionadas personalmente conmigo que no tienen nada que ver con la ciencia el interés que despierta. Pero hace falta una labor de divulgación que nunca es suficiente.
-El hecho de que se trate de fusión nuclear remite a la instalación a otro tipo de infraestructuras nucleares, y a los riesgos que comportan...
-Es cierto que toda gran instalación suscita unas reticencias por parte de algún sector. Esto es un poquito inevitable. Que nuclear está asociada a fusión es un hecho. Igual que está asociada a la resonancia magnética, que es un fenómeno nuclear. Lo importante es que los riesgos asociados a cualquier tecnología estén bien explicados. Conforme nos acercamos a la fase de producción de energía eléctrica tenemos que explicar más los riesgos, pero creo que en general esto no debería ser un problema en un principio.
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