El carmen de los Catalanes encara la rehabilitación de su fachada
Las obras tienen una duración estimada de cinco meses, con un presupuesto de más de 141.000 euros
La Alhambra ya encara los primeros trabajos sobre el Carmen de los Catalanes, o de Peñapartida. El espacio, que fue adquirido por el Patronato de la Alhambra en 2002 ya ha comenzado a revitalizarse con el inicio de las obras de rehabilitación de su fachada.
El Patronato de la Alhambra y el Generalife ha dado inicio a las obras para rehabilitar la antigua fachada del Carmen de Peñapartida, ubicado en el bosque del monumento y que conserva dos torreones nazaríes, una red hidráulica de la misma época y restos arqueológicos por ser parte sustancial del cementerio de la Sabika.
Así lo indican fuentes del Patronato de la Alhambra y el Generalife, que indican que los trabajos dieron comienzo a finales de la semana pasada, tras el vallado de la zona, y tienen una duración estimada de unos cinco meses, con un presupuesto de más de 141.000 euros.
Servirán para rehabilitar, además de los accesos al interior de los jardines, la antigua fachada que persiste en la Plaza del Arquitecto García de Paredes, con el objetivo final de poner el Carmen de Peñapartida en un estado óptimo de conservación y ornato.
El monumento informó, a principios del pasado mes de junio, de la licitación de las obras para mejorar el acceso principal y el entorno de esta construcción, conocida también como Carmen de los Catalanes, y que es propiedad del Patronato desde 2002.
Previamente, se realizaron dos fases de prospecciones arqueológicas que constataron “la existencia de gran cantidad de sepulturas y el uso funerario de al menos alguna zona que después se destinó a silos y mazmorras”.
Las obras también permitirán consolidar los muros de contención del terreno y reurbanizar el entorno, que supone alrededor del 25 % de la superficie del entorno y el bosque de la Alhambra. En total, el Carmen de Peñapartida tiene una extensión de casi 20.000 metros cuadrados y conserva dos torreones medievales, una red hidráulica que descendía hasta el antiguo barrio de la Antequeruela, un “corral de cautivos” que consiste en silos excavados en la tierra que se usaban como cárcel de prisioneros y una parte sustancial del cementerio de la Sabika.
Este espacio se volvió a abrir al público el pasado mes octubre. Se trata de una finca con una extensión similar a un cuarto del bosque alhambreño que fue lugar de cautivo y silo y en el que plantea abrir un nuevo museo que se unirá así a su otro proyecto del museo bereber.
La Alhambra permite la entrada de grupos de 30 personas, que pueden conocer esta finca situada en la colina del Mauror a la que se podrá acceder mediante visitas guiadas gratuitas para granadinos y residentes hasta noviembre.
El Patronato de la Alhambra incorporó a su patrimonio este carmen de casi dos hectáreas de extensión que además posee los restos de dos torreones medievales, una red hidráulica que descendía hasta el antiguo barrio de la Antequeruela y un “corral de cautivos”.
El conservador arqueólogo del Patronato de la Alhambra, Jesús Bermúdez, explicó que esta finca conserva unos valores de implantación territorial únicos con elementos materiales que redundan en el conocimiento de la evolución de Granada y de la relación de la capital con la Alhambra.
Además, tiene un alto valor natural al albergar alrededor de sesenta especies similares a las que rodean el monumento, con plátanos o castaños de indias que se mezclan con los rosales, lirios y otras flores tradicionales de los cármenes.
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