La carrera de Granada a la capitalidad cultural: fortalezas y retos en el año que queda por delante
Granada cumple ya muchos requisitos pero otros criterios admiten margen de mejora, como por ejemplo las infraestructuras, que ya fueron excusa para no conseguir la Aesia
Programa con dimensión europea, presupuesto e infraestructuras, los criterios clave para que Granada consiga la capitalidad cultural 2031
Granada/Este viernes el Gobierno daba el pistoletazo de salida a la carrera que librarán seis capitales españolas para conseguir el ansiado título: ser Capital Cultural Europea en 2031. Una carrera en la que compite Granada, que aunque lleva tiempo entrenando, concretamente desde que en 2015 decidiera optar al reto, y que libra contra otras cinco capitales españolas. Y no será corta. Hay exactamente un año por delante, hasta el 28 de diciembre de 2025, para recorrerla en su fase de clasificación y ver si se consigue puesto en la final y "el premio" final: el título de capitalidad y el premio económico que conlleva, de 1,5 millones de euros.
Con la publicación de la convocatoria por parte del Ministerio de Cultura, se hacían públicas las 'reglas del juego', los aspectos que se valorarán para determinar la ciudad ganadora, quién lo decidirá y las dos fases en las que se ha dividido la selección. En un primer vistazo rápido Granada está orgullosa del trabajo realizado en este tiempo y la propia alcaldesa, Marifrán Carazo, ha considerado que se ha encarrilado la candidatura y que va por muy buen camino. De hecho, se habían tenido en cuenta convocatorias anteriores para tener una idea de los requisitos más importantes y así tener ya algo de ventaja en el trabajo previo.
¿Cuáles son las fortalezas y debilidades de Granada según los requisitos fijados por el Gobierno?
En total serán seis las categorías que se valorarán con especial detenimiento en el programa cultural que se diseñe, en que tenga una visión europea y sea intercultural; en el presupuesto que se destine a Cultura y en cómo transformará este título la ciudad e implicará a la sociedad local en el mismo. Además de otros requisitos como infraestructuras (tanto culturales como las de transporte). Requisitos algunos que ya cumple Granada y otros que habrá que seguir desarrollando en este año que queda por delante para presentar la candidatura en la fase de preselección.
Hasta ahora, en el trabajo que están realizando expertos y los comisarios designados para la candidatura (Luis García Montero, Pilar Aranda y David Jiménez-Blanco), se ha puesto el acento en la proyección de la ciudad como “tierra inspiradora de artistas y creadores universales y en la capacidad transformadora del conocimiento”. Granada quiere tirar de su fortaleza en cuanto a monumentos como la Alhambra, en el valor de grandes nombres como Lorca, en la difusión de los artistas locales y en raíces como el flamenco, además de ser históricamente una ciudad intercultural que fue y sigue siendo acogedora y mezcla de religiones, culturas y nacionalidades.
De hecho, el lema de la candidatura es Granada, la tierra que inspira y el conocimiento que transforma. aTambién se aprobó en septiembre el logo identificativo de la candidatura, diseñado por el premio nacional de Ilustración 2022 Sergio García Sánchez, compuesto por el diseño de una llave sobre la dovela central de un arco de medio punto, en alusión a la Puerta de la Justicia y en clara referencia a su significado simbólico como elemento de acceso al conocimiento. También hay una sintonía compuesta por el pianista y compositor granadino Estanislao Peinado Ferrer, miembro de la Blues Band de Granada, agrupación jazzística fundada en 1986 y que sigue activa en la actualidad. En el equipo que forma la candidatura están también el Ayuntamiento de Granada , la Universidad de Granada (UGR), Diputación Provincial de Granada, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Cámara de Comercio. Además, 2031 coincide con el 500 aniversario de la UGR, por lo que la institución será importante en el desarrollo del programa.
Los trabajos más importantes arrancaron el 8 de enero de este año con la constitución de la Oficina Técnica, encargada, entre otras funciones, de la elaboración de un plan estratégico, la redacción de un proyecto cultural y artístico de Granada o la promoción y difusión de la candidatura. Y ahora se está tramitando la licitación a una empresa para que ayude a redactar la candidatura. Con todos los pasos activados, queda compararlos con lo que pide el Gobierno.
Estrategia a largo plazo. En esta categoría se valora una estrategia cultural previa en la ciudad, planes para reforzar los sectores cultural y creativo y su vínculo con los sectores económico y social y las repercusiones culturales, sociales, económicas e incluso urbanas que tendrá el evento en la ciudad. La estrategia cultural previa en la ciudad está garantizada. Granada como ciudad de música, ciudad de literatura, ciudad patrimonio con el buque insignia de la Alhambra, ciudad expositiva, ciudad de Lorca o la bienal de flamenco, por ejemplo, son puntos a vender de la ciudad. El vínculo del sector cultural y creativo con el sector económico se va a reforzar con el ya creado hubb de innovación cultural (HUBIC) que se creó con un convenio con los jóvenes empresarios (AJE), un centro de innovación y emprendimiento de creatividad y cultura que busca atraer y retener talento y que es puntal en la candidatura. Las repercusiones sociales, económicas y urbanísticas quedan por conocerse en la candidatura que se desarrolla pero sin duda habrá creación de empleo, aumento de visitas culturales a la ciudad y habrá cambio urbanístico por ejemplo con el desarrollo de nuevos espacios culturales, que se iban a definir en un mapa de infraestructuras existentes y en nuevas que se añadirán a la ciudad.
La dimensión europea del programa también se tendrá en cuenta. Habrá que ir más allá de Lorca o el flamenco, aunque sean puntos fuertes, ya que se valora la promoción de la diversidad cultural de Europa. También el diálogo intercultural y una comprensión entre ciudadanos europeos. En este camino de la interculturalidad Granada no tiene que demostrar nada, lo tiene todo hecho como cuna de culturas que sigue siendo. Pero el programa tendrá que tener actividades con artistas europeos, cooperación con otras ciudades de distintos países y una estrategia para atraer el interés de un amplio público europeo e internacional. Aquí, por ejemplo, el público que atrae la Alhambra de por sí ya da para nota, pero también por ejemplo el festival internacional de poesía de Granada (el premio Lorca) o el Festival Internacional de Música y Danza, con amplia programación internacional, europea y público de variedad de países. Pero habrá que hacer más de lo que ya hay y buscar nuevos atractivos.
En cuanto al contenido cultural, se valorará la participación de artistas locales en el programa o la capacidad de combinar patrimonio cultural local con formas culturales nuevas, innovadoras y experimentales. En esta mezcla se tendrá que afanar la ciudad, en saber ir más allá de lo que hay para incorporar manifestaciones contemporáneas.
También se valora la implicación de la población local y la sociedad civil, y en ese marco entra la campaña de adhesiones al proyecto de la capitalidad que inició hace unos meses el Ayuntamiento, que se extenderá también a la población para su participación en el proyecto.
El presupuesto, que hay que detallar en cuanto a la dotación al área de Cultura de los últimos cinco años y de los posteriores al 2031, Granada ya cumple con el aumento de inversión en las cuentas municipales y con la adhesión de patrocinio privado a través de entidades y fundaciones.
Apoyo político e infraestructuras, preguntas comprometidas
El cuestionario pregunta expresamente por el apoyo político. En este sentido, instituciones han dado ya su apoyo a Granada pero por ejemplo el hecho de que en Andalucía también Jerez de la Frontera compita con Granada por el título, hará que la Junta de Andalucía tenga que duplicar su apoyo y comprometer ayudas a ambas al menos en la fase de preselección. Se es consciente de que lo bueno será que solo pase una a la final para destinar a ella todos los esfuerzos, pero se verá dentro de un año. Por lo pronto, la Junta tiene que repartir cartas aunque Granada promete importantes anuncios respecto a la candidatura gaditana y proyectos que quedarán en la ciudad, se gane o no al final la competición.
Escondida entre el cuestionario hay una pregunta clave, las infraestructuras. Tanto las culturales como las de transporte. En cuanto a dotaciones culturales Granada tiene potencia respecto a las competidoras en museos, centros y salas culturales. Pero tiene que sumar más y recuperar proyectos como el museo de la ciudad, por ejemplo.
En las de transporte está el talón de Aquiles. No en vano, ya dejó fuera a Granada de la aspiración de albergar la AESIA (Agencia de Inteligencia Artificial) en favor de A Coruña, aunque ese fue el argumento oficial de déficit de conexiones en un proceso que al final se demostró aleatorio. Se pregunta exactamente cuáles son los activos de la ciudad en términos de accesibilidad (transporte regional, nacional e internacional).
Granada cuenta desde hace algo más de una década de buenas conexiones por carretera, sin embargo sigue teniendo problemas de conectividad tanto por avión como por tren. En teoría para el año 2031, la provincia ya debería contar con buenas infraestructuras ferroviarias ya que la previsión es que en 2030 esté construido el Corredor Mediterráneo, con doble vía de Alta Velocidad y la Variante de Loja ya en funcionamiento. Así Málaga quedaría a menos de una hora, a Sevilla en poco menos de dos, y Madrid en dos y media. Sin contar con las posibilidades que se abren de conexión con el Levante a través de Almería. Así que para el año de la Capitalidad, las infraestructuras en tren deberían estar al menos concluidas. Otra cosa es que se doten de servicios suficientes, que dependerá de las operadoras. Son esos compromisos los que Granada sí puede plasmar como potencial en su dossier de candidatura, para la que tiene justo un año.
Más difícil será justificar el papel del aeropuerto. Sobre el papel, para el año 2031 la terminal llevará ya años con el edificio de pasajeros adaptado para hacer circular a dos millones de personas anuales, aunque las cifras actuales le hagan superar a duras penas la barrera del millón. También hay previsto que para 2031 pueda estar operativo un cambio en los sistemas del aeródromo que permitirán operaciones de despegue y aterrizaje de aviones en las dos cabeceras de la pista, lo que aumenta las posibilidades de acoger vuelos. El problema siguen siendo las aerolíneas. Desde que estalló la pandemia, Granada apenas logra retener sobre todo los vuelos internacionales, pasando de tener cerca de una decena de destinos a Europa a apenas mantener uno en la actualidad de forma regular (Amsterdam). Los otrora fijos vuelos a París y Londres se han quedado estacionales y no son fijos, un debe importante para el que Granada tendrá que mejorar durante este año de elaboración del dossier de candidatura. Potencial tiene.
Con un aeropuerto mermado en conexiones, una estación de trenes que también tiene importantes carencias, Granada tiene que mejorar de aquí a 2031 en las redes de transporte. Si eso fuera un legado de la Capitalidad para el futuro de Granada, bien aprovechada estaría esta candidatura.
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