Un centro cívico con cinco siglos de historia
El Palacete de Mondéjar ha sido desde su construcción en el XVI residencia de Eugenia de Montijo, matadero o escuela

Empezó su andadura como palacete señorial, pero después ha sido desde matadero municipal, residencia de Eugenia de Montijo o escuela de danza. Y es que los cinco siglos de historia del Palacete Marqués de Mondéjar dan para mucho. Además, en un futuro inmediato se sumará a la lista de sus múltiples usos, el de sede del Museo de la Policía Local.
Una reforma de dos años ha hecho posible la adaptación a ese nuevo destino y al de sede de la asociación de vecinos de Fígares. Y como en Granada se creó el primer cuerpo de seguridad de España, el contenido también lanza las líneas de su historia varios siglos atrás. Por eso, en el museo podrán contemplarse desde la Carta Real de Merced, en la que los Reyes Católicos nombran al mayor y los lugartenientes, hasta sables de 1800 o la primera cámara de fotos del equipo de atestados.
Luis Grande, miembro de la Asociación de Vecinos de Fígares y autor de varios libros de historia, explica que precisamente el origen del edificio y de los terrenos adyacentes estuvo vinculado a la seguridad de Granada: "Se trata de un regalo al alcaide de la Alhambra Íñigo López de Mendoza, Marqués de Mondéjar y Conde Tendilla, por su labor en la revuelta de la Alpujarra". En el solar se edificó un palacio de estilo 'manierismo serliano'. De lo construido apenas queda poco más que la portada y los escudos laterales. Además, a lo largo de los siglos el palacio ha sufrido numerosas reformas y destrozos posteriores.
Junto al palacio se hizo un jardín en unos terrenos que se extendían desde la calle San Antón hasta el Alcázar del Genil. El jardín era un huerto con árboles, plantas como el boj y caminos dividido en dos partes, cada una con su fuente central, de clara influencia islámica.
Cuenta Granade que "expropiado en 1706 a los Condes de Tendilla, fue luego residencia de verano de Eugenia de Montijo y que, tras la desamortización Mendizábal, pasó a titularidad pública. La mayor parte de la construcción actual la hizo el Ayuntamiento de Granada".
Tras ser mercado público y albergar diversas tenerías, o curtidurías, se convirtió en colegio público en la década de los cincuenta, en concreto el centro Profesor Tierno Galván. "En las últimas décadas ha sido también sede de un equipo de orientación escolar (EPOES-EOE) y escuela de Danza", asegura Grande.
La rehabilitación, desde que se convirtió en sede de la Asociación de Vecinos del Barrio Fígares, era ya una 'reivindicación histórica'. El arquitecto José Luis López Jiménez ha firmado un proyecto que ha superado los 657.000 euros pero que ha devuelto la vigencia al emblemático inmueble.
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