Una cesta llena de solidaridad

Un empresario de Motril sortea un imponente canasto lleno de productos navideños a beneficio de Cáritas En esta altruista iniciativa participan una treintena de comercios de la localidad

Una cesta llena de solidaridad
Rosa Fernández

17 de diciembre 2012 - 01:00

A toda cesta de navidad que se precie no le debe faltar una caja de mantecados, un buen vino y un jamón, y si es de la Alpujarra mejor. A medida que se incorporan más artículos el valor de la cesta resulta más atractivo. Esto es lo que pensó el empresario motrileño Antonio Medina cuando a últimos de noviembre decidió ceder el escaparate de su negocio para crear una cesta gigante -de 3 metros de ancho por 2 de alto- lo más sugerente posible para que más personas participaran en un sorteo, cuyos beneficios irán destinados a Cáritas Motril.

A esta iniciativa solidaria se han sumado ya más de una treintena de comerciantes motrileños que han querido aportar artículos o regalos tan sugerentes como una mariscada, diez sesiones de pádel, o un disco de Cantores de Híspalis con dedicatoria incluida. Pero también otros sorprendentes y poco habituales en una cesta navideña, como una rueda de churros con un litro de chocolate, un saco de 25 litros de patatas, estufas, un carro de la compra o tres pizzas. Además hay productos de la gastronomía costera y granadina, como una torta real o una docena de piononos. Los negocios de Motril no han querido dar la espalda a esta iniciativa solidaria, y en la medida posible cada uno de ellos ha querido contribuir y sumar más y más regalos.

El responsable de la empresa Paladares de la Alpujarra, Antonio Medina, recuerda cómo surgió la idea: "una mañana estaba desayunando con un amigo y reflexionando sobre el día a día, en el que muchos necesitados se acercan a la tienda para pedir algo de comer, y pensé en que podía hacer yo para ayudar a estas familias".

Así, el gerente de la firma motrileña montó en el mostrador de su establecimiento una cesta de Navidad con artículos de primer nivel, valorada en unos 800 euros y puso a la venta 5.000 papeletas a un precio de 2,50 euros y que dan derecho a dos números, cuyos beneficios irán destinados a Cáritas, para que la organización los distribuya a las parroquias y éstas lo hagan llegar a los más necesitados. Día a día se han sumando más mercancías con lo que el valor de la cesta también ha aumentado y cuando aún restan días para que se celebre la rifa, ya casi se ha multiplicado por cuatro. "Creo que el precio de la macrocesta puede superar a fecha de hoy, los 3.000 euros", señala Medina.

Las papeletas que se pueden adquirir en muchos comercios de la localidad costera darán derecho a participar en el sorteo, cuyo ganador se conocerá el 22 de diciembre coincidiendo con los cuatro últimos números del primer número de la lotería de Navidad .

Antonio Medina no tiene aún muy claro que hará si en el sorteo no aparece ganador "no sé si la sortearía de nuevo u organizaría una subasta para que la gente puje por los regalos", aunque confía que a nadie se le puede pasar ir a recoger la mayor cesta que se ha fabricado nunca en la Costa.

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