Cetursa: la conmemoración de una efeméride para recordar el pasado y mirar al futuro

La empresa que gestiona Sierra Nevada celebra el 60 aniversario de su constitución, vital en el desarrollo y proyección de la estación granadina

Sierra Nevada estrenará temporada con la renovación del telecabina Borreguiles

La estación invernal de Sierra Nevada, una de las más atractivas de España. / Photographerssports

27 de noviembre 2024 - 04:43

Cetursa Sierra Nevada SA celebrará este jueves, día 28 de noviembre, una Gala para conmemorar por todo lo alto el sexuagésimo aniversario de su creación. ¿Qué son 60 años? Los más optimistas dirían que no son nada si se compara con todo lo que está por venir. Si se mira objetivamente, es así. Lo principal es que Sierra Nevada es más que el bello e impresionante telón de fondo que tiene una ciudad como Granada que ya de por sí se vende sola con sólo nombrarla. La estación invernal y la ciudad van de la mano, más aún desde que se creó Cetursa SA (Centros Turísticos SA) en 1964, que durante seis décadas, con momentos críticos, sobre todo en sus primeros 20 años, ha convertido en este tiempo a la estación de Sierra Nevada en un referente nacional, sobre todo en lo que a deportes de invierno se refiere, pero también en otras modalidades que han encontrado en el macizo granadino un lugar idóneo.

La fecha exacta de la constitución de Centros Turísticos SA es el 23 de abril de 1964, que lo hizo en forma de sociedad mercantil anónima. Casi 29 años después, concretamente el 14 de abril de 1993 se acordó el cambio de denominación de la entidad a Cetursa Sierra Nevada SA, una sociedad mercantil del sector público andaluz. En la actualidad, con un capital de 91.377.521,20 euros, el principal accionista es la Junta de Andalucía (96,31% de las acciones). También son accionistas el Ayuntamiento de Granada (3,13%), la Diputación Provincial (0,37%) y el Ayuntamiento de Monachil (0,20%). 

Volviendo a los orígenes, estos 60 años transcurridos dan fe de que la creación de Cetursa en 1964 supuso la primera piedra de lo que iba a ser el desarrollo turístico de Sierra Nevada. Dos años después, el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, visitó la estación que ya se conocía con el nombre de Solynieve

El cada vez mayor interés en la España de entonces por la práctica del esquí hizo que, tras la construcción del telesilla Parador, en 1969 se abriera el telecabina Borreguiles. Sierra Nevada no hacía más que crecer. La década de los 70 del pasado siglo comenzó con el desarrollo urbanístico alrededor de la calle principal de la estación. Se inicia la construcción de la entonces plaza de Monachil y hoy plaza de Pradollano. Otras obras destacables por entonces son el Hotel Meliá Sol y Nieve y el Parador Nacional de Turismo (derribado hace poco tras su abandono en 1993 y su incendio en 2006).

Mientras España se empeñaba en cerrar su Transición y asentar la democracia en el país, Sierra Nevada sufrió una inmensa crisis que estuvo a punto de dejar a la estación ‘fuera de combate’. Fue en 1979, cuando la crisis del Banco de Granada, principal accionista de Cetursa, estuvo a punto de provocar, incluso, el cierre de la estación. El entonces alcalde de Granada, Antonio Jara, tomó las riendas y apostó por rescatar Sierra Nevada de las manos privadas en las que estaba.

El año que lo cambió todo

1985 es un año determinante en lo que se iba a convertir Sierra Nevada:#una de las mejores estaciones invernales de España. Jerónimo Páez, una figura esencial en la historia de la estación, se hace cargo de la dirección Cetursa y de su mano se trabaja desde el primer momento para modernizar, consolidar y proyectar a nivel mundial la estación. Con las grandes aportaciones realizadas por la Junta de Andalucía, que se había hecho del capital social de Cetursa, comienza una nueva etapa que tendrá, cinco años después, un momento que supondría el gran impulso que necesitaba Sierra Nevada. 1990 supuso un antes y un después en el congreso de la Federación Internacional de Esquí, celebrado aquel año en Montreux (Suiza), Sierra Nevada fue designada como sede de los Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino de 1995. 

El italiano Alberto Tomba, el gran triunfador del Mundial de esquí.

 Otro momento de crisis fue cuando falta de nieve obligó a la suspensión de los Mundiales en la fecha prevista. Con mucho trabajo y tirando de influencias, Sierra Nevada se dio a conocer en todo el mundo en 1996 con la celebración, con éxito a todos los niveles de unos Campeonatos en el que Alberto Tomba fue la principal figura deportiva. A la conclusión de los Mundiales, Páez consideró que su misión estaba cumplida y tras él ocuparon el cargo de consejero delegado de Cetursa Miguel Ángel Serrano, Mariano Gutiérrez Terrón, María José López y, desde 2019, Jesús Ibáñez.  

Desde entonces, Sierra Nevada ha sido escenario de grandes pruebas deportivas y, una vez comenzado el siglo, hizo una apuesa seria por ofrecer una oferta especial también fuera de la temporada invernal.

Apuesta de futuro

El presente de Sierra Nevada tiene la vista puesta en el futuro. Cetursa está inmersa en un plan estratégico a diez años que comenzó en 2020 y concluirá en 2030. Es la hoja de ruta que sigue la estación durante la presente década, cuyo plan se basa en la racionalidad y la eficiencia económica, la sostenibilidad medioambiental, y la generación de riqueza y puestos de trabajo. 

La perspectiva global de los objetivos estratégicos es la “resolución de la situación económica de Cetursa y relanzar la estación de esquí de Sierra Nevada para convertirla en motor económico de la provincia de Granada”. De ahí, los auditores externos observan que “el nivel de cumplimiento es limitado. La propia sociedad, en el proyecto estratégico de Cetursa 2020-2030, identifica como uno de sus principales objetivos la mejora de las condiciones de la estación de esquí para convertirse nuevamente en un referente del sector”, lo que lleva a considerar a los analistas “que hasta ahora no se están cumpliendo con ello adecuadamente”.

La instalación de cañones de nieve artificial, un gran avance.

Las inversiones previstas para este periodo estaba centradas en la renovación de ocho remontes en pistas (seis sustituciones y dos nuevos, todos dentro del actual perímetro esquiable), programa la incorporación de camas hoteleras en Pradollano, ya que se considera de que en este apartado hay un gran déficit, y se establece un medio mecánico urbano así como alternativas para mejorar el tráfico y la movilidad en la urbanización.

Desde su puesta en marcha en 2019, el plan ha propiciado ya, como actuaciones más destacadas, la instalación de dos nuevos telesillas (Emile Allais y Alhambra para esta temporada), la renovación del telecabina Borreguiles y de casi todo el viejo sistema de nieve producida, así como la digitalización de los accesos a pistas y parking. 

Primeros pasos sin Cetursa

Cetursa es, sin duda, la gran protagonista en la gestión de la estación invernal durante los últimos 60 años, pero antes ya ‘había vida’ en la relación de Sierra Nevada con el esquí. De las grandes posibilidades que ofrecía la cordillera granadina ya dio cuenta el escritor Ángel Ganivet. Fue a finales del siglo XIX, concretamente en 1892, cuando el por entonces cónsul de España en Helsinki lanzaba, en sus Cartas a un diario granadino, la idea de crear en Sierra Nevada lo que el escritor denominó la “Finlandia Andaluza” con el objetivo de incentivar el nacimiento de los deportes de nieve.  

Para todos los que conocen la historia de la relación de Sierra Nevada con el deporte es clave el año 1898, cuando se constituyen como sociedad los conocidos como Diez Amigos Limited con el objeto de practicar el montañismo. En 1912, se convierten en la Sociedad Sierra Nevada, el tercer club más antiguo de España, con la intención de impulsar el desarrollo turístico y deportivo de la estación así como la construcción de su primer albergue, concretamente en la Hoya de la Mora. Durante esos años se organizaron las primeras pruebas deportivas, la primera de ellas en 1914: la Semana Deportiva Nacional.

Otro año fundamental en el devenir histórico de Sierra Nevada fue 1920, cuando se construye la carretera, cuyo trazado aún perdura, y el tranvía eléctrico, dos infraestructuras que acercaron a los granadinos a su sierra.

Sobrepasada la primera mitad del siglo XX, en 1961, el Ayuntamiento de Granada toma la iniciativa de crear una zona deportiva municipal en Sierra Nevada tras comprar la Dehesa de San Jerónimo. El proyecto tomó impulso con la visita del Jefe de Estado y su declaración como Centro de Interés Turístico Nacional. Un año después, el consistorio granadino liberó una partida de 290 millones de pesetas... de las de entonces.

En 1964, poco antes de la creación de Cetursa, se elabora el Plan Municipal de Granada sobre Sierra Nevada que establece en Pradollano un núcleo residencial y de servicio cuyo centro neurálgico iba a ser una plaza rectangular en torno a la cual se construirán los primeros apartamentos y hoteles y que se apoyará en Borreguiles como punto de acceso a las pistas de esquí. Ambas zonas se unirán con un telecabina. Con esta decisión, todo estaba preparado para el nacimiento de Cetursa.

Jerónimo Páez: “Si no hubiera sido por el Mundial, no existiría Sierra Nevada”

El que fue primer consejero delegado de Cetursa, Jerónimo Páez, recuerda que cuando tomó posesión, Cetursa “estaba hundida y no tenía viabilidad” porque, según sus palabras, los empresarios que comenzaron a gestionarla “no sabían nada de nieve y en el diseño urbanístico primó más la especulación”. Por lo tanto, lo primero que urgía, era realizar un nuevo diseño en el que debía primar la construcción de hoteles instalaciones necesarias propias de una estación de esquí para dar un buen servicio a los visitantes.

“Al principio no sabíamos muy bien lo que podía hacer en una estación que tiene una orografía complicada”, recuerda Páez, quien señala que hubo que mandar a los profesionales de Cetursa a viajar para encontrar el modelo en el que basarse y que se encontró en una estación canadiense de nueva creación.

Si determinante en el futuro de Sierra Nevada fue “la entrada de la Junta de Andalucía en el capital social”, para Jerónimo Páez lo que realmente salvó a la estación fue la nominación como sede de los Campeonatos del Mundo de 1995, tanto que le lleva a afirmar categóricamente que “sin no hubiera sido por el Mundial no existiría Sierra Nevada”. Rememora el gestor por entonces de Cetursa lo que hubo que trabajar para lograr el aplazamiento a 1996 de un Mundial que “supuso la modernización de la estación”.

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