Las claves que explican la contaminación en Granada

Calidad del aire en Granada

Los niveles de dióxido de nitrógeno en la capital y su Cinturón superan los valores límite, al igual que urbes notablemente más grandes, como Madrid y Barcelona

Cielo sobre Granada.
Cielo sobre Granada. / Carlos Gil

El informe anual hecho público por el Ministerio para la Transición Ecológica ponía de nuevo el dedo en la llaga. Granada, junto con grandes urbes como Madrid, el área metropolitana de Barcelona y el Corredor de Henares superaron el 2018 el valor límite anual (VLA) de dióxido de nitrógeno (NO2), generado, según explican desde el Ministerio, en gran medida por el tráfico rodado. En el caso de Granada, se llegó a los 46 microgramos por metro cúbico en la estación de Granada Norte. En este dato sólo está por detrás de Barcelona (54 microgramos por metro cúbico) y Madrid (55), y supera al otro punto en el que se rebasa el valor mínimo, Corredor de Henares.

La reiteración en la superación de los niveles de contaminación –porque el tema no es nuevo– llevó al Gobierno de España a insistir en la necesidad de tomar medidas, a la ComisiónEuropea a anunciar que llevaría el caso de Madrid y Barcelona ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) y, a un nivel más cercano, a una serie de anuncios políticos que deberán sustanciarse y de los que queda por conocer tanto el detalle como el impacto real que tendrán en los datos de contaminación. Porque Granada es una ciudad de malos humos por varios motivos. Y algunos son difícilmente modificables.

Posibles restricciones al tráfico

Granada asumió en 2016, al adherirse al Pacto de Alcaldes, el compromiso de reducir antes de 2030 un 40% la emisión de gases contaminantes. Tras conocerse el pasado informe anual, hecho público por el Ministerio para la Transición Ecológica, desde el Ayuntamiento de la capital se afirmó que se baraja la posibilidad de restringir el tráfico.Estas limitaciones irían articuladas con protocolos de evaluación y de información tanto previa como durante y después de episodios de alta contaminación, indicó Efe. En este sentido, el Ayuntamiento de Granada estudia planes de emergencia, para residentes y de transporte público que activar cuando la situación sea alarmante.

“Las emisiones que afectan a los niveles de calidad del aire medidos en esta estación son, principalmente, debidas al tráfico rodado”, reconoce el informe del Ministerio para la Transición Ecológica, que también asume que “el problema se agrava debido a la climatología de la ciudad y a la orografía del terreno que favorecen la acumulación de este contaminante debido a la baja capacidad de dispersión durante la época invernal”.

El tiempo

Granada cuenta con casi 80 días de lluvia al año, de media. Como todos por promedios, hay años en los que ese dato se supera, y otros, no se llega. El pasado mes de junio, según el balance mensual de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) fue seco o “muy seco” en buena parte de la provincia.En mayo, la Aemet indicó que el número de horas de sol en la base de Armilla llegó a las 385 horas, por encima de los valores normales para esa estación. Ese mismo mes de mayo, según los datos pluviométricos de Emasagra, cayeron en la capital 11,2 litros por metro cuadrado, cuando la media histórica (con datos desde 1960) es de 31,7 litros por metro cuadrado.

En lo climático, Granada se caracteriza por situaciones anticiclónicas prolongadas. La ausencia de lluvia es un elemento clave para explicar la calidad del aire, ya que las precipitaciones ayudan a eliminar los contaminantes de la atmósfera.

El calor también favorece la superación de niveles de ozono (O3). En tres años, en la Ciudad Deportiva de Armilla los registros superaron los 120 microgramos por metro cúbico.

Polvo africano

Otro factor es el viento. Y en dos sentidos. Por un lado, es responsable de los aportes de polvo sahariano que propician que Granada tenga un alto porcentaje de niveles de partículas. El Ministerio para la Transición Ecológica publicó el pasado mes de marzo el balance anual de 2018 sobre Episodios naturales de partículas. Granada se encuadra en la zona denominada sureste, junto con Almería y Murcia. De hecho, una de las estaciones de fondo para medir la presencia de polvo africano está en Víznar. En ese punto, a lo largo de 2018, el 38% de los días hubo influencia de masas de aire africano.El dato es el mayor de todas las estaciones repartidas por España, incluso por encima de los puntos de medición de Canarias (35%).

Los datos indican que la aportación media anual de polvo africano a los niveles de partículas menores de 10 micras (PM10) fue de 3,9 micras por metro cúbico. Por otro lado, se establece que el número de días africanos – jornadas en las que predominaron las masas de aire de origen desértico– en el pasado año fue de 137 en el sureste peninsular. Julio, agosto y septiembre fueron los meses con mayor número de días africanos, 23,27 y 22, respectivamente.

Orografía

Otro de los elementos característicos de Granada es su ubicación geográfica. Y aquí de nuevo aparece el viento, que es clave no sólo por favorecer la presencia de polvo africano. También su ausencia se deja notar en la calidad del aire. Granada y su corona metropolitana se sitúan en una depresión, en un valle. “Las situaciones anticiclónicas provocan un estancamiento de contaminantes que en regiones como el Área Metropolitana de Granada se ven intensificadas debido a su característica orografía”, se destaca en el Diagnóstico de la Calidad del Aire del Área Metropolitana de Granada, publicado en 2016. Granada está rodeada de montañas de entre 1.000 y 3.350 metros de altura que “favorecen la formación de inversiones térmicas”, apunta el informe. Granada queda al margen de las borrascas y no hay viento. La estabilidad atmosférica, especialmente en invierno, y el predominio de vientos débiles, complica la dispersión de la contaminación.

La capa de mezcla

Un elemento fundamental para entender la contaminación en Granada la aporta el citado Diagnóstico.Se trata de la capa de mezcla, que se define como “la parte baja de la atmósfera que se encuentra directamente afectada por la superficie”.Esta capa de mezcla varía en función de la estación. Si en verano tiene un valor promedio de dos kilómetros, según el Diagnóstico, en invierno no llega a uno. A mayor altura de la capa de mezcla, más fácil es que se dispersen los elementos contaminantes. Si es más baja, los contaminantes se pueden concentrar cerca de la superficie. La capa también evoluciona a lo largo del día.Es menor a primera hora de la mañana y alcanza su punto más alto a mediodía.

Tráfico

Si todas las cuestiones anteriores son difícilmente modificables, uno de los puntos clave para atajar la contaminación está en el tráfico rodado. La intensidad media diaria de vehículos en Granada, según el último mapa de tráfico elaborado por el Ministerio de Fomento –con datos de 2017–, apunta al incremento de coches que circulan por Granada. La intensidad media diaria fue de 134.649 vehículos en el punto kilométrico 127,3 de la A-44, a la altura de los accesos al barrio de la Chana.

Otro punto con una altísima densidad en la misma A-44 está en los accesos a la ciudad desde el sur. La intensidad media fue en 2017 de 131.370 vehículos al día. A la altura de Maracena la intensidad es de 73.701, mientras que en Armilla cae a 42.159 vehículos de media al día.

Estos datos, de 2017, son superiores a los registros de 2015. En la A-44 a la altura de la Chana la intensidad media diaria del tráfico fue de 130.753, lo que significa que en dos años creció un 3%; en el sur de la capital, ha crecido un 22% si se atiende al dato de 2015, con una intensidad media diaria de 102.079 vehículos; en Maracena, aumentó el tráfico un 2%; y en Armilla, por último, el aumento fue de 14,5% puntos porcentuales entre los datos de esos dos años.

Parque de vehículos

Además de aumentar el tráfico –según los datos de los mapas publicados por Fomento– también hay un incremento en el parque de vehículos. Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). en 2015 se contabilizaron 645.027 vehículos en la provincia de Granada. En 2018, último dato disponible, eran 691.130, lo que implica un aumento de casi siete puntos porcentuales. En el apartado de turismos, en tres años se ha pasado de 430.456 utilitarios a 463.643, un 7% más. En cuanto al combustible empleado, en 2018 un total de 174.986 turismos eran de gasolina y 288.265 de gasoil. El resto, 392, se mueven gracias a otras fuentes de energía.

Por su distintivo ambiental, en Granada se registraron en 2018 un total de 124 turismos con la calificación de cero. 160.013 con B; 90.055, C; y 3.546 eran Eco. Un total de 173.953 turismos no tienen distintivo, y de otros 35.952 se desconoce, indica la estadística de la DGT.

En cuanto a la antigüedad, desde Faconauto se alertó recientemente del incremento del número de ventas de vehículos de más de 15 años, un incremento tasado en un 5%, según la asociación de concesionarios.

Quemas y calefacciones

Otros elementos que determinan la calidad del aire en Granada son las quemas agrícolas, que se dan en la zona de Vega fundamentalmente durante la campaña, y las calefacciones.

La contaminación, causa del 33% de nuevos casos de asma infantil

Hasta un 33% de los nuevos casos de asma infantil en Europa son atribuibles a la contaminación atmosférica, según n estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), un centro impulsado por La Caixa. Este nuevo trabajo, publicado en la revista European Respiratory Journal, estima la carga de asma infantil de más de 63,4 millones de niños en 18 países europeos, entre ellos España.

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