Confirman el internamiento en un centro psiquiátrico del hombre de Albolote que mató a su padre con un pico
Los hechos ocurrieron en marzo de 2022 en la vivienda en la que convivían ambos
Un jurado popular juzgará en enero al acusado de asesinar al exconcejal de Granada Castillo Higueras
Granada/El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha ratificado la imposición de un máximo de 25 años de internamiento en un centro psiquiátrico a un hombre de 48 años por matar a su padre en la localidad granadina de Albolote, en el cinturón metropolitano, usando un pico de obra en marzo de 2022.
Según la sentencia, con fecha de 14 de octubre, el TSJA confirma en todos sus extremos la sentencia impuesta por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada tras el veredicto el pasado 11 de abril del jurado que enjuició el caso, excepto en lo relativo al pago de costas procesales.
En concreto el Alto Tribunal andaluz ordena, en esta sentencia firme al no haber nuevos recursos de las partes ante el Supremo, "declarar de oficio las costas de la primera instancia", y sin condena al pago de las mismas "causadas en esta alzada".
El procesado estuvo en prisión provisional por estos hechos desde el 31 de marzo de 2022. Según consta en la sentencia que ratifica el TSJA, el hijo -que se declaró no culpable ante el jurado, diciendo que no recordaba nada- empezó a golpear a su progenitor, de 76 años en ese momento, a partir de las 09:30 horas del 30 de marzo de 2022, en el interior de un garaje de Albolote, "reiterada y fuertemente" con un pico de obra metálico de unos 50 centímetros de longitud.
El abogado Carlos Moreno, que ha llevado la defensa, presentaba el recurso contra la sentencia de la Audiencia siguiendo el criterio de la Fundación Granadina de Tutela, quien ejerce desde octubre de 2022 la curatela de este hombre, lo que conlleva labores de apoyo, asistencia y representación en cuestiones administrativas y jurídicas.
El recurso en nombre del procesado abogaba por que los hechos fueran calificados como homicidio en vez de como asesinato, y por tanto sin que en ellos se contemplara alevosía por parte de este hombre, e impugnaba también en esta línea cuestiones relativas a la responsabilidad civil y las indemnizaciones a las que ha de hacer frente y las costas.
Hay que señalar que, si bien la sentencia imponía un máximo de 30 años de internamiento, esta medida de seguridad se vio rebajada a los 25 años tras una subsanación de error del fallo para adaptarse a las penas que habían pedido las acusaciones.
El fallo de la sentencia fue absolutorio en aplicación de la eximente completa de la responsabilidad penal por anomalía o alteración psíquica y le imponía la citada medida de seguridad.
La Fiscalía solicitaba que, como supuesto autor de un delito de asesinato, fuera internado por un plazo máximo de 25 años en aplicación de dicha eximente completa, después de que el jurado apuntara a que el acusado actuó con alevosía y ensañamiento, según detallaron fuentes del caso.
El TSJA ha mantenido que "aun cuando se llegara a la conclusión de que no concurrió objetivamente, o no se probó, la indefensión característica de la alevosía y su aprovechamiento (también objetivo) por parte del acusado, al concurrir igualmente la circunstancia no discutida de ensañamiento, los hechos habrían de calificarse igualmente como asesinato con agravante de parentesco".
Ello conlleva una pena máxima que "seguiría siendo la de 25 años, sirviendo esta para la fijación de la duración máxima de la medida de seguridad impuesta". El relato de hechos basa la existencia de alevosía en dos circunstancias "de mucha más importancia, como son la edad de la víctima, y que ésta no esperaba el ataque por parte de su hijo, lo que lo dejó sin posibilidad alguna de defenderse", detalla el TSJA.
Preguntado por el pico de obra, el procesado, en el inicio del juicio, el pasado 8 de abril, indicó que su padre entraba y salía "con herramientas de su casa" pero que esa en concreto no la vio. Sí dijo recordar que fue detenido tras salir pasado el mediodía a la calle en Albolote "a buscar trabajo" sin que le dieran "ninguna" información de lo que había pasado. Tampoco tenía "conocimiento" de haber contado con diagnóstico psiquiátrico alguno.
La fiscal le preguntó en su declaración si había visto desde entonces a su padre, pero él se limitó a contestar que el progenitor le instaba a que se vieran cada mañana a las 09:00 horas. Se querían "muchísimo", añadió posteriormente el procesado en otro momento del interrogatorio, en el que respondió a todas las preguntas.
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