La contaminación lumínica de Baza afecta al observatorio de Calar Alto

La iluminación artificial de Baza es a día de hoy una amenaza para el observatorio astronómico de Calar Alto situado en la Sierra de los Filabres de Almería. Junto al municipio granadino otro de los focos negativos es la capital almeriense.

En declaraciones a Radio Granada, David Galadí -subdirector de Calar Alto-, apuntó a estos dos núcleos urbanos como los principales causantes de los perjuicios.

"Estos son los dos focos más preocupantes", apuntó Galadí quien también señaló al municipio de Macael en Almería como otra de las áreas causantes del problemas. "No por las canteras sino por el alumbrado de los polígonos".

A la hora de intentar aportar una solución a esta incidencia, el subdirector de Calar Alto, dijo que habría que "iluminar mejor hacia abajo y con las intensidades adecuadas". De esta forma, el haz de luz no iría directamente al cielo dañando así la clara visión del mismo.

Galadí advirtió que con esas medidas "no queremos dejar a nadie a oscuras" pero si insistió en que en España se ha estado iluminando las calles de una forma "poco racional". El segundo responsable de la instalación comentó que éste no es un problema ni de Baza ni de Almería, sino de la evolución que la sociedad experimentó en la década de los 70.

Esta denuncia viene motivada por el interés de la Junta de Andalucía en promocionar los valores de la astronomía para incentivar esta actividad en el ámbito público y privado.

El delegado provincial de Fomento y Turismo de la Junta, Manuel Morales, hizo público este anuncio hace unos días en una visita al observatorio, el mejor de Europa de titularidad hispano-alemana.

"La conservación del cielo nocturno puede tener una rentabilidad económica no solo ambiental", relató el delegado quien apostó por mostrar las experiencias "reales y positivas" que se están dando en otras partes del mundo como Arizona y Texas en Estados Unidos o en Chile.

Granada acogerá en abril el XXI Congreso Estatal de Astronomía. Ese podría ser el pistoletazo de salida para la 'explotación' turística de este nuevo recurso que con una pequeña inversión puede convertirse en un atractivo turístico.