Los contratiempos del milenario arte de tejer
Uno de los oficios más tradicionales de la comarca de la Alpujarra está, desafortunadamente, desapareciendo en algunas zonas. Es el caso de la zona más oriental de la Alpujarra donde la elaboración de telares parece que está pasando a la historia. En la época árabe la producción de la seda era una de las principales actividades económicas de la zona, existiendo entonces centenares de telares.
Actualmente la cosa ha cambiado bastante y esta actividad ha ido desapareciendo poco a poco hasta tal punto de que en esta parte de la comarca, concretamente en Ugíjar, tan sólo existe un negocio dedicado a este oficio artesanal. La propietaria de Los Telares es María Dolores Aguado, que cuenta que "llevamos más de 30 años trabajando pero ahora han disminuido las ventas una barbaridad así que estamos porque tenemos que estar".
En este negocio provisto de un telar de madera aún se elabora la tela alpujarreña para hacer cortinas, cojines, ropa de mesa, así como mantas de lana y algunas jarapas, entre otros, y los pocos clientes proceden la mayoría del pueblo, aunque también turistas del norte de España y el extranjero.
Una de las razones de la desaparición de este oficio es que "hay mucha competencia hacia productos de menos calidad y precio. Antes hacíamos muchas decoraciones en los bares, en casas rurales, en cortijos, todo hecho a mano… pero la gente ahora busca otros tejidos", más baratos.
Una de las anécdotas que cuenta con orgullo la propietaria de este tradicional negocio es que ha llegado a elaborar los conocidos ponchos que fueron utilizados por reconocidos actores para la realización de películas del Oeste en el no tan lejano desierto de Tabernas. Uno de esos actores fue Clint Eastwood.
Recuerdos que compensan a esta artesana que asegura que "aguantar no es fácil y nos está costando mucho trabajo."
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