Convocan una concentración para apoyar a unos menores que sufren agresiones en un instituto de Granada

Señalan que están en contacto con padres y alumnos de otros centros con casos similares y crearán una plataforma de lucha

Las manos de un alumno en un centro educativo, en una imagen de archivo
Las manos de un alumno en un centro educativo, en una imagen de archivo / G.H.

La lucha de un padre por defender a su hijo y a un amigo que sufren agresiones continuadas en el centro educativo de Granada en el que estudian, se ha hecho viral después de que este decidiese dar un 'golpe en la mesa', metafóricamente, y denunciar los hechos por redes sociales tras ver cómo, pese a pedir varias explicaciones en el propio centro, no ha conseguido ninguna solución. El próximo lunes 21 de abril se concentrará junto a un grupo de personas que se han puesto en contacto durante estos días para conocer el caso, en la puerta del centro para mostrar su rechazo y gritar que "no hay ni una agresión sin respuesta".

"Nos vamos a concentrar en la puerta del colegio a las 8 de la mañana, la idea es hacer acto de presencia, porque ni la Delegación de Educación ni los profesores se han puesto en contacto, ni han preguntado por los niños, ni han dado soluciones. Lo único que proponen ahora mismo es expulsar a uno de los agresores 29 días y después lo mismo llevárselo a otro centro. Lo que queremos es que los 4 implicados -tres de ellos tienen 13 años y otro 16-, se vayan del centro educativo porque tienen amenazados a más alumnos, no solo a mi hijo y su amigo", explica a Granada Hoy José Pedrajas, el padre de uno de ellos e impulsor de la concentración.

No se trata de un caso aislado, este padre apunta que tienen conocimiento de al menos 8 casos en el instituto. El martes de la semana pasada, cansado de ver cómo las agresiones no cesaban y no se ponía solución, puso una denuncia ante la Policía Nacional, al igual que la madre de otro menor. "Al día siguiente tuvimos que hacer una ampliación de la denuncia y aportamos un parte de lesiones porque agredieron a otro chico", asegura.

Todo comenzó en octubre. Un día su hijo llegó con las gafas rotas, pero pensaron que se podía haber peleado en el instituto. "Nos dijeron que en la clase de gimnasia se había peleado y por eso se le habían roto las gafas. No le dimos importancia, e incluso llegamos a regañar a nuestro hijo por pelearse. Otro día llegó con un moratón y nos dijo que se había peleado con el amigo, algo que nos sorprendió porque se llevan muy bien y son amigos desde chicos, luego nos enteramos de que no es que se habían peleado, es que uno había intentado defender al otro en una de estas agresiones. Se acababan echando la culpa el uno al otro por miedo a las represalias", relata.

Hasta que un día, durante un trayecto en el coche, su hijo se sincera y cuenta que lleva un tiempo sufriendo agresiones por parte de unos compañeros del centro. "En ese momento nos saltaron todas las alarmas, porque nos enteramos de que la madre del otro compañero ya se había quejado en alguna ocasión de que le estaban pegando. Antes de Navidad tuvimos varios encontronazos con la Dirección del centro y en enero se puso todo más serio y dijimos de tener una reunión para buscar una solución", indica.

Pedrajas explica que se reunieron con el responsable de la Inspección de la Delegación territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional. En este encuentro desde la Administración se les explicó tanto a él como a los padres del otro menor las medidas tomadas hasta la fecha. Entre ellas está la expulsión de 29 días a uno de los cuatro presuntos implicados, uno de los de 12 años. El de 16 no ha sido sancionado, asegura Pedrajas. Además, el menor castigado con la expulsión será cambiado de centro por decisión de los tutores del mismo, añade el padre. Fuentes de la Delegación provincial indicaron que "el acosador fue expulsado por 29 días, que es la sanción máxima aplicable en estos casos". Añade la respuesta de Educación que "se ha informado a su familia de que se le va a trasladar de centro".

En la misma respuesta se señala que ya hubo una reunión "en su momento" con la familia "del acosador para informarles del expediente abierto y las medidas que se iban a tomar".

Una concentración para decir basta a las agresiones

Tras la publicación de los vídeos, que se han hecho virales, multitud de jóvenes que han asegurado que pertenecen al propio centro, se han presentado voluntarios para estar atentos en el recreo y para ofrecerse de compañeros en caso de que necesiten protección.

Puntualiza que la concentración que hay convocada el lunes es pacífica. "Estamos en contra de las agresiones, así que no tiene mucho sentido que respondamos de la misma forma. En el primer vídeo que grabé dije que prefería que me metieran en la cárcel a enterrar a mi hijo, era una forma de hablar para dejar claro que no estaba dispuesto a que esto fuera a más, si tengo que ir todos los días a la puerta del centro para asegurarme de que esto para, lo haré, pero por supuesto estoy en contra de la violencia".

"Nosotros hemos dicho que quien quiera apoyarnos que venga a la puerta del Severo Ochoa de Granada el próximo lunes, con un cartel de apoyo o denunciando alguna situación vivida, en este u otro centro. Estamos decididos a denunciar todos los casos de la provincia, que por las confesiones de muchos alumnos y padres que se han puesto en contacto con nosotros estos días, no son pocas".

Hace unos días, y en respuesta a las declaraciones de este padre, la asociación que representa a los directores de instituto de Granada (Adián) remitió un comunicado en el que se aseguraba que "los responsables del centro han actuado en todo momento de manera diligente y profesional", que se ha aplicado la normativa vigente en materia de convivencia escolar y que se ha tratado el tema desde que "los hechos fueron conocidos". Además, Adián afea al padre que "es lamentable que en el video se realicen acusaciones generalizadas y particulares a los miembros del equipo directivo y a la inspectora de Educación de referencia en el centro, así como amenazas de acciones violentas si no se le da la razón al padre del menor que realiza las declaraciones".

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