Pilar Cernuda
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Cortes de luz en la zona Norte
Granada/Casi un lustro de intermitencias, centenares –incluso miles– de denuncias, decenas de manifestaciones y concentraciones y un encierro que, tras siete días de reivindicación y cada vez más apoyos, ayer 'se apagó' al igual que le sigue ocurriendo a aquellos que viven en el distrito 'marginado' de la capital. La historia de los cortes de luz que sufren más de 20.000 personas en la zona Norte de Granada suma un nuevo capítulo de lucha, pero se mantiene sin solución.
Después de una semana enclaustrados en la parroquia de San Francisco de Camino de Ronda, el párroco Mario Picazo y el Defensor de la Ciudadanía, Manuel Martín, pusieron fin la tarde de ayer entre aplausos y abrazos a un encierro que, pese a no haber conseguido que cesen los cortes de luz, ha logrado activar a las instituciones para luchar contra "un problema que atenta contra los derechos humanos".
Durante toda la semana, la acción del cura y el defensor no ha dejado de ganar adeptos para visibilizar una problemática que se remonta casi cinco años atrás y que impide a quienes la sufren hacer una vida normal. Alumnos de la UGR, médicos, maestros y profesores del barrio, asociaciones, plataformas, colectivos, personas de otros lugares e incluso partidos políticos se han sumado a una reivindicación que volvió a sacar a la calle a más de un centenar de personas –lo hicieron vela en mano, del mismo modo que se ven obligados a hacer cada día para poder tener algo de iluminación– y que "ha dado un paso adelante", como bien anunciaron Picazo y Martín al término de su encierro.
La movilización contra los cortes de luz ha logrado la reacción institucional. Por un lado, el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, al que visitó el grupo de Podemos-IU para trasladarle la problemática, se comprometió el viernes a buscar soluciones y convocar una mesa con las instituciones. Mientras que, por otro, el Ayuntamiento de Granada mostró su compromiso para abordar, junto con las administraciones implicadas, una pronta solución a esta situación a través de la convocatoria de la Mesa Institucional por la zona Norte.
"Todos y cada uno resultan imprescindibles en esta lucha. Confiamos plenamente en la fuerza de sus palabras, en el poder infalible que tiene el bien y en la cadena de personas y colectivos dispuestos a echar una mano", anunciaron ayer Martín y Pizarro que, además, criticaron no haber recibido "ni una sola llamada de los responsables de Endesa, que ha estado por completo ausente" durante la semana.
Tal y como indicaron, "se acaba un encierro que, como gesto, ha servido para volver a visibilizar el problema, pero la tragedia sigue: la gente sigue sin luz; el reloj sigue sumando días, semanas, meses sin suministro eléctrico", manifestaron. Y es que ayer mismo, los vecinos tuvieron que volver a sacar las velas, una práctica que, aunque parezca más bien impropia de los tiempos que corren, para ellos es algo más que habitual.
Las exigencias tienen varios destinatarios, pues se necesita de la unión de todas las instituciones para erradicar la problemática, pero principalmente pone en el foco a una: la compañía eléctrica Endesa. "Exigimos que garantice luzy suministro a todas las personas mayores, dependientes, con tratamientos y cuidados especiales de salud. Por supuesto a colegios, centros de salud o servicios sociales; a todas las familias del barrio que tienen un contrato y pagan sus facturas", indicaron.
También pidieron una indemnización "a las familias afectadas por los perjuicios durante muchísimos años", al igual que también instaron a Endesa a "renovar y actualizar la red eléctrica, que acaben los cortes de suministro; que pongan un teléfono para estas familias y no una máquina; y que aplique de verdad el canon social de la luz a las familias en riesgo".
Asimismo, tampoco se olvidaron de las tres instituciones, desde la Junta de Andalucía, a la que instaron a "acabar con el parque irregular de viviendas y que supervise y sancione a la empresa cuando no cumpla los contratos con los usuarios"; el Gobierno de España, al que pidieron el fin de la industria de la marihuana; hasta el Ayuntamiento, para que actúe de mediador entre las partes. Mientras que, sobre todo, exigieron a las tres "que dejen de culparse unas a otras para esquivar sus responsabilidades; que busquen alternativas globales e integrales para el barrio; y que traigan a Granada al Director general de Endesa, para mantener una jornada de trabajo conjunta, que se materialice en acuerdos concretos con plazos y compromisos".
De este modo, culminó "el primero" -y el último según esperan- de los encierros a expensas de que se cumplan los compromisos y se ponga fin a "una lacra social" que deja a ciegas a miles de vecinos de la capital.
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