El cortijo Daimuz, nuevo motor de la Vega lorquiana

El cortijo de Daimuz, cuyos actuales propietarios pretenden dedicarlo a la memoria del poeta granadino Federico García Lorca, que pasó allí parte de su infancia, con su reconversión en centro cultural lorquiano y alojamientos rurales, aspira a ser un revulsivo de la Vega granadina, que tanto inspiró al poeta.

Los actuales propietarios de este cortijo que fue adquirido por la familia Lorca en 1895 ya contactaron el pasado mes de julio con el Ayuntamiento de Pinos Puente, en cuyo término municipal se ubica la finca, para recabar apoyos públicos a la iniciativa.

José Antonio Toledano, propietario y promotor del proyecto vinculado a la figura de Federico García Lorca, explica que en la actualidad ya trabajan en la remodelación y diseño del cortijo, que pretende ser acorde con la figura lorquiana.

La idea es aprovechar el "potencial natural y cultural" de la zona, donde confluyen los ríos Genil y Cubillas y donde también se ubica la Fuente de las Tejas y el apeadero de San Pascual, para dinamizar la Vega de Granada, fuente de inspiración de Federico García Lorca en muchas de sus creaciones literarias.

Se trata de convertir el cortijo en una especie de residencia cultural lorquiana en la que se lleven a cabo talleres culturales de música o poesía, además de alojamientos rurales, manteniendo la esencia de la época y del paraje de la Vega.

La finca dispone de unas 16 hectáreas de tierra de labor y el cortijo cuenta con un patio interior de unos 400 metros cuadrados.

Toledano también es partidario de que, una vez materializado el proyecto, se establezca una conexión entre el cortijo Daimuz y el resto de casas lorquianas distribuidas por la provincia de Granada, lo que ya ha trasladado al alcalde de Pinos Puente y vicepresidente del Patronato Provincial de Turismo, Enrique Medina.

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