La crisis dispara un 44% los casos de fraude en el suministro de agua
Emasagra incrementa el número de inspecciones y endurece las medidas en las tomas ilegales para acabar con la picaresca
La factura del agua no es precisamente una de las más gravosas en la economía doméstica. Un reciente estudio de equivalencias del precio de este recurso básico con otros artículos llega a la conclusión, por ejemplo, de que un día de consumo de agua vale lo mismo que una barra de pan, dos días equivalen a una caña de cerveza, tres a un desayuno y nueve a una entrada de cine. Tras 1.200 encuestas, el mismo estudio revela que sólo el 3,4% de los clientes consideran necesaria una bajada de las tarifas. El agua no se percibe como cara, pero aún así se han disparado los casos de fraude. La crisis se cita como la principal causa. Emasagra deja de facturar agua no sólo porque haya fugas (para eso se está en continua renovación de las redes) sino porque hay quienes se enganchan a la red de suministro sorteando los contadores o los manipulan directamente. Por este motivo Emasagra -que abastece a catorce municipios además de a la capital de la provincia y cuenta con más de 211.000 clientes- ha incrementado las inspecciones y ha endurecido las medidas contra las tomas ilegales, dos medidas que se recogen en el Informe de Desarrollo Sostenible 2013 publicado por la empresa de abastecimiento.
En ese año, 2013, se produjeron, según los datos del citado Informe, 558 casos de fraude. En 2012 fueron 311, lo que indica un crecimiento del 44% de un año a otro. Todo indica que la crisis ha provocado que muchos ciudadanos traten de ahorrar euros en la factura del agua, a pesar de su bajo coste en comparación con otros gastos domésticos. La compañía indica en el mismo documento que la mayor parte del fraude "se destapa por actos de inspección".
Gracias a esas actuaciones de control "Emasagra ha recuperado en 2013, en 558 actuaciones, 195.365 metros cúbicos de agua que se habían dejado de facturar" a lo largo de ese año, explica el Informe. Destaca el hecho de que en 2012, pese a detectarse menos infracciones, la cantidad de metros cúbicos 'recuperados' fue mayor: 229.321, lo que supone, según el documento -que se puede consultar a través de la web de Emasagra- una cantidad de agua equivalente al "4% de las pérdidas de la capital". La cantidad de agua 'recuperada' el pasado año es sensiblemente mayor a la que, por ejemplo, se detectó en 2007, cuando las inspecciones permitieron facturar 192.000 metros cúbicos de agua que en 2006 no se habían cobrado por proceder de tomas ilegales.
En la memoria de 2013 se detallan cuáles son las prácticas fraudulentas más habituales. Así, la mitad de los casos detectados en el pasado año son enganches directos desde batería (237), mientras que 155 infracciones se debieron a enganches directos a la red de distribución. La manipulación de los contadores donde queda registrado el consumo se agua está detrás de trece casos, mientras que es mucho más común la variación previa al contador, con 105 fraudes detectados.
En los últimos años, ha sido constante el aumento de inspecciones para atajar la picaresca, según se recoge en las sucesivas memorias que pueden ser consultadas en la web www.emasagra.es.
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