El deshielo, en vivo y en directo
Sierra Nevada se ha convertido en uno de los destinos preferidos para disfrutar de espectaculares imágenes de cascadas, chorreras y túneles de nieve en esta época
La inmensa mole de nieve que cubre Sierra Nevada en invierno encierra un espectáculo latente que despierta en primavera y que se prolonga hasta principios del verano en las cotas más elevadas. El final de la época de las precipitaciones y la llegada de las altas temperaturas desata unos acontecimientos que son desconocidos y poco accesibles para muchas personas pero que son de una enorme belleza para los afortunados que pueden llegar a contemplarlos. En primavera la nieve comienza a retirarse y aparece un paisaje que apenas unos días antes estaba sepultado y oculto bajo el hielo.
Es el momento para disfrutar de otra Sierra Nevada, todavía bastante desconocida, pero que empieza a ser uno de los lugares más perseguidos para conseguir estampas singulares y para gozar de unas sensaciones de paz y tranquilidad exclusivas: el sonido del agua convirtiéndose en música, las múltiples formas que dibuja el deshielo en las cuevas o túneles de nieve formados sobre los cauces, o los verdes borreguiles encharcados por el agua salpicados por flores de especies exclusivas adaptadas a este peculiar hábitat, como el amarillo o blanco de los ranúnculos, el violeta de las gencianas o el rosa de las verónicas. Toda una experiencia para los sentidos.
Las lagunas de alta montaña se van despojando de sus mantos, primero abriendo unos ojos en su centro y resistiéndose a soltar sus diminutos bloques de hielo. Al derretirse la nieve, aparecen multitud de riachuelos y cascadas y los ríos se cargan de aguas limpias y frescas que arrancan su largo camino desde las cimas hasta las vegas bajas y que culminará en el Mediterráneo por el Guadalfeo y en la desembocadura del Guadalquivir a través del Genil principalmente.
Este espectáculo de color y sonido es una de las vivencias más hermosas que nos proporciona la naturaleza. Para rematar la escena, la flora primaveral está apareciendo con una enorme variedad de especies: botones de oro, verónicas, gencianas, violetas…
Aunque hay muchos lugares en Sierra Nevada en los que se puede disfrutar de esta experiencia y lo mejor es descubrir nuevos parajes y el momento oportuno de cada valle, de cada collado, de cada pico, hay algunos sitios que gozan de una fama merecida por garantizar que la excursión, relativamente dura en muchos casos, compensa el tiempo y esfuerzo necesario para llegar hasta su descubrimiento.
El listado de rincones recomendados para contemplar este espectáculo del deshielo en Sierra Nevada es largo: Chorreras del Molinillo (río Dílar), Cabecera del río Lanjarón, Valle del San Juan, Valdeinfierno… Pero quizás los lugares más frecuentados y que gozan de mayor fama sean los Lavaderos de la Reina y las Chorreras de Culo de Perro.
LAVADEROS DE LA REINA
El circo glaciar de los Lavaderos de la Reina recoge las aguas de la vertiente norte del Puntal de los Cuartos, Cobatillas y Puntal de Juntillas, dando lugar al arroyo Cobatillas que es considerado el nacimiento del río Maitena, (traducido del árabe significa "el que hace la belleza", lo que ya nos da una idea del paraje que recomendamos), que se unirá al río Genil junto a la antigua estación de tranvía Maitena, hoy reconvertida en restaurante.
Cuentan que la reina Isabel la Católica acampó por aquí de paso hacia Guadix por la Piedra de los Soldados, en la zona alta de la dehesa del Camarate, para evitar emboscadas por los pasos más conocidos, pero el nombre es más moderno, de mediados del siglo pasado y se atribuye a que la reina Fabiola de Bélgica solía visitar este lugar en compañía del rey Balduino, en escapadas desde Motril, y un día comentó "si una reina viniese a lavar aquí, ganaría en nobleza", por lo que pasó a conocerse con este nombre.
Se accede desde Güéjar-Sierra por la Loma (del Tío) Papeles o (de las Cunas) de los Cuartos, lo que nos permite disfrutar durante el camino de unas extraordinarias vistas de las caras norte desde el Veleta hasta el Picón de Jérez, con los colosos Mulhacén y Alcazaba en sus mejores perspectivas. Otra alternativa es acceder desde el refugio guardado del Postero Alto, a donde llegaremos desde Jérez del Marquesado.
CHORRERAS NEGRAS
Estas espectaculares chorreras recogen las aguas del deshielo de todo el complejo de Siete Lagunas y mantienen un importante caudal incluso bien avanzado el verano.
El río Culo de Perro nace en la unión de las Chorreras Negras y de las Trancadas de Siete Lagunas. El nombre de Culo de Perro deriva precisamente del lugar por el que desagua Laguna Hondera, una de las lagunas más largas y de mayor perímetro de Sierra Nevada, en la vertiente sur del Pico del Mulhacén; vista desde arriba esta laguna se asemeja a la silueta de un perro cuando nos asomamos por la Cuerda del Resuello y su aliviadero está situado precisamente a esta altura del animal.
Para llegar a este paraje podemos acceder desde Trevélez pasando por la Campiñuela o bien desde la Hoya del Portillo utilizando las lanzaderas del Servicio de Interpretación de Altas Cumbres, vertiente sur, del Parque Nacional que parten desde Capileira.
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