El desmadre de las despedidas

Granada se consolida como capital de las despedidas de solteros En los últimos doce meses, la Policía Local ha impuesto un centenar de sanciones por ruidos a miembros de estos grupos

1. Sólo este fin de semana, una de las empresas que se dedica a celebrar despedidas tenía 35 festejos en la agenda. 2. El sector turístico acusa a las despedidas de molestar a los clientes. 3 y 6. En Los Diamantes y en la mayoría de los establecimientos de la calle Navas ya no atienden a estos grupos. 4 y 5. Las empresas organizadoras recuerdan que este turismo genera consumo y mucha facturación.
1. Sólo este fin de semana, una de las empresas que se dedica a celebrar despedidas tenía 35 festejos en la agenda. 2. El sector turístico acusa a las despedidas de molestar a los clientes. 3 y 6. En Los Diamantes y en la mayoría de los establecimientos de la calle Navas ya no atienden a estos grupos. 4 y 5. Las empresas organizadoras recuerdan que este turismo genera consumo y mucha facturación.
Guadalupe S. Maldonado Granada

17 de mayo 2015 - 01:00

Todo lo que pasa en Granada, se queda en Granada. Esa parece ser la filosofía de cientos de turistas que llegan cada fin de semana a la ciudad para celebrar sus despedidas de solteros, de los cientos de grupos que hacen que, durante el mes y medio que va desde mediados de abril hasta principios de junio -coincidiendo con la época de bodas-, Granada se convierta en un remedo de Las Vegas, la capital mundial de las despedidas. Cierto es que el desenfreno que todos hemos visto miles de veces en el cine (el ejemplo más reciente es el de Resacón en Las Vegas) no puede encontrarse en Granada, pero también lo es que en los últimos años, el tono de este tipo de celebraciones se ha elevado considerablemente. Hosteleros, empresarios turísticos y autoridades coinciden: las despedidas en Granada han comenzado a desmadrarse.

Obviamente, como en todas las generalizaciones, pagan justos por pecadores. Granada, por sus dimensiones, su nivel de precios y su oferta turística y de ocio, siempre ha sido un destino preferente para las despedidas de solteros, pero hasta hace relativamente poco tiempo no era habitual cruzarse por la ciudad, en una calle sí y otra no, con grupos escandalosos con disfraces, megáfonos, tambores e incluso acompañantes hinchables. En pleno día y en pleno centro.

La calle Navas, una de las más conocidas zonas de tapeo de la ciudad y hasta ahora destino habitual de este tipo de celebraciones, ya ha tomado medidas. El problema, por supuesto, no son los grupos de amigos que llegan a divertirse sin descontrolarse y que, de paso, le dicen adiós a la soltería de uno de sus miembros, sino esas despedidas en las que todo el mundo piensa precisamente cuando se habla de despedidas de solteros. En el bar Los Diamantes, por ejemplo, han puesto un visible cartel en el que avisan de que no atienden ni a despedidas de solteros "ni a grupos que formen jaleo". En el resto de la calle, son muchos los establecimientos que se niegan en rotundo a servir a este tipo de grupos. Fernando Calera, propietario de El Tabernáculo, asegura que cuando estos grupos llegan al establecimiento "pasados de copas", se niega en redondo a atenderlos. ¿Por qué? Pues porque su presencia ha provocado que muchas familias, sus clientes habituales, dejen de ir y se sientan molestas.

Sergio Pleguezuelos, trabajador de El Enganche, indica que en el pasado varios grupos de despedida desmadrados llegaron incluso a provocar destrozos en el establecimiento, por lo que en el momento en el que se capta alguno, se le invita amablemente a marcharse. "Como los veamos vestidos con disfraces y de parranda, no los atendemos", asegura Sergio, que reconoce que con esta política muchas veces "pagan justos por pecadores", pero que más vale prevenir que curar. El trabajador asegura que normalmente quienes llegan con estas ganas de desfase son grupos de fuera, a los que poco le importa la imagen de la ciudad o molestar a los clientes habituales de la zona: familias, turistas y personas mayores.

Antonio Torres, encargado de La Chicotá, apunta que cada vez son menos los establecimientos de la zona que atiende a estos grupos. Hace un par de años, antes de que Granada empezar a despuntar como capital de este tipo de celebraciones, llegaban grupos "normales", pero ahora no. Ahora, asegura Antonio, "basta con verlos" para saber que pueden generar problemas y molestias. Al principio, reconoce el trabajador, La Chicotá sí que intentó adaptarse y paliar los 'daños' llamándole la atención a los miembros del grupo, pero han llegado a la conclusión de que ya no merece la pena. "Al final siempre acababan desmadrados".

En el sector hostelero también hay quien disiente y asegura que no se puede criminalizar este tipo de turista, sino que se tiene que habilitar alguna fórmula para que la diversión de unos no suponga la incomodidad de otros. "Hay que adaptarse", asegura un camarero de uno de los restaurantes de calle Navas, que apunta que tiene que ser responsabilidad de los políticos y las autoridades "controlar" este tipo de turismo sin "echarlo" de la ciudad.

El secretario general de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo, Antonio García, asegura que la patronal ya ha trasladado a todos los partidos políticos y a las administraciones la necesidad de controlar la "explosión" de despedidas de solteros que se ha registrado en los últimos dos años. "Nosotros no estamos en contra de las despedidas per se, ni de la diversión ordenado. Al contrario, les damos la bienvenida y estamos encantado", apunta García, que asegura que son las celebraciones desmadradas las que se encuentran la oposición de muchas de las autoridades turísticas. "Muchas de las que se concentran en el entorno de Plaza Nueva, en calle Elvira o en la calle Navas han llegado incluso a tener altercados con los empresarios", que les censuran sus disfraces obscenos, que vayan con tambores y que no respeten la diversión de los demás. "Este tipo de cliente no lo aceptamos, porque perjudica la imagen de la ciudad. La diversión descontrolada y de borrachera es muy perniciosa, porque echa a los clientes de los establecimientos. Este tipo de turismo daña al destino a corto y medio plazo, es casi inmediato", subraya el secretario general de la Federación, que pide la "erradicación contundente" de estas celebraciones caracterizadas por "disfraces horteras y poco respetuosos".

Otra cosa son las despedidas "ordenadas", las que organizan empresas de eventos que se dedican a establecer una agenda de ocio, turística y cultural para sus clientes. "A estas empresas las apoyamos, por supuesto".

Parte de la solución, según Antonio García, pasaría por hacer cumplir la Ordenanza de la Convivencia, que entre sus artículos incluye la obligación de "evitar la producción de ruidos que alteren la normal convivencia" o la prohibición de consumir bebidas alcohólicas en espacios públicos. "La Ordenanza de la Convivencia está para cumplirla porque, entre otras cosas, protege el turismo".

Precisamente en nombre de la Ordenanza de la Convivencia se imponen las numerosas sanciones a las que se enfrentan estos grupos. La concejal de Seguridad Ciudadana, Telesfora Ruiz, asegura que en los últimos doce meses se han registrado en Granada 99 denuncias a personas que estaban participando en despedidas de solteros, la mayoría por ruidos "más allá de lo razonable", que causaban molestias a los vecinos. Si se distribuyeran de forma equitativa estas sanciones a lo largo de todo un año -una operación estadística que puede ayudar a valorar la incidencia de este tipo de multas-, el resultado sería que se han impuesto dos sanciones por fin de semana a lo largo del último ejercicio.

El problema, asegura la concejal, no tiene que ver con la seguridad, sino con "la convivencia y las molestias a los vecinos". Este tipo de celebraciones, a medida que "prolongan el consumo de alcohol se van haciendo cada vez más ruidosos", apunta Telesfora Ruiz, que asegura que las despedidas desmadradas -que han experimentado un importante incremento en el último año y medio y se han convertido en una "encomienda" de la Policía Local- "no le gustan a nadie, ni a los vecinos ni a los turistas".

A nadie se le escapa que la consolidación de Granada como capital de despedidas también es un negocio que genera facturación en establecimientos hosteleros, alojamientos, discotecas y toda la empresa auxiliar relacionada con este tipo de eventos. José María Ponce, gerente de la empresa Despedidas de Soltero Granada, defiende que las celebraciones organizadas no son las que dañan al destino, sino las que van "por libre". "Nosotros les organizamos actividades (desde spa a visitas turísticas, pasando por paintball, karting o rafting), cenas y copas en determinados establecimientos lejos del centro", asegura Ponce, que recuerda que, además, la empresa de organización le da a sus clientes unas "directrices" para que se comporten, prohibiéndole el uso de silbatos o megáfonos. "De hecho, si vemos a uno de nuestros grupos pasadillo de copas y sin seguir las directrices, los invitamos a marcharse del local en el que estén, porque pueden ser molestos para el resto". Pero no suele pasar. "La mayoría de nuestros grupos son gente cívica, que vienen a divertirse de manera sana y a pasarlo bien sin molestar".

Con todo, Ponce recuerda que este tipo de turismo deja en Granada "un beneficio bestial", una facturación que incluye a hoteles, apartamentos, bares, restaurantes, etc. Sólo Despedidas de Soltero Granada organiza al año unas 700 celebraciones, que se concentran mayoritariamente en los meses de primavera. De hecho, este fin de semana la empresa tenía previstas 35 despedidas, y no es la única que se dedica a estos menesteres.

La compañía Despedidas Granada, de los hermanos Bueno, por ejemplo, también tenía planificada una veintena de celebraciones sólo este fin de semana. Como Ponce, Luis Bueno asegura que nada más recibir a sus clientes les dan unos protocolos y recomendaciones, entre los que se incluyen evitar calles "conflictivas" del centro para evitar molestias. Pero Bueno asegura que no es justo que, "por unos pocos", se le haya colgado el sanbenito a todo el sector. "Las despedidas se concentran en un mes y medio y alivian a un montón de empresas. Generan miles de pernoctaciones y negocio para hoteles, discotecas, taxis y demás".

Además, Luis Bueno responde a quienes aseguran que Granada tiene que apostar por otro tipo de turismo que la ciudad "no es Marbella", destino de alto poder adquisitivo. "Granada es una ciudad muy turística, pero siempre ha sido de clase media, no tenemos un turismo de elite", asegura el empresario, recomendando a las autoridades que si quieren ese tipo de turismo, primero "mejoren las infraestructuras de comunicación".

Sobre las sanciones, el propietario de Despedidas Granada apunta que, aunque es normal que se sanciones a quienes vayan con megáfonos o formando escándalo, "no se puede machacar a un sector entero". "No hay que olvidar que son turistas. No es normal que los identifiquen y se vayan con una multa de 200 euros sólo por venir a Granada", explica el empresario, que asegura que todos los fines de semana tienen "constancia" de que la Policía Local ha multado a alguno de sus grupos.

"Este es un sector al alza y tenemos que llegar a consensos. Hay que controlar a quienes no respetan la convivencia, pero sin olvidar que este es un sector que genera riqueza". De hecho, Bueno apunta que en los dos o tres últimos años ha podido crecer un 40% y que Granada está consolidándose como capital de este tipo de celebraciones, por ser una ciudad con mucho encanto cultural y asequible. "Hay que llegar a acuerdos, pero no podemos matar a la gallina de los huevos de oro".

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