El joven que destapó el 'caso Romanones' recibe en su casa un anónimo insultante

'Daniel' (nombre ficticio) , el joven granadino cuya denuncia dio lugar al caso Romanones, en el que se investigan supuestos abusos sexuales cometidos contra él siendo menor de edad por parte de un cura del barrio del Zaidín, ha denunciado haber recibido la semana pasada un anónimo insultante en su domicilio navarro.

Según informó a este diario el abogado de 'Daniel, Jorge Aguilera, el anónimo llegó, vía postal, en un sobre cerrado y con matasellos "de Granada". En su interior había un papel en el que, según precisó el letrado, su autor o autores habían escrito: "Hijo de puta, retira la denuncia".

Tras su recepción, el joven, que ahora tiene 25 años, puso los hechos en conocimiento de las autoridades en Pamplona, donde actualmente reside. El abogado detalló que el anónimo estaba "manuscrito", en "mayúscula" y con "muy buena letra". Previsiblemente, como indicó el abogado, ahora se abra allí una investigación penal para esclarecer la autoría del escrito, si bien reconoció que al tratarse de un anónimo es "difícil" de investigar.

'Daniel', que ejerce la acusación particular en el caso Romanones, fue quien envió al Papa Francisco una carta en la que narraba lo que supuestamente le pasó siendo menor de edad -entre los 14 y los 17 años-, mientras convivió con un grupo de religiosos de la diócesis granadina. Este grupo ha sido bautizado como 'los Romanones' por el nombre del sacerdote al que se considera su líder, el padre Román M.V.C, expárroco de la Iglesia San Juan María de Vianney de la capital granadina.

Además de la misiva que envió al Vaticano el año pasado, que provocó que el Pontífice le telefoneara para expresarle su apoyo, 'Daniel' denunció los supuestos hechos ante la Fiscalía Superior de Andalucía, que remitió el asunto a la Fiscalía de Granada, la cual acabó formulando denuncia contra un total de doce personas: diez religiosos y dos seglares. El caso aterrizó entonces en el Juzgado de Instrucción 4 de Granada, cuyo titular es Antonio Moreno, que declaró prescritos casi todos los delitos denunciados excepto los imputados al padre Román, que eran los más graves. La Audiencia avaló la prescripción y ahora solo se siguen las actuaciones contra el padre Román, que siempre ha defendido su inocencia.