Once detenidos en Granada por estafar a familias de niños extranjeros para jugar al fútbol con falsas promesas de profesionalismo
Sucesos
La Policía Nacional destapa una red en la que están implicados dos clubes del Área Metropolitana. En febrero, la Policía se personó en Albolote para pedir documentos a los jugadores del FC Cubillas.
Granada/Se dedicaban a prometer una carrera en el fútbol profesional a jóvenes extranjeros que nunca llegaba a cambios de pagos de hasta 5.000 euros. Por este motivo, once personas han sido detenidas en Granada y otras dos están bajo investigación por la Policía Nacional en el desarrollo de dos operaciones independientes que implican a dos clubes de fútbol con escuelas en el Área Metropolitana de la capital y que han afectado a nada menos que cerca de setenta familias, la mayoría de origen brasileño.
Los agentes de la Policía Nacional han desarrollado ambas operaciones paralelas aunque independientes, denominadas Gol y Alevines, sobre dos entramados delictivos creados por sendas escuelas-club de fútbol de categorías juveniles y sénior para, presuntamente "estafar a familiares de menores y jóvenes extranjeros, principalmente brasileños, con la falsa promesa de hacerles futbolistas profesionales de élite", explica el cuerpo en una nota de prensa. En total once personas han sido arrestadas y otras dos están investigadas como presuntas integrantes de las dos organizaciones.
La Policía no ha confirmado el nombre de los dos clubes objeto de la investigación, pero 'da una pista' con la foto que ha remitido a los medios de comunicación, en la que se ve a una agente sobre el terreno de juego del campo de fútbol del Polideportivo de Albolote. Además, según ha podido saber este diario, antes de la primera semana de marzo efectivos del cuerpo policial se presentaron en las citadas instalaciones para pedir papeles a los jugadores del FC Cubillas, entidad radicada en Albolote y fundada en 2012 por dos ciudadanos brasileños.
Se da la circunstancia de que en el mundillo del fútbol provincial el FC Cubillas es conocido por el numeroso elenco de jugadores extranjeros, sobre todo brasileños, que militan en sus filas. Ya esta misma temporada dos de los equipos inscritos por el Cubillas en competición oficial fueron expulsados por la Federación en el intervalo de una semana este mes de febrero. Uno, el sénior B, por no presentarse a un partido frente al Estrellas Chana Barrio y acumular cuatro recibos arbitrales sin pagar, y otro es el primer equipo juvenil tras no presentarse a dos partidos de forma consecutiva, según informó el portal Albolote Información.
Además, en concreto el club alboloteño cuenta desde el año 2020 con un acuerdo de filialidad con el Granada Club de Fútbol. Fuentes del club rojiblanco confirman la existencia de ese acuerdo aunque se desmarcan de la trama ya que el acuerdo consiste en que la entidad rojiblanca 'envía' jugadores al Cubillas, que milita en División de Honor Sénior (sexta categoría del fútbol), de los que no se quiere desprender pero que no cuentan con espacio ni ficha en el Granada CF. "No nos traemos jugadores de su escuela ni de sus equipos, no existe el acuerdo en ese sentido", explican estas fuentes, que añaden que "no hay ninguna colaboración en formación en menores de edad".
La operación
Según explica la Policía Nacional, las investigaciones de las Operaciones Gol y Alevines las han realizado agentes de la Brigada de Extranjería y Fronteras quienes recibieron una denuncia de un jugador y su entrenador los cuales habían sido fichados en su país de origen por un club de fútbol ubicado en un pueblo del Área Metropolitana de Granada para jugar y participar en competiciones deportivas oficiales. La familia abonó los 5.000 euros requeridos por los responsables del club que incluían alojamiento, manutención, desplazamientos, seguro médico privado, y matrícula en un centro docente oficial para obtener la residencia legal por estudios en España, trámite del que se encargaría la abogada de la escuela-club. Tras varios meses de estancia, comprobaron que nada de lo acordado se cumplía y que los gastos exigidos iban aumentando cada mes.
Las primeras comprobaciones sobre el club-escuela evidenciaron la existencia de unos treinta jóvenes extranjeros de distintos orígenes, predominando los brasileños, de entre 16 y 23 años, a quienes alojaban en dos viviendas alquiladas por el club deportivo en un pueblo del área metropolitana de Granada. En paralelo, se apreciaron indicios de relación entre los responsables de este club-escuela con otro situado en otro municipio granadino, cuyos jugadores, unos cuarenta, también mayoritariamente de Brasil, residían en una casa propiedad de los directivos. Además, por parte de responsables de ambos clubes se habían instado multitud de expedientes de regularización en la Oficina de Extranjeros de la ciudad que, de modo sistemático, siempre terminaban inadmitidos a trámite o denegados, ya que, en la práctica totalidad de los casos, la documentación presentada se encontraba incompleta o bien fuera de plazo.
Un dato coincidente entre los jugadores de ambas escuelas era que ninguno de ellos asistía a clases, pese a que en todos los expedientes de regularización se aportaban matrículas de centros docentes. Además, residían en las casas facilitadas por los clubes en condiciones de hacinamiento, con escasa comida y ninguno de ellos conseguía regularizar su residencia legal, solicitando cada mes entre 1.500 y 1.700 euros más a cada familiar, los cuales venían a sumarse a los 5.000 iniciales entregados. El engaño a las familias iba más allá, ya que informaban que no podían federarse y se ha comprobado que la Federación Andaluza de Fútbol sólo exige un pasaporte en vigor para participar en competiciones oficiales a nivel provincial o autonómico.
Modus operandi
El modus operandi empleado investigado consiste en captar en sus países de origen a jóvenes de entornos económicos acomodados, con destacadas habilidades como futbolistas, para venir a España con el gancho de ser futuros futbolistas profesionales, comenzando por jugar en equipos de categorías inferiores, juvenil o senior, con opciones de ser descubiertos y fichados por clubes mundialmente conocidos. No obstante, la presunta intención de los entramados delictivos era engañar a los jóvenes y sus familias para obtener elevadas cantidades económicas en un corto espacio de tiempo, simulando cargos sobreelevados asociados a su regularización, alojamiento y manutención. Las expectativas de ser futbolistas profesionales concluyen una vez que caducan los visados o periodos de estancia como turistas, o cuando la familia no puede asumir el alto coste económico exigido, tras lo que el joven regresa a su país o se queda en situación irregular en España, siendo sustituido por otro jugador captado de igual forma.
Finalmente, han sido once las personas detenidas junto con otras dos más que han sido investigadas, como presuntos integrantes de una trama criminal compuesta por tres eslabones. El primero de ellos estaría formado por los captadores, residentes o desplazados hasta los países de origen de los estafados para contactar con las familias acomodadas de jóvenes con condiciones deportivas, encargados también de facilitar la documentación a los extranjeros. El segundo eslabón integrado por los propietarios de centros docentes que certificaban falsamente la matriculación de los extranjeros para que pudieran obtener visados y facilitarles las condiciones de acceso en frontera. Y el tercero y más importante, compuesto por el equipo directivo, encargado de diseñar la estrategia, adquirir o alquilar las viviendas en las que alojarlos y simular trámites para estafar a las familias.
Por otro lado, la Real Federación Andaluza de Fútbol, a través de una nota de prensa, ha mostrado su predisposición a colaborar con la Policía y la justicia "en todo lo que se le requiera para el esclarecimiento de unos hechos que dañan y conmocionan al mundo del fútbol, respetando en todo momento la integridad de las víctimas y la presunción de inocencia que asiste a los posibles detenidos y clubes afectados". Así, los servicios jurídicos de la RFAF estudiarán personarse como acusación "en los procedimientos judiciales que puedan derivarse de los graves hechos denunciados como perjudicada en defensa de su imagen y del mundo del futbol en general".
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