Un día de furia y descuentos

Miles de personas armadas de paciencia, tiempo y dinero se concentraron ayer en las tiendas que estrenaban rebajas de enero · Hubo que esperar colas de una hora y buscar entre el género caótico

Las calles comerciales estaban ayer llenas de compradores.
Las calles comerciales estaban ayer llenas de compradores.

Diez minutos después de las nueve, porque se había quedado dormida, con zapato plano y ropa cómoda pero arreglada, se encontró con sus dos amigas en el interior de la cafetería. La media hora del desayuno sirvió para preparar entre risas y bromas un plan de ataque preciso y milimétrico. 'Si hay mucha cola, se prueban las cosas encima de la ropa y lo que no se lleva a casa y si no queda bien se descambia y punto". "En cuanto una tenga lo que quiera, que se vaya a la cola". "Las que no cierran a mediodía para el final". Las frases típicas cuando se ataca en pandilla. Pero ni aunque los mejores hombres de los GEO hubiesen ideado la estrategia podían haber hecho frente a tanta sorpresa y tanto desgaste como el que se vivió ayer en el primer día de rebajas en los comercios del centro.

Por lo pronto llovió, una contingencia que cambia por completo los planteamientos de una competición deportiva, la celebración de una boda o una jornada de compras. El engorro de los paraguas para moverse entre el gentío complicó considerablemente hasta las maniobras más simples. Los dependientes de las tiendas tuvieron que sumar a las tareas propias del primer día de rebajas la de fregar cada cinco minutos el suelo de las tiendas mojadas todo el tiempo por los paraguas chorreantes. La mitad corrían estresados de un lado a otro de los establecimientos con el rictus de preocupación del cirujano que está perdiendo un paciente. Y sin embargo, no eran suficientes para atender el gentío que vociferaba pidiendo tallas, modelos, colores... mientras esperaba eternamente.

La incomodidad de los paraguas no se podía haber evitado ayer pero el otro gran problema que ocasionó la lluvia si lo podían haber previsto los comerciantes: las bolsas de papel quedan muy cool con sus asas de cuerdecita negra o directamente con lazos... pero cuando se mojan se rajan y el contenido cae directamente sobre las aceras llenas de charcos.

Pero además de la lluvia, las amigas y amantes de las rebajas se encontraron con un imprevisto de última hora -o más bien de primera hora- porque antes de que se abriesen las puertas ya había largas colas en las tiendas de ropa juvenil más económicas: Stradivarius, Bershka, Blanco, Pull and Bear... "Uy, esto no había pasado nunca", decía una. "Todos los años hay follón, pero no esto", le contestaba otra... Una conversación que se repetía cada vez que un grupo nuevo de amigas llegaba a la entrada de la puerta.

Como los miles de compradores armados de paciencia, ánimo y dinero, a las diez en punto de la mañana María Calpena, Estefanía García y su hermana Estela entraron por la puerta de la tienda a la vez que miles de personas repetían este gesto en otros tantos comercios de Granada y de toda España.

La escena se parece a la de todos los años y los descuentos también. Si en la Navidad del 2010 las rebajas se adelantaron de forma oficial para incentivar el consumo, este año Andalucía no ha aprobado esta medida pero desde los pequeños comercios familiares a las grandes firmas de moda han hecho la jugada por su cuenta. "En Mango no hay cola porque lleva mucho tiempo con descuentos del 40%", comentaban las amigas al pasar por la puerta del establecimiento.

Y como Mango, muchas tiendas más pequeñas como Oxia y otros establecimientos multimarca, también aplicaban desde hace tiempo el 30% a buena parte de sus artículos.

En El Corte Inglés los descuentos de muchos artículos oscilaban entre el 30% y el 50% de los artículos, un resumen de lo que podía verse en la mayoría de las tiendas de Granada. Sin embargo también había descuentos extremos que se salían de esa media y alcanzaban las ofertas salvajes del 70%.

Pero no es menos cierto lo que comentaba María y las dos hermanas. "En muchos sitios ponen el cartel de 'Nueva Temporada' en artículos que llevamos viendo desde el verano y así no ponen descuentos. Hay también muchos engaños".

También había descuentos casi simbólicos y que no compensaban las colas de más de una hora que había en algunos establecimientos entre probador y caja. Por ejemplo, en Sfera, algunos jerseys que costaban 29,95 euros se habían rebajado a 25,95. Por lo menos era una de las tiendas más ordenadas y donde la concentración de compradores por metro cuadrado no era muy alta.

A las dos del mediodía María, Estefanía y Estela dieron por finalizada la jornada de compras. "Nos hemos tenido que pelear por la ropa", resumió María, pero por lo menos estaban contentas y el sudor había merecido la pena porque habían conseguido las prendas que tenían fichadas con antelación y algún capricho más. E, incluso, parecían haber disfrutado de la mañana.

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