Cómo disfrutar del vino en verano

Aromas y sabores

Para potenciar el placer del consumo del vino en el estío es realmente necesario tener en cuenta la temperatura de servicio del caldo.

Lo vinos blancos los reyes del verano
Lo vinos blancos los reyes del verano / M. L.
Margarita Lozano

26 de agosto 2019 - 00:55

Granada/Muchas personas realmente aficionadas y con cierta cultura vinícola “se pasan” a la cerveza en época estival. Hace calor, tenemos sed y buscan algo que los refresque.

Por ello, en lo que al vino se refiere, más allá que algunas reglas o consejos generales de armonías o maridajes o de temperaturas ideales de servicio, con la presencia de altas temperaturas muchas veces es recomendable ajustar un poco las temperaturas para cuidar el vino y, sobre todo el disfrute.

Los maridajes de estación hablan justamente de este tipo de elecciones: preparaciones frescas o frías en el verano acompañadas con vinos que sean servidos a bajas temperaturas. Así que si está usted en la playa o en un bar exija que se respete la temperatura de servicio.

El vino blanco, rosado o espumoso debería estar conservado en una cava o refrigeradora a bajas temperaturas. Y para mantener la temperatura durante todo el servicio deberían siempre acercar a la mesa con hielo para que las bajas temperaturas se conserven pese al calor del ambiente.

Por otra parte, con el calor el cuerpo siempre será más proclive a recibir bebidas y alimentos contrapuestos a la temperatura del ambiente. Motivo por el cual los vinos más frescos y ligeros son los ideales para el verano: blancos, rosados, espumosos y tintos jóvenes. Un consejo: los tintos los podemos refrescar un poco más para evitar que el alcohol sea la primera sensación que percibamos tanto en nariz como en boca. Siempre es preferible servir el vino un poco más fresco que cálido.

La acidez del vino blanco joven es la espina dorsal. Es el alma de cada botella. Es lo que hará que podamos no solo refrescarnos en el verano, sino que además será el sostén del maridaje que elijamos. ¡Recordemos siempre que un vino blanco sin acidez es un vino sin vida! Para que un vino blanco, y también rosados y espumosos, se puedan lucir en nuestras copas, la acidez debe estar siempre presente.

Otro factor: el volumen alcohólico. En la etiqueta o en la contraetiqueta de cada vino que elijamos es obligatorio exhibir la graduación alcohólica. En verano es ideal elegir vinos que no sean tan alcohólicos para no favorecer la deshidratación.

Más allá de este consejo, siempre es indispensable beber dos copas de agua por cada copa de vino. Ya que cuando bebemos vino o cualquier bebida alcohólica nos vamos a deshidratar al sumar alcohol a nuestro cuerpo, por eso cada vez que pedimos una botella de vino siempre deberíamos pedir una botella de agua para cuidarnos y poder disfrutar el vino.

A grandes rasgos, he aquí algunos consejos para cada tipo de vino:

Vinos blancos

Cuidar siempre la temperatura de servicio para que resalte la acidez y aplaque las sensaciones cálidas del alcohol. Temperatura de servicio: 7 a 9 grados. Maridaje: ideales para acompañar ensalada con mariscos o pescados a la plancha o a la parrilla.

Vinos espumosos

Se suman las burbujas que aportan un toque de frescura extra a la acidez. Temperatura de servicio: 6 a 8 grados. Maridaje: ideales con bocados frescos, mousses o patés.

Vinos rosados

Clásicos en esta época del año. Frescos como los blancos pero con destellos de los tintos. Temperatura de servicio: 10 a 12 grados. Maridaje: ideales con carnes blancas, quesos suaves, ensaladas y sushi.

Vinos tintos jóvenes

Idealmente sin paso por barricas de roble. Temperatura de servicio: 14 grados. Maridaje: ideales para acompañar carnes rojas y quesos sazonados

Vinos tintos con crianza

Realmente no son los más adecuados para esta época del año ya que al enfriarlos aumentamos las sensaciones tánicas y perdemos sedosidad a favor de la astringencia. Aún así, si desean beber un vino de estas características, no lo sirvan a más de 14 grados.

¿Cómo enfriar el vino?

Es muy sencillo, el mejor método es el tradicional de toda la vida: en cubitera con hielo y agua bien fría. Existen otros métodos como envases térmicos o la propia nevera, pero el hecho es que el vino tarda mucho más tiempo en enfriarse. Lo que si le recomendamos es que no use el congelador. Al someter el vino a una bajada de temperatura demasiado brusca puede perderse algunas de sus propiedades organolépticas.

Evita que el verano pueda estropearte el vino

Durante el verano, lo cierto es que el calor puede afectar de manera negativa al desarrollo del vino en botella, forzando un envejecimiento prematuro y llegando incluso a dañarlo en casos extremos.

Para evitar que esto ocurra he aquí algunos consejos que le ayudarán a mantener el vino en excelentes condiciones: emplee una vinoteca si tiene la posibilidad (las hay con capacidad para 10 o 20 botellas a muy buen precio), busque los lugares más frescos de la casa (la cocina no suele ser uno de ellos), huya de la exposición a la luz directa y … sobre todo: procure que no se le olvide ninguna botella de vino en el coche durante los meses de verano. ¡Es una de los errores típicos de los amantes del vino que puede terminar estropeando uno de sus placeres favoritos!

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