La educación en Andalucía: “la bicicleta que anda sola”
Tribuna
En este segundo trimestre no hay previstas soluciones a los problemas en los centros andaluces. Más de mil docentes contagiados y lo que ello supone, niños y niñas andaluces sin profesorado
En anteriores artículos me he quejado en distintas ocasiones, de que la actual Consejería de Educación y Deportes de la Junta de Andalucía que dirige el señor Imbroda, adolece de una falta de planificación casi total. Este es sin duda, el principal motivo de que continuamente se vea sobrepasada por los problemas que surgen en el día a día, e intente resolverlos de forma improvisada dando en la mayoría de las ocasiones palos de ciego.
En el sistema educativo la planificación es una cuestión fundamental, que incide sin duda alguna, en el cumplimiento de los objetivos a conseguir. Por eso, sin la planificación adecuada es imposible que se logren los objetivos que no han sido previstos, ni se dispongan de los recursos necesarios para alcanzar dichos objetivos.
El profesorado sabe muy bien de lo que estoy hablando, todos ellos planifican a través de sus programaciones de áreas o departamentos cada uno de los objetivos a conseguir con sus alumnos y alumnas y los recursos necesarios para alcanzar dichos objetivos.
El Centro educativo a través del Plan de Centro prevé todas las actuaciones a realizar durante el curso para lograr los objetivos deseados y previstos. Dicho Plan es la hoja de ruta que ha de ser conocida por toda la comunidad educativa y ha de ser revisado y actualizado en función de las circunstancias que se puedan producir. Y al terminar el curso, se producirá una evaluación que sin duda nos llevará a establecer acciones de mejora para alcanzar a través de la mejora continua el éxito educativo, que debe ser el objetivo final. Todo esto se recogerá en la Memoria final del curso que como todos los docentes sabemos es remitida a la Administración Educativa.
Para que un inicio de curso salga bien han de planificarse con meses de antelación de forma minuciosa todos los recursos disponibles. En marzo sale la oferta educativa y se abre el proceso de escolarización, después vendrá el concurso de traslados del profesorado (abril), las oposiciones del profesorado y la matriculación del alumnado (junio/julio), la colocación de efectivos (julio/agosto) y como todos sabemos en septiembre se inicia el nuevo curso. He señalado solo los hitos más relevantes, hay muchos otros procesos de trabajo en la administración educativa y en los centros.
Hay que dejar claro que de acuerdo con nuestro Estatuto de Autonomía las competencias en educación residen en nuestro Gobierno Andaluz. El Ministerio de Educación tiene que velar por el cumplimiento de las leyes educativas pero la gestión de día a día y las competencias en educación son de nuestro Gobierno Autónomo.
Si como he mencionado la planificación es algo fundamental en el proceso educativo en circunstancias de normalidad, he de indicar que en tiempos de pandemia sanitaria se hace mucho más necesaria. El gran fallo de nuestra Consejería de Educación y Deportes, del señor Imbroda y en última instancia del presidente Moreno Bonilla ha sido no planificar (algo a lo que ya nos tienen acostumbrados) y el mayor error ha sido creer que el presente curso 2021/2022 era un curso sin pandemia, sin virus. Por eso en este segundo trimestre que acabamos de empezar no hay previstas soluciones a los problemas que hay en los centros andaluces. Más de mil profesores contagiados y lo que ello supone, niños y niñas andaluces sin profesorado, las sustituciones no sabemos ni cuando ni como se harán, no sabemos si habrá bolsas de profesorado suficientes, y los centros se encuentran con una problemática nueva y sin recursos para resolverla.
La Consejería dispone de una mesa sectorial de educación que tendría que haber previsto esta problemática y haber aportado las soluciones pertinentes. Pero según me cuentan todo se fió a que este curso se acababa el virus y se recortaron los pocos recursos puestos el curso anterior y por supuesto en ningún momento se produjo la reducción de la ratio y el incremento de profesores.
Nadie puede extrañarse que en estas circunstancias, la educación de nuestros niños y niñas en Andalucía se resienta y no se alcancen los objetivos previstos.
Afortunadamente Andalucía cuenta desde hace muchos años con una plantilla de profesorado altamente cualificada que es ejemplo en innovación para el resto de España (como acreditan los premios recibidos en la última década por el Ministerio de Educación), cuenta también nuestra tierra con unos equipos directivos formados y comprometidos con su trabajo.
La Formación fue en la pasada década la bandera que nuestra Comunidad Autónoma levantó, manteniendo sus 32 centros de Formación del Profesorado mientras otras Comunidades Autónomas desmantelaron los suyos.
También quiero mencionar el compromiso de la inmensa mayoría de Ayuntamientos con la educación, como ha quedado demostrado en la gestión de la actual pandemia.
Por todo lo dicho quiero tranquilizar a los padres y madres andaluces y asegurarles que a pesar de la falta de planificación de nuestra Consejería de Educación y Deportes que preside el señor Imbroda, y a pesar la improvisación permanente a la que nos tienen por desgracia acostumbrados, los profesionales del sistema educativo (el profesorado y los equipos directivos) sacarán adelante este difícil momento que vivimos, porque como repite a diario un compañero cuando realiza sus horas de guardia de un instituto granadino “en Andalucía la educación es la bicicleta que anda sola”.
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