57.616 personas designarán al próximo rector o rectora de la Universidad de Granada
UGR
Los algo más de 2.700 profesores con vinculación permanente tienen el 57% del voto ponderado en estos comicios
No habrá urnas. La Universidad de Granada (UGR) elegirá a su próximo rector o rectora mediante procedimiento telemático por primera vez en su historia entre tres candidatos, los catedráticos Pedro Antonio García, Pedro Mercado y Francisca López Torrecillas. La primera vuelta será el 16 de mayo y, si es necesario, está previsto que la segunda se celebre el día 30 de este mismo mes. El censo electoral está compuesto por 57.616 personas divididas en tres sectores, estudiantado -el más numeroso- personal de administración y servicios y personal docente e investigador. Cada sector tiene un porcentaje de ponderación diferente, una de las singularidades de estos comicios. El número total de censados es ligeramente inferior al computado para las elecciones de 2015, en los primeros comicios de la actual rectora, Pilar Aranda, cuando estaban llamados a las urnas 60.462 universitarios. Se dispuso entonces de 59 mesas repartidas en los campus de Granada, Ceuta y Melilla
Por parte del estudiantado, pueden votar ara elegir rector 50.327 alumnos matriculados en la UGR. Este colectivo, el más numeroso como ya se ha dicho, tiene el 25% del voto para elegir rector o rectora. El personal de administración y servicios (PAS) está conformado por 2.562 personas, que se llevan un 12% de la tarta electoral.
En cuanto al personal docente e investigador, el censo divide el colectivo que tiene más peso en la elección al Rectorado entre dos grupos. Por un lado sitúa al profesorado doctor con vinculación permanente a la Universidad. A su vez, este grupo (que tiene el 57% del voto, por lo que es clave en estos comicios), se desglosa entre el profesorado doctor con vinculación permanente. Son 2.735 personas a las que se suman otros 23 como profesorado funcionario no doctor.
En cuanto al resto de personal docente e investigador (PDI) se contabilizan 1.969 profesionales que tienen en sus manos el 6% de la elección, según los datos hechos públicos por la Universidad de Granada para estos comicios. En este grupo se incluyen 47 profesores eméritos, 820 investigadores en formación y perfeccionamiento, 81 profesores asociados de Ciencias de la Salud y 1.021 profesores más que forman parte del PDI.
Participación
Habrá que analizar el impacto que puede tener la llegada del voto electrónico en estos comicios. Hasta ahora, históricamente, la participación del alumnado ha estado siempre por debajo del 10%. En las elecciones de 2015, cuando fue elegida por primera vez Aranda, votaron unos 15.500 universitarios de los más de 60.000 universitarios con derecho a voto. El índice de participación fue entonces, hace ocho años, del 26,6%. Aranda ganó por una amplia mayoría, que hizo que no fuera necesaria una segunda vuelta. Se llevó el 68% de las papeletas, mientras que su rival entonces, Indalecio Sánchez Montesinos, logró el respaldo del 32% de los electores.
Normativa
El reglamento electoral de la UGR fue modificado en 2019. El texto recoge la posibilidad de procesos electorales mediante voto electrónico. "La reforma de este reglamento electoral de la Universidad de Granada la debemos contemplar dentro de la línea estratégica, en la cual el uso de medios electrónicos adquiere particular importancia", señala el texto en la exposición de motivos. El hecho de que el voto pueda ser telemático permite que participen los universitarios que estén en "una localización remota" y, as u vez, ha eliminado el voto anticipado.
No será la primera vez que se emplee el voto electrónico, aunque nunca se había determinado este sistema para elegir rector o rectora. Se estrenó en las elecciones parciales de claustro y juntas de centro de 2016, hace ya siete años.
El sistema de votación electrónica presentará la configuración de la papeleta de tal manera que todas las candidaturas reciban un trato igualitario. Se permitirá el voto en blanco y el voto nulo. Una vez que finalice el periodo de votación la mesa electoral de votación electrónica recuperará las claves criptográficas que permitan el acceso a la urna digital. Se iniciará entonces el proceso de escrutinio. Se incluirán mecanismos que permitan mantener el voto secreto.
Una vez que finalice el escrutinio se trasladará el acta a la junta electoral para que se publiquen los resultados de las elecciones. Las claves y los votos se guardarán hasta que finalice el proceso.
¿Y si no se puede votar? El reglamento recoge que la junta electoral puede prorrogar la jornada electoral, suspender o aplazar la votación o el escrutinio o acordar que el proceso se haga de modo presencial.
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