Los embalses de Granada despiden el verano con los peores registros de agua almacenada desde 2013

Situación complicada la que sufren los embalses de la provincia gestionados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Los pantanos están bajo mínimos y encaran el tramo final del año hidrológico –que concluye el 30 de septiembre– a un 30,69% de su capacidad. El dato es llamativo si se compara con los registros de los últimos años. A estas mismas alturas de año, en 2020, los embalses estaban a un 38,14%; en 2019, a un 39,24%; en 2018, a un 49,58%... Los datos actuales son los peores desde que el Servicio Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación ofrece datos, 2013.

La causa de esta merma de los recursos hídricos se puede atribuir a la falta de precipitaciones de este año hidrológico. Así, es más que probable que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) active el decreto de sequía para el campo a partir de septiembre, si el cielo sigue resistiéndose a dejar caer un poco de agua. Su presidente Joaquín Páez así lo adelantó a finales de junio y, por ahora, no hay motivos que induzcan a pensar otra cosa.

La falta de lluvias no es un problema, por el momento, que comprometa el abastecimiento de agua en las ciudades y municipios, ya que el agua está garantizada para consumo humano al menos para tres años. El problema grave es para agricultores y ganaderos, que sí pueden llegar a sufrir restricciones si no llueve y la situación de falta de precipitaciones se prolonga en otoño.

Según los datos pluviométricos de la empresa Emasagra, en lo que va de año hidrológico (que comienza en octubre) el acumulado de precipitaciones es de 261,9 litros por metro cuadrado.La media histórica, calculada desde 1960, a estas alturas del año es de 278,6 litros por metro cuadrado.

La situación de la cuenca del Guadalquivir es de “alerta” en la actualidad, si se analiza la disponibilidad de recursos de agua, independientemente de lo que haya llovido, es decir, el “estado global de la escasez”, que es el que indica si hay recursos suficientes para atender las demandas. El 87% del agua se consume en la agricultura y los regantes dependen de los embalses de la cuenca que se denominan como “regulación general”.

A fecha de 1 de agosto de 2021, esa alerta en los recursos de agua puede convertirse en “emergencia” si el indicador que ahora arroja un nivel de 0,266 desciende al nivel de 0,1. Ninguna de las demarcaciones en la provincia de Granada está en esta situación, pero la zona de la Hoya de Guadix sí está en “alerta”, situación en la que se ha estabilizado desde marzo, tras estar en emergencia desde noviembre hasta febrero. Por otro lado, Bermejales y la Vega (Alta y Media por un lado, que toma como referente los volúmenes embalsados en los embalses de Quéntar, Canales, Cubillas y Colomera, y Baja por otro, que se nutre de Bermejales, Quéntar, Canales, Cubillas y Colomera) están en prealerta. La Vega Baja llegó a estar en alerta de noviembre a enero y la Vega Media y Alta también consiguió remontar levemente de la situación de alerta, en la que estuvo los meses de noviembre y diciembre.

Por unidades territoriales de la cuenca, a fecha 1 de agosto, las únicas zonas en situación de “normalidad” en cuanto a recursos de agua (estado de la escasez) son Rivera de Huelva y Rivera de Huesna, Abastecimiento de Córdoba y Abastecimiento de Ceuta.

El tiempo

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ofreció la pasada semana los detalles de la falta de lluvias en todo el país desde que el 1 de octubre de 2020 comenzó el año hidrológico hasta el 24 de agosto de 2021. La ausencia de agua en toda España se sitúa un 8% por debajo del valor normal. En estos 11 meses de año hidrológico se ha alcanzado un valor de 540 litros por metro cuadrado en el conjunto de España, cuando lo normal son 590 litros por metro cuadrado.

En agosto, el déficit acumulado de precipitaciones se mantiene en el 8% durante todo el mes de agosto. Sube un punto más que en julio, que terminó con las lluvias un 7%o por debajo de los valores normales.

Septiembre, sin embargo, comienza con una previsión meteorológica que apunta a la presencia de nubes e incluso de lluvia. Se espera que caiga alguna precipitación a partir del martes, mientras que el miércoles estará previsto el aviso amarillo por tormentas en el norte de la provincia.

La media de precipitaciones para todo el año hidrólogico en Granada –calculada por Emasagra y con datos recopilados desde 1960– es de 413,44 litros por metro cuadrado, un registro muy alejado de los 261,9 litros por metro cuadrado que han caído de octubre a agosto.C abe destacar que el 83% del agua suministrada por Emasagra a los quince municipios a los que surte procede del embalse de Canales, mientras que el resto (un 17%) es de captaciones, de la red de 59 pozos que la empresa tiene en el Área Metropolitana,