Los escolares de Granada comen mejor en los colegios con cocina propia que en los que se sirven catering

Salud

Una encuesta de opinión de FAMPA Alhambra en la que participan más de 550 familias desvela que el 82,7% consideran que sus hijos salen con hambre de los comedores de empresas externas

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Una monitora de comedor sirve un plato a un escolar
Una monitora de comedor sirve un plato a un escolar / G. H.
R. G.

27 de julio 2023 - 14:25

Granada/Un informe elaborado por la Federación de AMPA de Granada “FAMPA Alhambra” y Justicia Alimentaria ha destacado que los niños escolares que comen en colegios públicos con cocinas propias reciben una mejor alimentación que los que son servidos por empresas de catering externas.

El informe, que analiza la gestión de los comedores escolares en Granada desde la percepción de las familias usuarias, revela que hay diferencias significativas entre los colegios donde la comida se elabora al día en las propias instalaciones del centro y aquellos con servicio de catering, donde la comida ya elaborada es transportada en frío desde largas distancias -en muchos casos desde fuera de la provincia-, almacenada en el centro durante varios días y “regenerada” para servir al alumnado a diario.

Una de las cuestiones que más ha llamado la atención de esta encuesta es que mientras que el 82,7% de las familias usuarias del modelo de catering consideran que sus hijos e hijas salen con hambre del comedor, esta cifra se reduce al 48,9% en los centros con cocina propia. En el informe, además, se ofrece información y datos que permiten comprender la relación directa entre la calidad de la alimentación y el hecho de salir con hambre del comedor.

Otro dato llamativo en esta línea es que más de la mitad de las familias vinculadas a comedores con catering eliminarían algún alimento del menú escolar, mayoritariamente por motivos de calidad, mientras que solo el 17% de las familias vinculadas a centros con cocina in situ lo harían y, en este caso, el motivo principal no es la calidad sino la variedad.

Al preguntar directamente a las familias encuestadas qué modelo de gestión del comedor prefieren para sus hijos e hijas, el 87,1% considera inadecuado el modelo de catering y preferiría que los alimentos se cocinasen en el propio centro escolar. En cuanto a sugerencias de mejora, además de poner a funcionar las cocinas en los centros educativos, a las familias les gustaría que se incorporasen a los menús más productos locales y de temporada (91,9% de las encuestadas) y ecológicos (65,9%).

En cuanto a la calidad, el informe revela que los alimentos peor valorados son, paradójicamente, aquellos sobre los que se recomienda una mayor frecuencia de consumo: verduras, hortalizas y pescados. Los motivos del rechazo generalizado a los alimentos de estos grupos alimentarios son la baja calidad de la materia prima o del proceso de elaboración.

Esta cuestión resulta especialmente preocupante para FAMPA Alhambra y Justicia Alimentaria, pues consideran que si la verdura y pescado ofrecidas en los centros educativos no tiene buen aspecto, olor o sabor, las elaboraciones son poco atractivas e insípidas o la materia prima es de mala calidad, "se está haciendo un flaco favor a la educación alimentaria de la infancia, puesto que se está fomentando que los niños y niñas asocien estos alimentos con algo desagradable y que nos les gusta."

El otro gran hallazgo del informe es el gran desconocimiento que tienen las familias usuarias del comedor escolar sobre el funcionamiento y gestión del mismo. Solo 24 de las 554 familias encuestadas conocen, por ejemplo, si en su comedor ha habido inspecciones por parte de la administración y cuáles han sido los resultados de las mismas.

"La inmensa mayoría o no lo sabe o no tiene acceso a la información. Esta falta de transparencia se refleja también en la dificultad -en muchos casos imposibilidad- de acceso al comedor por parte de las familias o de las AMPA, de la que dan cuenta más del 70% de las personas participantes en el estudio. Además, más de la mitad de las familias desconoce el número de personas usuarias del comedor de sus hijos e hijas así como el de personas monitoras. Tampoco se dispone de información sobre el ruido o las medidas de higiene del comedor", han destacado desde la Federación.

FAMPA Alhambra considera que es responsabilidad de la administración involucrar a las familias en la gestión del comedor escolar, fomentando así que este espacio se convierta en parte del proceso educativo y que esté integrado en la vida del centro, tal y como reclama también Justicia Alimentaria. "Sin embargo, los resultados del estudio realizado muestran un panorama en el que predomina la opacidad frente a la información, la participación es prácticamente nula y se hace negocio con un elemento fundamental para la salud y la educación de la infancia, presente y futuras, como es la alimentación", han concluido.

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