Más de 7.000 estudiantes despiden esta semana el actual modelo de Selectividad en Granada

Más de 7.119 estudiantes se darán cita desde este martes en las distintas sedes dispuestas por la Universidad de Granada (UGR) para la última Prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (Pevau) antes del cambio que propone la Lomloe para el próximo año.

De esta forma, la Universidad ha dispuesto 34 sedes para acoger las pruebas, de las cuales trece están en la capital, diez repartidas por la provincia y dos más en Ceuta y Melilla; a ellas habría que sumar las siete establecidas en los centros españoles en el Reino de Marruecos. Según ha explicado en la presentación de esta convocatoria de PEvAU el vicerrector de Estudiantes y Vida Universitaria, Juan Luis Benítez, "las pruebas suponen un trabajo de preparación que comienza en octubre del año anterior, se pone en marcha ya entonces y se intensifica notablemente a partir de febrero para llegar a mayo con todo organizado para que no surjan dificultades durante las pruebas".

Además del incremento en el número de asignaturas evaluables impulsado por la nueva legislación, María del Carmen García Ríos, directora de Acceso y Admisión, ha explicado que, este año, además, el estudiantado puede presentarse a la fase de acceso exclusivamente –cuatro asignaturas obligatorias, que dependen en parte de la modalidad de bachillerato estudiada, que junto a la nota de Bachillerato suman 10 puntos– o a la fase de admisión –de una a cuatro materias voluntarias que permiten alcanzar los 14 puntos–, o a ambas fases.

Según han detallado desde la institución académica, de las más de 7.000 matrículas de la UGR, 5.531 lo son para ambas fases, 288 para acceso y 1.300 para admisión. De ellas, 4.220 corresponden a mujeres y 2.919 a hombres. García Ríos ha hecho hincapié también en el despliegue que requiere una convocatoria como esta: "Los 34 tribunales requieren 34 responsables de sede, otros tantos secretarios, 214 vocales correctores con labor de vigilancia y 34 adjuntos de apoyo. A ello se suman 137 vocales de centro que son profesores que los institutos envían a las sedes para apoyar a su estudiantado y que no tienen labores de vigilancia ni de corrección. Eso suma más de 470 personas que, en definitiva, están a disposición del estudiantado y de que las jornadas se desarrollen con la máxima normalidad y tranquilidad posible". Los estudiantes con necesidades especiales (NEAE) son en esta edición 154 y cuentan con una sede específica.

Los días 4, 5 y 6 de junio tendrá lugar la convocatoria ordinaria y a principios de julio, la extraordinaria. El adelanto de fechas promovido desde la Junta obligó incluso a cambiar el calendario académico de la Universidad de Granada, que 'pierde' dos días lectivos en el segundo cuatrimestre y otros dos en el primero. La relevancia de la prueba y la necesidad de dar seguridad a los estudiantes hace que meses antes se conozcan detalles como el modelo de examen o las ponderaciones, es decir, lo que vale cada asignatura. El actual modelo está diseñado para que determinadas materias puntúen un poco más en función de la carrera a la que se quiere optar.

Una vez que se realicen las pruebas durante estos tres días, las notas se harán públicas a partir de las ocho de la mañana del 13 de junio en el portal del Distrito Único Universitario. Desde ese momento y durante los próximos tres días, se abre un periodo para solicitar la revisión de las calificaciones. La resolución definitiva de estas calificaciones se conocerá el 24 de junio.

La Universidad de Granada pone a disposición del nuevo estudiantado 10.989 plazas para el próximo curso. Para matricularse en ellas, es requisito obligatorio realizar la inscripción entre el 13 y 24 de junio. Posteriormente, se han dispuesto dos fechas de adjudicación, que se completan con 6 listas de resultas. La primera adjudicación será el 4 de julio y la segunda el 18 del mismo mes. Luego, el 26 de julio y el 5, 13 y 20 de septiembre y el 11 de octubre son las fechas para las resultas. Juan Luis Benítez ha explicado en la presentación de la PEvAU que, "por lo general la Universidad de Granada suele cubrir el 90% de las plazas ofertadas entre la primera y segunda adjudicación".

Un examen de la era Covid

Los miles de estudiantes de Granada que este curso preparan la Selectividad tendrán que enfrentarse a una prueba que se diseñó en los tiempos de la pandemia. En 2020, la obligada enseñanza online llevó al Ministerio a plantear una mayor optatividad en los exámenes. La aprobación de la nueva ley orgánica de Educación (Lomloe) en 2022 puso sobre la mesa la demandada reforma de las pruebas que dan acceso a los estudios universitarios y todo parecía indicar que los aspirantes del pasado año se despidieran del actual modelo. Las elecciones en el mes de julio y la demora en la constitución del nuevo Gobierno llevaron al Ministerio de Educación a tomar la decisión de posponer los cambios que prevé la Lomloe a 2025 y dejar este año como estaba.

"Se mantiene el formato Covid", explicó en su momento el vicerrector de Estudiantes y Vida Universitaria, Juan Luis Benítez, que puntualizó que es el Ministerio quien diseña la prueba. En el caso de la Universidad de Granada, ésta es la encargada de realizar los exámenes tanto en las sedes de la provincia como en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Además, gestiona las pruebas en los institutos españoles de Marruecos.

La del próximo año será, también, la celebración del medio siglo de celebración de esta prueba, que arrancó en 1975. A lo largo de estas décadas se ha ido modificando no sólo el modo de calificar, también la duración de la prueba (pasó de hacerse en cuatro días a concentrarse en tres) y el ámbito territorial en el que la prueba tenía validez. En los primeros años, la Universidad de Granada gestionó el sistema de acceso a los estudios universitarios de los institutos de la provincia, pero también de Jaén, Almería y Málaga. Ésta última fue la primera provincia en 'independizarse', y gestionar el examen de sus centros. Hoy, la granadina es la universidad que mantiene la responsabilidad de organizar la PAU en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y de los centros educativos españoles de Marruecos.