Más de 2.000 estudiantes de la Universidad de Granada solicitaron el aplazamiento de exámenes por estar confinados
Universidad
Ante el aumento de contagios, la UGR dispuso la posibilidad de ir a incidencias para aquellos que tuvieran síntomas o hubieran dado positivo
El periodo de evaluación del primer cuatrimestre en la Universidad de Granada se vio marcado por la sexta ola de la pandemia de coronavirus. El aumento evidente de contagios en Granada llevó a la institución a adaptarse de nuevo a las circunstancias y dar luz verde a unas indicaciones adicionales en las que se preveía la posibilidad de retrasar los exámenes en el caso de que el estudiante estuviera confinado. Así se determinó "ante el incremento de casos de Covid-19 o sintomatologías asociadas al virus que se está produciendo en estos momentos y la imposibilidad, en algunas ocasiones, de contar con la inmediatez de respuesta por parte de los centros de Atención Primaria del Sistema Sanitario", indica el comunicado oficial de la UGR.
Ahora, una vez finalizado el periodo de evaluación que dio comienzo el pasado día 12 de enero, se han dado a conocer los primeros datos sobre número de estudiantes que solicitaron aplazar las pruebas. Según la información facilitada por la Oficina de Gestión de la Comunicación, se presentaron "2.160 solicitudes, de las que 2.020 han sido aceptadas y 47 no se han resuelto de forma favorable". La institución cuenta con unos 45.000 estudiantes de grado, lo que supone que apenas un 4% del estudiantado de la Universidad de Granada requirió ir a los exámenes de incidencias por estar confinado. Cabe destacar que en la sexta ola de la pandemia en Granada la tasa de incidencia ha llegado a superar la tasa 1.500 por cada cien mil habitantes a mediados de enero.
Desde la UGR se añade en relación a las solicitudes de aplazamiento de exámenes que "todavía quedan, además, 93 solicitudes pendientes de subsanación. Esto supone que el 93,5% de las solicitudes de evaluación por incidencias asociadas a la Covid han sido estimadas de forma favorable", aclaran en la institución. Se previó la posibilidad de evaluación por incidencias en el caso de ser positivo o por tener síntomas asociados al Covid (tales como fiebre, tos o dolor de garganta). Para solicitar el retraso en las pruebas era preciso, según se indicaba en el protocolo fijado por la UGR, un informe del Servicio de Salud y Prevención de Riesgos Laborales de la UGR, aportar el resultado de la PCR o test diagnóstico o bien una declaración responsable.
"Si tenemos en cuenta que el total de solicitudes de evaluación por incidencias, incluyendo el resto de supuestos que establece la normativa, ha sido 2.524, las correspondientes a las incidencias asociadas a la COVID, suponen -para esta convocatoria- el 85,5%", añaden desde la UGR.
La institución siempre ha apostado por la presencialidad. Para esta última evaluación se dispusieron los protocolos ya en marcha el pasado curso, que obligan a llevar mascarilla, a insistir en la higiene de manos y en la correcta ventilación y apuestan por mantener la distancia interpersonal como medidas sanitarias ante la pandemia.
La pandemia también ha afectado al personal de la institución. Según los datos obtenidos a partir del portal de transparencia, el pasado 10 de enero un total de 110 docentes de la UGR estaban de baja por Covid. Una semana más tarde eran 60 los docentes confinados.
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