El exmarido de Juana Rivas se queja ante la rectora de la Universidad

El abogado de Francesco Arcuri, expareja y padre de los hijos de Juana Rivas, ha presentado hoy una queja formal ante la Universidad de Granada, dirigida a la rectora, Pilar Aranda, por la celebración de unas jornadas que llevan por título 'La protección de los hijos e hijas víctimas de la violencia de género: el caso Juana Rivas' y en las que tiene especial protagonismo la asesora de Maracena Francisca Granados.

El letrado Enrique Zambrano se ha personado en la propia Universidad para presentar su escrito durante la celebración de estas jornadas, en las que se analizaba el caso Juana Rivas como un ejemplo de la problemática de la violencia de género. "La señora Rivas y todo el elenco de personas que la rodean, todas y cada una de ellas con unos intereses muy definidos, no pueden ser excusa por sí solos para que la UGR mancille su prestigio", expone el abogado en su escrito.

A juicio de esta parte, que acredita haber obtenido la razón de todos los órganos judiciales hasta el momento, con este tipo de actos que se celebran hoy en la UGR se continúa "denostando a la justicia" y se contribuye a que haya "juicios populares paralelos". Considera Arcuri que una entidad de prestigio como la Universidad no puede prestarse a ello.

Lamenta también en su queja a la rectora que la institución habilite un espacio y permita que "varios participantes lo hagan como miembros de la comunidad docente de la misma".

La asesora de Juana Rivas, Francisca Granados, que fue investigada en la misma causa por la que la madre de Maracena fue condenada a 5 años de prisión, ha estado hoy acompañada en la mesa redonda de otros profesores de la institución académica como Teresa Ortega, vicerrectora de Responsabilidad Social, Teresa Díaz, decana de la Facultad de Derecho Social, o Miguel Lorente, director de la Unidad de Igualdad de la Universidad. Desde las 9 hasta las 14 horas se celebra en la Facultad de Relaciones Laborales.

El abogado de Arcuri solicita a la rectora de la Universidad de Granada que de forma pública manifieste su posición "al efecto de no compartir lo que en dicho foro se haya podido manifestar". También reclama la reprobación de los ponentes "que usan su habilitación docente en la UGR".