6.000 rugidos de feminismo en el 25-N para borrar del mapa la violencia de género
25-N Granada
Juana Rivas no ha asistido finalmente a la convocatoria que clamaba por su protección y la de sus hijos
Así hemos contado la manifestación contra la violencia de género en Granada
Detenido un hombre armado con una navaja por intentar a gredir en la manifestación del 25-N en Granada
El 25 de noviembre cumple este 2019 dos años desde que se convirtió en viral en el mejor sentido de la palabra. Gracias al movimiento feminista la lucha contra la violencia de género no es testimonial ni ocupa las bocas de unas pocas. El feminismo en granada ruge y rabia ante la presentación de una nueva cifra, de un nuevo nombre que hay que marcar en negro porque el machismo ha vuelto a actuar.
El feminismo en Granada se volvió a coronar esta tarde en la marcha de la efeméride contra la violencia machista y aunque con menos afluencia, el rugido resonó igualmente. Ya van dos años en los que a las manifestaciones del 8 de marzo, Día de la Mujer, y al 25 de noviembre, Día Contra la Violencia de Género les acompaña la lluvia, pero ni la peor de las tormentas puede parar las más de 6.000 gargantas que ayer llegaron hasta los tejados más reaccionarios del centro de la capital.
Una manifestación que en esta edición ha venido precedida de desavenencias entre los propios colectivos feministas a cuenta del ‘protagonismo’ de Juana Rivas, a quien se le ha dedicado la marcha y el manifiesto. La vecina de Maracena no asistió a la convocatoria que clamaba por su protección y por la de sus hijos y que ha supuesto un cisma entre las asociaciones convocantes, Plataforma 25-N y Movimiento Feminista de Granada y la asociación La Volaera, que no comparten que un solo nombre propio monopolice una efeméride que recuerda a todas las víctimas de la violencia de género.
Pero la jornada ha tenido otro altercado negativo, la intromisión de un hombre, del que fue testigo este periódico, que agredió con una navaja a las mujeres de la batucada Bembé mientras tocaban aunque no hubo que lamentar ningún daño. Las propias músicas aseguran que creen que el individuo, que vive en la calle, no intentó agredirlas a ellas si no a sus tambores. El agresor finalmente fue detenido por la Policía Nacional que acudió trascurridos unos segundos desde que las de Bembé lograran inmovilizarlo en el suelo. El cuerpo, asegura que el indigente sí intentó agredirlas cuando fue reducido.
Dejando a un lado el episodio, la manifestación contó con un público fiel: el de las mujeres jóvenes y de mediana edad –la mayoría eran de apenas 20 años– y en esta edición sumó una gran cantidad de hombres de todas las edades . El feminismo, ha pasado de ser un reducto social y comienza a convertirse en una normalidad en Granada.
Las primeras fueron ellas, mujeres, que comenzaron a marchar desde el Triunfo, sin agotamiento ni frío: solamente la pulsión viva del recuerdo de las que ya no están porque un hombre decidió que podía acabar con su vida. También clamaron por todas aquellas que siguen viviendo en el infierno y a las que cada canto feminista quiere insuflar fuerza para que agarre la puerta y no vuelva. También había cantos de quienes habían logrado ver el mundo más allá de los ojos de un maltratador, porque de lo que todas estaban seguras es de que “hay salida compañera”.
Ese grito, así como el de “tranquila hermana aquí está tu manada” eran las premisas de un espíritu acorde: las mujeres están para salvar a otras mujeres y no hay soledad impuesta que no se cure con comunicación. La sororidad que más allá de las bromas tontas funciona como trinchera y sostén de los ánimos que la necesitan.
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