La Fiscalía de Granada pide 14 años para trece acusados por la fábrica ilegal de tabaco en Ventas de Zafarraya
El juicio fue suspendido el 15 de enero pasado debido a la incomparecencia de varios acusados
A juicio trece acusados de montar una fábrica clandestina de tabaco en Ventas de Zafarraya
Granada/La Fiscalía Provincial de Granada ha solicitado penas de entre seis y catorce años de prisión para trece acusados de pertenencia a organización criminal, contrabando y delitos contra los derechos de los trabajadores, en una causa que investiga cómo se organizaron para la "la instalación, puesta en marcha y explotación de una fábrica ilegal de tabaco ubicada en la pedanía alhameña de Pilas de Algaida", específicamente en Ventas de Zafarraya.
Dado el número de acusados, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada llevará a cabo el juicio en el edificio judicial de Caleta, con una duración prevista de cinco días a partir del próximo 14 de octubre. El juicio ya había sido suspendido el 15 de enero pasado debido a la incomparecencia de varios acusados.
La petición de las penas de 14 años de prisión son para un ciudadano español y otro ruso a los que la Fiscalía sitúa en la cúspide de una organización acusada de activar la fábrica, según consta en el escrito de conclusiones provisionales del ministerio público.
Los procesados son diez españoles, quienes, junto con el ciudadano ruso, y otros dos de nacionalidades ucraniana y sudafricana, se habrían puesto de acuerdo en 2017 para desarrollar sus operaciones entre la Axarquía de Málaga y el Poniente de Granada a fin de "obtener beneficios económicos ilícitos" con la citada fábrica de tabaco de contrabando, dentro de una nave que habrían hecho pasar por agrícola junto a la carretera A-402.
Se los acusa por la presunta comisión de delitos de pertenencia a organización criminal y de contrabando, y contra los derechos de los trabajadores.
Los dos procesados considerados cabecillas de la banda se enfrentan también a una petición de la Fiscalía para que paguen multas de más de cuatro millones de euros. El resto, de resultar condenados, habrían de pagar cantidades que van desde los alrededor de 1,5 a los más de tres millones de euros.
La organización criminal habría funcionado con arreglo a criterios jerárquicos, con las tareas "perfectamente repartidas", las cuales sólo habrían cesado una vez se produjeron la entrada y registro judiciales del 5 de diciembre de 2017. En la cúspide había un tercer individuo que no ha sido localizado. El ciudadano ruso y su lugarteniente, el procesado de nacionalidad ucraniana, tenían supuestamente experiencia previa en la elaboración de tabaco en Europa del Este, detalla el fiscal.
Precisamente de Ucrania eran la mayoría de trabajadores de origen extranjero sin permiso, que se habrían desplazado para la producción de cigarrillos que posteriormente se distribuían con el nombre comercial de J5, en una actividad comercial no declarada ni sometida a impuestos.
Habrían llegado a trabajar desde las 8:00 a las 18:00 horas "con apenas 20 minutos de pausa para comer un bocadillo que les era facilitado y todo ello a cambio de unas cantidades que oscilaban entre los 500 y los 700 euros mensuales que no consta que se hubiera abonado en ningún caso".
El 5 de diciembre, en paralelo, se produjeron entrada y registro judiciales también en un almacén de Chauchina, "decomisándose numeroso aparataje, maquinaria, vehículos, embalaje y tabaco en diferentes formas".
En la nave se incautaron un total de 37 cajas de picadura, y 132 con miles de cajetillas de cigarrillos, entre otro material. La valoración de mercado de la mercancía intervenida ascendía a más de 1,1 millones de euros, multiplicando "por 75,87 veces la que delimita el delito de la mera infracción administrativa".
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