La Fiscalía mantiene su petición de cárcel para el acusado de apoderarse de la Santa Margarita

La Fiscalía ha mantenido este miércoles su petición de cinco años de prisión para el acusado de apoderarse en 2018 de una valiosa talla de Santa Margarita de Cortona del convento de Los Ángeles de Granada, que declaraba, este pasado martes en el inicio del juicio que se ha seguido contra él en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, que se la "compró a las monjas por 10.000 euros" bajo el convencimiento de que ellas "tenían permiso para venderla" y asegura que en ese momento "no sabía nada de su valor".

Así lo han indicado fuentes del caso después de que este miércoles el juicio haya quedado visto para sentencia. Hay un segundo acusado en esta causa que se enfrenta a una petición fiscal, también confirmada por el ministerio público en sus conclusiones definitivas, de tres años de prisión por un delito de receptación.

La Sección Segunda de la Audiencia de Granada fue el escenasrio de la segunda sesión del juicio por la sustracción de esta figura barroca del siglo XVIII atribuida a José de Mora. Está valorada en unos 400.000 euros y, a pesar de estar incluida en el registro del Patrimonio Histórico Andaluz, acabó siendo ofrecida para la venta en la Feria de Arte y Antigüedades de Nueva York.

La Fiscalía mantuvo que el principal acusado presuntamente recibió la pieza para su restauración y se apoderó de ella devolviendo a las monjas una copia, que inicialmente no detectaron el cambiazo.

El acusado negó esta versión, matizando que no es restaurador sino que se dedica a la compraventa de antigüedades. "Me dijeron que el convento estaba cerrado y que querían vender cosas". "Vine aquí, me gustó y la compré y luego ya me enteré de que era buena", relató el pasado martes a preguntas de la fiscal del caso.

Según defendió el acusado, en ese momento desconocía que la obra formara parte del Patrimonio Histórico Andaluz o que estuviera prohibido comerciar con esta clase de bienes. "También compré un San Agustín de la misma medida", llegó a decir durante el juicio del caso, en el que también ejerce acusación la Junta de Andalucía.

Según relató, pagó a las monjas "en mano" y no hizo ningún documento que acreditara la operación porque ellas "no quisieron", así como tampoco firmó el escrito que las religiosas le entregaron exponiendo que le entregaban la Santa Margarita junto a otras piezas para su restauración.

La talla acabó siendo ofrecida para subasta en la Feria de Arte y Antigüedades de Nueva York a través de una galería de arte madrileña cuyo propietario es el acusado por la presunta comisión del delito de receptación.

Esta persona declaró este pasado martes ante el tribunal de la Audiencia que compró la imagen al otro acusado por 90.000 euros -la mitad del pago fue con dinero y el resto con un coche de segunda mano- pero desconocía que viniera de un convento o que existiera en todo caso un origen ilícito que impidiera comerciar con ella. Relató que tras hacer indagaciones sobre el valor de la obra, "que no constaba como robada", obtuvo el permiso del Ministerio de Cultura para exportarla y la ofreció para la venta en la feria de Nueva York a un precio de 350.000 euros. La imagen no llegó a salir hacia Estados Unidos y fue recuperada tras ser entregada a los agentes encargados de la investigación.