Los fondos de inversión incrementan su interés por las residencias universitarias en Granada
UGR
La oferta de este tipo de alojamiento para estudiantes crecerá el próximo año con 1.650 nuevas camas
Granada tiene un innegable atractivo para la comunidad universitaria. Como muestra de esta afirmación, un dato. En el proceso de preinscripción que se desarrolló tras la convocatoria ordinaria de la Selectividad la Universidad de Granada recibió un número de solicitudes de ingreso once veces superior a la oferta de plazas. Buena parte de esta bolsa de peticiones de admisión, unas 120.000, estaban tramitadas por estudiantes de fuera de la provincia de Granada.
Según los datos de la última memoria académica de la UGR, prácticamente la mitad de los 45.000 matriculados en estudios de grado (unos 26.000 estudiantes) son de otras provincias, a los que se suman casi 4.000 extranjeros que cursan aquí un semestre o curso completo. Evidentemente, esa movilidad tiene como consecuencia la necesidad de agenciarse un lugar para vivir durante el curso. Para el próximo año se prevén 1.650 nuevas camas en residencias universitarias, un crecimiento que es constante en los últimos años y que, parece, no ha tocado techo. En Granada los colegios mayores y las siete residencias universitarias vinculadas con la UGR suman aproximadamente 2.100 plazas, a las que hay que sumar la oferta de empresas privadas dedicadas al alojamiento de universitarios.
Este año, según la información facilitada por el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada, Miguel Ángel Fernández Madrid, se han dado permisos para establecer nuevas residencias universitarias en cinco inmuebles. Se trata de proyectos que se plantean en la calle Acacias, donde se ha instalado LIV Student, empresa con presencia en Portugal, Reino Unido, Irlanda o Estados Unidos; en Camino de Ronda, en lo que era el cuartel de Automovilismo, donde se implantará Livensa living, que cuenta con alojamientos para estudiantes en diez ciudades españolas (entre ellas la propia Granada, en Cartuja) y también en Portugal; en Nuestra Señora de la Salud, donde ya se puede reservar plaza para el próximo curso en la residencia bautizada como Bravo, con 255 plazas, del grupo AyC Homes; en la avenida María Moliner, en la zona del Hipercor, se proyecta la cuarta; y la quinta se sitúa en el campus del PTS, donde avanzan los trabajos.
Estos proyectos se unen a los que ya se han desarrollado en los próximos años y los que vendrán. Ya se ha anunciado por parte de la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, y el alcalde de la capital, Francisco Cuenca, que en la Azucarera de San Isidro el desarrollo del centro de cultura e investigación irá paralelo a la oferta de servicios como, precisamente, una residencia de estudiantes.
Según la consultora JLL, "las residencias ubicadas en el centro de la ciudad atraen especialmente el interés de los inversores". Entre las ciudades identificadas como "preferidas" por estos inversores aparece, justamente, Granada. Es, siempre según la clasificación realizada por JLL, la quinta ciudad española en la que más interés hay por desarrollar este tipo de negocio. Por delante están Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga.
"Un elevado número de estudiantes en la ciudad son susceptibles de necesitar alojamiento. Con estos datos se infiere que, incluso cuando esté entregado todo el nuevo stock actualmente en pipeline, la demanda insatisfecha continuará siendo muy significativa", argumenta la consultora. Traducido significa que aunque se ocupen todas las plazas que se han proyectado en este ciclo, todavía se prevé que haya más necesidad de residencias en Granada.
La ciudad cuenta con quince estudiantes por cada cama de residencia. Granada, que en el informe de la consultora se define como "destino estrella entre las ciudades universitarias", "llama la atención de inversores y promotores". En 2023 se prevé que, aproximadamente, haya 1.650 nuevas camas, lo que supone un descenso con respeto al crecimiento que se registró en el curso 2019/2020.
Un ejemplo de ese interés por parte de los inversores está en la adquisición del operador belga Xior Student Housing del colegio mayor Loyola de Cartuja, una operación estimada en los 37 millones de euros y que ha permitido que la ciudad cuente con 354 camas más bajo la denominación de Amro.
Precios más caros que el curso anterior
El precio medio de residir en uno de estos alojamientos es de 512 euros al mes. Hay ofertas que hacen que el coste sea inferior, pero si se añaden los distintos servicios el precio sube. Se puede compartir habitación, optar por una plaza individual, contar con cocina propia, en alojamientos tipo suite, o no. Todo depende de lo que se esté dispuesto a pagar. Esa media, calculada por la consultora JLL, es un 7% superior al precio medio del curso anterior.
Entre los servicios que se ofertan están desde práctica de yoga o piscina, servicio de limpieza, sala de juegos, salones privados, zonas verdes, wi fi o atención las 24 horas.
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