Los genes del reloj circadiano se relacionan con la obesidad, según un estudio en el que participa la Universidad de Granada
UGR
El estudio, publicado en la prestigiosa revista 'Clinical Nutrition', revela que la preferencia de más actividad por la mañana o por la noche está relacionado con los genes del reloj circadiano y con el riesgo de obesidad
El grupo de investigación de Epidemiologia del Cáncer del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.Granada) ha realizado un estudio que revela que la calidad del sueño, el cronotipo de las personas y otros factores relacionados con el reloj circadiano podrían estar relacionados con el riesgo de obesidad.
Los ritmos circadianos son cambios cíclicos en los procesos de nuestras células que se repiten aproximadamente una vez cada 24 horas, determinando lo que se conoce como reloj circadiano, el cual juega un papel fundamental en multitud de procesos fisiológicos del cuerpo humano, como en la regulación del sueño, el metabolismo y el sistema inmunológico. Los ritmos de vida de las sociedades modernas, que generan estrés, ansiedad, tiempos de sueño alterados o los tiempos de ingesta de alimentos, entre otros, pueden producir alteraciones en este reloj circadiano, lo que parece que podría afectar a la salud y el bienestar.
Este estudio del ibs.Granada, en el que también participa la Universidad de Granada (UGR), se ha realizado en más 40.000 españoles que pertenecen a "un potente estudio multicéntrico que se inició en 1992, en el que participan más de medio millón de personas de diez países europeos y 23 centros", indica la UGR en un comunicado. Se trata del Estudio Prospectivo Europeo sobre Nutrición y Cáncer (European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition), EPIC), del que forma parte el grupo de investigación de Epidemiologia del Cáncer del ibs.Granada como centro coordinador en Granada y España, cuyo objetivo es analizar la relación entre la nutrición, el estilo de vida, los factores ambientales y la incidencia del cáncer, así como otras enfermedades crónicas.
La investigación de este estudio sobre ritmos circadianos en EPIC se realizó en Asturias, Gipúzcoa, Navarra, Granada y Murcia. En relación con el cronotipo de las personas, es decir, la preferencia para realizar actividades en horarios de mañana (cronotipo matutino) o tarde-noche (cronotipo vespertino), se encontró que los genes del reloj circadiano se asocian con el cronotipo. No es el primer estudio que evalúa la relación entre un gen circadiano con el cronotipo y con el riesgo de presentar obesidad, pero en esta investigación granadina se han incluido hasta un total de 6 genes y sus 12 variantes genéticas, observándose por primera vez, que la combinación de estos genes permite predecir el cronotipo de la persona. Este estudio es también el primero que ha evaluado cómo influye la genética del reloj circadiano y el cronotipo sobre los cambios de peso y de obesidad en el tiempo. Según los resultados encontrados en este estudio, la predisposición genética al cronotipo vespertino se asocia con la obesidad desde la edad adulta temprana hasta la edad avanzada.
También se observó que las variantes genéticas de los 6 genes evaluados se asocian con otras variables del ritmo circadiano, como la calidad del sueño, o los horarios de ingesta de las comidas. En relación con la calidad del sueño, los resultados apoyan que el reloj circadiano puede influir en el riesgo de obesidad, al encontrar que una mayor duración del sueño podría proteger contra la obesidad en personas que portan alelos de riesgo en los genes de este reloj. Además, se sabe que los patrones de sueño alterados causan cronodisrupciones, que afectan el cerebro y el tejido periférico, la fisiología del tejido adiposo y la secreción de hormonas y, en consecuencia, conducen a la alteración del comportamiento alimentario y la obesidad. Por último, también se mostró una asociación entre las personas que no desayunan después de despertarse y el riesgo de obesidad.
Sobre el grupo de investigación
El grupo de investigación “Epidemiologia del Cáncer” del ibs.Granada, cuya investigador responsable es María José Sánchez Pérez, además de directora científica de este instituto, es un grupo de investigación que se creó en 1985, mucho antes que la creación del ibs.Granada. Incluye investigadores de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) y del CIBERESP con una amplia formación y experiencia en diferentes áreas: oncología, epidemiología del cáncer, estadística, economía de la salud, epidemiología ambiental, epidemiología nutricional, salud pública, antropología y psicología. Los investigadores han participado en proyectos de investigación multicéntricos, tanto nacionales como internacionales, relacionados con la etiología, la atención médica y la supervivencia de los pacientes con cáncer, la epidemiología ambiental y la economía de la salud.
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