"Hay gente que cobra el paro y no ha dado un palo al agua en su vida"
Unos callan, otros sonríen con complicidad y hay quien habla claro y afirma que la 'compraventa' de contratos en la Zona Norte no es ninguna novedad · Para ellos, lo noticioso es que no se haya denunciado antes

"Aquí hay gente que no ha dado un palo al agua en su vida y que cobra su paga religiosamente, ¿cómo te explicas tu esto?". Ésta era la pregunta que realizaba ayer un vecino mientras buscaba reacciones a la noticia que cifra en 200 parados de la Zona Norte los implicados en fraude a la Seguridad Social.
Para él y para aquellos que se encontraban a la puerta de uno de los bares de las parcelas la cuestión no era nada noticiosa, más bien lo contrario. No todos en el barrio querían hablar del tema. Unos callaban, otros reían con cierta complicidad y decían no saber nada, pero los que hablaban, lo hacían alto y claro. "Aquí se compran y se venden contratos de toda la vida. Siempre ha habido trapicheos, pero lo fuerte no es eso, es que sepa desde hace mucho tiempo y salga a la luz ahora", alertaban los vecinos.
Cualquiera que se dé una vuelta por el barrio puede darse cuenta de que hay gente que no trabaja o que lo hace de manera esporádica y en empleos modestos y, sin embargo, tienen coches de gama alta o joyas impagables por muchos mortales. "Lo mismo ocurre con las bajas laborales o con los certificados de invalidez". Hay quienes manifiestan que la presión o "las amenazas" hacen, por ejemplo, que haya médicos que firmen o prolonguen situaciones ilegales o que, al menos, pueden rozar la ilegalidad. Pero los negocios que se gestan entre las familias o los vecinos entra dentro de un pacto de silencio en el que se informa pero no se delata.
Lo llamativo de todos los casos es que quienes cuentan esta realidad también advierten de la otra cara de la moneda: la de la situación laboral que afecta al 80 por ciento de los vecinos de la Zona Norte. "Aquí todo es paro". Tan sólo hay que mirar a la vuelta de la esquina y observar el grupo de jóvenes que hay sentados en un banco. "Se pasan las horas en la calle, algunos porque quieren y otros porque no les queda más remedio que estar atendiendo sus casas pero ese es su día a día", explican los señores.
Hay casos, y todo apunta a que este pueda ser uno de ellos, en los que la argucia de unos arrastra a otros, de tal manera que la cadena laboral se hace tan larga que nadie sabe qué firma ni para quién lo firma. Las asociaciones vecinales de Norte son contundentes y en relación a los supuestos contratos fraudulentos y a las empresas fantasmas manifiestan dos opiniones. "Hay quien sabe perfectamente lo que hace y por qué lo hace y hay otros que no tienen ni idea de dónde se han metido".
Muchos de estos últimos negaban ayer su implicación en la trama en las declaraciones que realizaron en dependencias de la Jefatura Superior de Policía. Sus testimonios continuarán hasta final de semana y será entonces cuando se puedan hacer unas valoraciones oficiales de las primeras pesquisas. De todas maneras, la investigación, que se divide en tres fases, continuará en enero y podría aglutinar hasta 400 imputados. Los acusados siguen acudiendo a la comisaría en tandas de 30 en 30 y aquellos que lo necesitan tienen a su disposición a toda una serie de abogados de oficio que se encargarán de asistirles jurídicamente.
La cuestión es que como señalaban los propios vecinos, la trama que en un principio apuntaba a grandes empresas granadinas se ha quedado enredando "a los de siempre, a los que aparentemente, menos tienen".
También te puede interesar
Lo último