Granada, entre las capitales de España donde más se ha reducido la oferta de alquiler de vivienda tras la pandemia

Granada/Se cumplen 5 años del inicio de la pandemia, una tragedia sanitaria que no sólo impactó en la salud, sino también en muchos otros ámbitos. También afectó al mercado de la vivienda, que en Granada ha visto como en los últimos cinco años ha reducido su oferta de alquileres en un 71%. Esto significa que, respecto a antes de que el Covid-19 llegara a nuestras vidas, ahora hay siete veces menos posibilidades de encontrar un inmueble en alquiler que lo que había a principios de 2020. Y no sólo eso. Ahora, alquilar una vivienda en la capital granadina cuesta de media un 23% más que hace un lustro.

Según los datos de Idealista, uno de los portales web más destacados en la búsqueda de viviendas en alquiler, la situación respecto a hace cinco años ha cambiado, y mucho. El estado de alarma y las restricciones de movimiento trajeron un aumento meteórico de la oferta de alquileres permanentes, que se duplicaron en pocos meses. Muchas viviendas turísticas pasaron a ofrecerse entonces como viviendas disponibles para largos periodos, ante la incertidumbre y la fuerza con la que las olas y las cepas golpeaban a Granada. Las clases online también impactaron en una ciudad con miles de pisos de estudiantes, que salieron de ese mercado buscando otras alternativas. En ese momento concreto, los precios comenzaron a bajar, como consecuencia de la ley de oferta y vivienda, y en diciembre de 2020 se alcanzó el record máximo de oferta de alquileres disponibles en la capital nazarí.

Sin embargo, una vez terminado el estado de alarma, y también influenciados por la guerra de Ucrania y la crisis inflacionista de 2022, la situación cambió drásticamente. El mercado inmobiliario se dinamizó, con granadinos buscando inmuebles más amplios después de la experiencia del confinamiento, las viviendas volvieron a alquileres temporales para turismo o estudiantes, y los precios comenzaron a subir hasta llegar a los últimos datos registrados en la actualidad.

De diciembre de 2020 hasta los últimos datos de febrero de 2025, el stock de vivienda en alquiler disponible en Granada se ha reducido un 71%, convirtiéndose en la segunda ciudad andaluza y la quinta en toda España en la que se produjo una mayor caída de la oferta disponible. Además, Granada ha experimentado un incremento desde su precio más bajo del 23%, aunque esto lo deja en el grupo de ciudades españolas en las que menos se ha incrementado este porcentaje.

La mayor caída de oferta disponible desde la pandemia en toda España se ha registrado en Barcelona, donde ésta se ha reducido un 84% desde diciembre de 2020. Le siguen los descensos de Sevilla (-73%), como primera ciudad andaluza; Palma (-73%), Madrid (-71%), y el ya citado caso de Granada (-71%), tras lo que aparece Las Palmas de Gran Canaria (-70%). Con caídas por debajo del 70% se encuentran San Sebastián (-65%), Málaga (-64%), Valencia (-63%) y Bilbao (-61%). Aún así, hay siete capitales en las que la oferta de alquileres ha aumentado desde diciembre de 2020: la mayor subida se ha dado en Cuenca, con un crecimiento del 149%, seguida por Ceuta (81%), Segovia (48%), Soria (20%), Huesca (18%), Melilla (13%) y Badajoz (12%).

En cuanto al incremento de los precios desde diciembre de 2020, todas las capitales analizadas han subido sin excepción. Los precios del alquiler han crecido un 74% en Valencia, mientras que la subida en Barcelona ha sido del 62% y en Alicante del 60%. Les siguen los ascensos de Málaga (55%), Segovia (54%), Palma (53%), Ávila (45%) y Madrid (44%). Las menores subidas, en cambio, se han dado en Lleida (15%), Melilla (17%), Bilbao (19%), Vitoria (19%), Pamplona (20%), San Sebastián, Badajoz y Salamanca (21% en los tres casos) así como el 23% recogido en Granada.

Según ha destacado Idealista, una vez terminado el estado de alarma, "las políticas adoptadas por el Ejecutivo no se focalizaron en crear oferta, pese a la comprobación empírica de que su aumento reducía los precios. Las sucesivas medidas punitivas y coercitivas de cara a los propietarios propiciaron la drástica desaparición de la oferta: desde el máximo de diciembre de 2020 la oferta de alquileres permanentes en España ha caído un 56%, mientras que los precios se han incrementado un 30% de media en el mismo periodo".