Granada tendrá este año una campaña de la aceituna con el doble de producción que en 2022 y 2023

Se recogerán más de 100.000 toneladas de aceite, aun lejos de las mejores campañas previas a la pandemia, pero esto ayudará a bajar los precios

Impulsan con 5,5 millones de euros la modernización de industrias olivareras en Granada

Un agricultor recoge la aceituna caída del árbol / G. H.

Granada/Después de dos años de muy malas cosechas de aceituna en la provincia de Granada a consecuencia de la sequía y la falta de precipitaciones, el sector de la agricultura ve con mucho optimismo la campaña de 2024, que esperan que sea el comienzo de la recuperación del olivar granadino. Una recolección que será mejor que las de 2022 y 2023 juntas, lo que abrirá la puerta a una bajada en el precio del aceite, al menos en origen.

Según las primeras estimaciones tanto de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía como de las organizaciones agrarias de la provincia, se esperan recoger alrededor de 100.000 toneladas deaceite de oliva en sus distintas variedades de una producción de 516.500 toneladas de aceitunas para almazara.

El presidente de la asociación Asaja Granada, Manuel del Pino, ha destacado a Granada Hoy que, con estas cifras, nos encontramos con una campaña que será "el doble de lo que fue las dos anteriores", pero aun lejos de las cantidades que se recogían en los años prepandemia. "Es una cosecha que equivaldría a dos tercios de una buena, pero se va normalizando la situación, y esperemos que se quede ahí y no volvamos a episodios recientes".

"En estas últimas semanas hemos vivido con algo de tensión, porque se podría haber perdido la mayoría de la cosecha por la situación climatológica que teníamos, pero gracias a la poquita agua que cayó la semana pasada, a la bajada de las temperaturas y a las lluvias que tuvimos este fin de semana y a la que va a venir, la cosecha va a llegar a buen puerto", ha destacado el representante agrario.

La previsión para la campaña 2004-2025 es que en Andalucía se registre una producción de 5.347.700 toneladas de aceituna para almazara y en torno a 1.021.000 toneladas de aceite, con un aumento del 19,7 % de la media de las últimas cinco campañas. Granada ayudará a esas previsiones con sus 209.000 hectáreas de terrenos dedicadas al olivar en la provincia, el 13% de toda la comunidad.

Un trabajador varea un olivo con la ayuda de una máquina / G. H.

La mejoría en la cosecha va a suponer, indudablemente, una bajada en los elevados precios del aceite de oliva. Aunque no se volverán a registrar precios tan bajos como los que se vivieron cinco años atrás, cuando el litro rondaba los 2,5 euros en almazara. Pero sin duda este año tampoco volverán los dos dígitos al precio de esta materia prima, como ocurrió cuando esta materia alcanzó e incluso superó los 10 euros por litro.

Del Pino ha asegurado que los precios que se esperan pagar a los agricultores por la aceituna serán "razonables" para el agricultor, y que el consumidor verá una bajada en los costes de un producto básico y necesario para la dieta mediterránea. "Habiendo más cosecha, el precio está bajando porque se espera una buena campaña. Ahora mismo está en almazara entre seis y siete euros. Los primeros aceites de la campaña van a ser algo más caros, pero conforme se estabilice la recogida y la producción se estabilizará el precio", ha vaticinado.

Problemas para encontrar mano de obra

Según han denunciado diferentes organizaciones agrarias, la campaña se encuentra amenazada este año por los problemas que están teniendo los agricultores para encontrar mano de obra que quiera trabajar en la recogida de la aceituna. Según las estimaciones de Asaja, hacen falta cerca de 10.000 trabajadores para poder acometer la campaña de la aceituna con garantías. Por ello, llevan un par de semanas reivindicando al Gobierno que active los mecanismos necesarios para que la recogida no se vea lastrada por esta falta de empleo.

Según Del Pino, en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) hay 6.000 demandantes de empleo en el sector de la agricultura, pero no más de un 10% están dispuestos o disponibles para trabajar. "¿Por qué? Porque en algunos casos los demás tienen un subsidio y este no es compatible con un contrato laboral, y en otros porque son personas que nunca han trabajado en este sector, pero están apuntados para pagar Seguridad Social y cotizaciones. Con todos ellos no podemos contar, por lo que la falta de mano de obra es patente", ha señalado.

Según denuncian las asociaciones agrarias, las soluciones que les plantea el Ejecutivo son ir a contratar en origen a trabajadores de otros países con los que se tienen convenios, o regularizar por arraigo a trabajadores. En ambos casos, los agricultores de Granada no pueden realizar estos movimientos porque o no disponen del dinero suficiente, o los plazos administrativos son muy largos y no solucionarían la falta de mano de obra inmediata que se necesita.

Dos trabajadores vareando los olivos de una finca / G. H.

"Para contratar en origen el SEPE tiene que emitir una autorización y te obliga a contratar durante tres meses, algo que la tipología de empresas de Granada no pueden hacer porque la campaña dura menos y hay muchos gastos para traerlos, contratarles y alojarles. Por otra parte, solicitar por arraigo la regularización requiere un expediente que se tramita en dos años, por lo que no se llega para solucionar los problemas actuales. Además, hay gente que lo ha hecho, y cuando el trabajador obtiene el permiso dos años después se va a otra provincia o a otro sector porque ya tienen sus papeles. Ellos son libres de hacerlo, pero el empresario se esfuerza para que dos años después se marchen. Y al final esto no nos sale rentable", ha detallado Del Pino.

Regularización de inmigrantes como incentivo

En vista de los problemas, Asaja ha planteado al Gobierno en todos sus estamentos que de manera extraordinaria se pueda contratar legalmente a los inmigrantes irregulares que residen en toda España y "desean una oportunidad". "Pedimos que se nos permita que a estas personas se las contrate con un contrato temporal, darlos de alta y que trabajen con los salarios acordes al convenio colectivo. Cada mes entran 2.000 inmigrantes por las fronteras, principalmente de Canarias, que se reparten por España, y están dispuestos a trabajar. Pero no los podemos contratar, porque son ilegales, pero tampoco pueden ser expulsados porque inician su proceso de asilo".

"Entonces nos encontramos con una dicotomía de gente en su mayoría joven con ganas de trabajar que están en España, pero que viven en un limbo administrativo, y a un sector que necesita mano de obra de forma urgente, pero que no puede contar con estas personas. Por eso pedimos que se las deje trabajar con nosotros y que sigan siendo demandantes de asilo, y que el expediente siga", ha reclamado el responsable agrario.

El pasado miércoles se reunió la Comisión de Flujos Migratorios en la sede de la Subdelegación del Gobierno en Granada para analizar las necesidades de contratación de trabajadores migrantes para la próxima campaña de recolección de la aceituna. Y ante la propuesta de Asaja, la respuesta del Gobierno fue que esta medida "legalmente no es posible".

Desde Asaja Granada entienden que la falta de mano de obra en el campo es estructural y que se debe trabajar coordinadamente desde las Administraciones para abordarlo, pero "el hecho acuciante es salvar la campaña actual en la provincia" y para ello han propuesto que de manera extraordinaria se pueda contratar legalmente a los inmigrantes irregulares que residen aquí y "desean una oportunidad".

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