“Nos hemos encontrado guarderías en cuadro ¿qué podemos hacer? No podemos hacer nada”
Antonio Jesús Castillo | Delegado de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación
Reconoce “muchas inercias” y que su primera misión es “abrir puertas y ventanas”
Admite que los presupuestos condicionarán la construcción de nuevos colegios ya anunciados
Antonio Jesús Castillo ha pasado a la primera línea de la gestión en la Administración al asumir el cargo de delegado territorial de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. Su nombre no aparecía en ninguna quiniela pero asume que su capacidad para proponer y gestionar son los avales que le han llevado hasta La Normal.
–¿Cómo ha sido su llegada al cargo de delegado territorial?
–Tal y como predije y ya he anunciado al consejero [Javier Imbroda], si me nombra vengo a hacer propuestas de mejora. Soy docente y en Educación es donde más cómodo me siento y tengo un conocimiento concreto e idea de dónde mejorar. En cuanto a Políticas Sociales y Conciliación, el reto es mayor. Le estoy dedicando muchísimo tiempo. El cuanto al Deporte, tampoco tengo problemas. Ahí no tengo evidentemente mucho más que aprender, aunque siempre hay que aprender y disfruto con ello.
–Su nombramiento fue una sorpresa...
–Estos nombramientos son sorpresa... Nunca he tenido ningún cargo político, ni dentro de Ciudadanos. Colaboré en el grupo de Educación durante años, con María del Mar Sánchez. Les gustaría la línea de las propuestas que hacía. Un día nos dijeron que quien se considerara preparado para asumir este reto que presentara su currículo. Creí que podía estar. Lo presenté. Me llamaron de la Consejería. Tuve una entrevista con el consejero y no me dijo ni que sí ni que no, y al día siguiente apareció mi nombramiento en el BOJA. Con esa naturalidad fue mi entrada en la política.Al consejero ya le dije que mi historia política no existe. No había tenido nunca nada. Mi principal valor es el de la gestión, y en esa parte me encuentro muy bien. En la parte política, reconozco que tengo más deficiencias, pero bueno, esto es cuestión de aprender.
–¿Cómo valora el equipo que se ha encontrado en la Normal?
–La Normal es la casa de la Educación. 36 años de un gobierno, de un solo partido político, claro... te encuentras muchas inercias de una Administración continuista, con criterios preestablecidos. Lo que nos han pedido desde la Consejería es que abramos las puertas y las ventanas para escuchar a la gente en esta primera fase, hasta junio. Escuchar a todos los colectivos. Y además les hemos pedido que nos hablen con descaro. No hay nada prohibido. Había colectivos que decían ‘esto no lo pedimos porque siempre nos han dicho que no’. Pues ahora puedes ir, argumentándolo, explicándolo... Medidas como dar otra función a la Inspección... una serie de medidas impensables hasta ahora por la estructura que había y determinados criterios muy etiquetados... Incluso alguien me decía ‘eso es ilegal, no se puede hacer’... pues ha habido cosas que las hemos hecho muy rápido. El consejero viene del mundo privado y nos ha dicho que todo lo que veamos con sentido común es bienvenido.
–Fue muy sonado lo anunciado por Sanidad con las listas de espera. ¿Se han encontrado con algo similar?
–La sorpresa ha sido sobre todo en materia presupuestaria. No había presupuestos, y eso es un gran problema en Educación, ya que está en movimiento de forma permanente. El primer trabajo de esta Administración es hacer lo que todo el mundo dice que es imposible: que si unos presupuestos tardan en tramitarse seis meses, lo vamos a intentar hacer en tres. El objetivo es tener los presupuestos en junio o julio, pero con un hándicap. Tenemos el lastre de las deudas millonarias que nos estamos encontrando, de las facturas impagadas, los compromisos pendientes... eso va a lastrar mucho los presupuestos de 2019.
–¿En qué afecta esto a Educación en Granada?
–Estamos teniendo problemas en la cobertura de sustituciones y vacantes en personal no docente. Eso es un déficit...
–Eso es por la tasa de reposición...
–No, no, no, no. La tasa de reposición afecta a la convocatoria de empleo público. Ya esa tasa puede ser superior al 100%. Lo que nos hemos encontrado es que si un ordenanza se pone enfermo no hay presupuesto para sustituirle. En los presupuestos de 2018 que hemos tenido que llevar a 2019 no incorporaba la posibilidad de incorporar más personal o de cubrir una baja... Tenemos guarderías que nos hemos encontrado viviendo en cuadro. ¿Qué podemos hacer? No podemos hacer nada. Nos hemos encontrado un presupuestario deficitario.Si vemos la deuda de los cuatrocientos y pico millones de Igualdad y lo de otros entes... nos hemos encontrado una situación... En Igualdad, en el último cuatrimestre del año pasado se cuadruplicaron las resoluciones en la provincia de Granada.Eso es una barbaridad. Si no tiene presupuesto para 2019, usted no puede incrementar lo que tiene presupuestado en 2018. Ya en septiembre sabíamos que no había presupuestos. Esas resoluciones son de ayudas que se deben prestar. Si no hay presupuestos, ahí hay un agujero...
–¿Tiene los datos de ese agujero en Granada?
–Se van a dar a conocer próximamente. Ya le anticipo que nos vamos a sorprender. Hay una ley sin asignación presupuestaria. No se puede dar lo que no se tiene. De ahí vienen las listas de espera en Dependencia, que en Granada estamos en tres años. Es una barbaridad que los gestores anteriores tendrán que ver qué hicieron.Hay residencias que van a tener problemas para subsistir.
–En Educación, ¿esta situación puede afectar a las infraestructuras previstas en la provincia?
–Nos hemos encontrado con muchos anuncios electorales y no hay dinero. Nos hemos ido a la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE) y...
–¿En Granada?
–Estamos haciendo un diagnóstico.Parece que en Vegas del Genil no había nada, sólo titulares de prensa, no había asignación presupuestaria. Así se hicieron muchos anuncios, el plan de retirada de las caracolas... ¿dónde está el dinero para eso? La lista de centros con necesidades es enorme. Nos hemos encontrado con un transformador dentro de un colegio. Eso es lo que nos hemos encontrado. También nos hemos encontrado con que el criterio técnico ha sido muy poco tenido en cuenta en el gasto y ha sido más el criterio político, que si el alcalde... hay una descompensación. En una localidad las infraestructuras están muy bien y al lado...
–¿Me puede poner un ejemplo?
–Bueno, no quiero ahora...
–Es grave lo que me cuenta...
–Es llamativo que en algunos pueblo haya unas caracolas tanto tiempo y en el de al lado estamos haciendo insitutos. Ocurre en el Área Metropolitana.Creemos que es más importante quitar las caracolas... o hacer las dos cosas. Pero lo que no se puede es poner un instituto donde la oferta escolar estaba garantizada, y en el pueblo de al lado hay caracolas. No digo que no haya que hacer un instituto ahí, pero si se hace también hay que quitar las caracolas. Y nos las hemos encontrado. Es una realidad.
–El plan de retirada de amianto en centros educativos ¿sigue en marcha?
–Ese plan se estaba respetando. ¿Nos gustaría incrementar el programa de retirada? Pues sí. Todo es cuestión de los presupuestos.
–Recientemente el consejero de Educación y Deporte manifestó su intención de facilitar la entrada de empresas locales en los comedores escolares. ¿A cuántos centros podría beneficiar en Granada esta medida?
–La anterior Administración tomó dos decisiones. Había centros con cocina propia. Decidió declararlos a extinguir. Cuando construye nuevos centros, en ninguno se previeron cocinas. Nos hemos encontrado comedores con falta de personal o personal muy mayor. Continúan una veintena, y todos en una situación complicada. El sentir mayoritario es que estos comedores son mejores que en aquellos en los que se sirve comida enlatada que viene de Alemania, que es el modelo que tenemos ahora. Lo que hizo la Administración fue algo que creemos populista, comida para tapar a todos. Se hacen grandes lotes con el objetivo de tener la comida muy barata.Ya está.A pesar de la supuesta calidad del sistema te hablan de sorpresas en la comida y los comedores... el sabor... comida que viene, ya digo, de Alemania. Eso es lo que nos hemos encontrado. Busque dónde están las cocinas en los nuevos centros. Lo que hemos hecho es cambiar los pliegos de condiciones. Se hacían grandes lotes, 500 comedores por zona, otros 500 en otra zona... ¿qué AMPA o empresa local puede entrar en uno de esos lotes? Nosotros lo que proponemos son lotes locales para que las empresas pequeñas puedan participar. Eso se va a hacer.
–De ahí a licitar centros con cocina propia...
–Lo importante es mejorar la calidad de la comida. Ese debate de las cocinas es posterior. Este modelo a lo mejor incrementa el precio. Habrá que sopesar y tendremos que asumirlo, porque es más calidad y un valor añadido. Creo que podría haber un incremento. Para eso están las becas. No todo es llegar a todo el mundo con precios muy baratos. Nuestro consejero lo tiene clarísimo. Esos contratos no los podemos denunciar ahora. Las empresas tienen grandes bufetes de abogados. Tenemos que hacerlo poco a poco. Hay que ser sensatos. Estamos redactando esos pliegos de condiciones en los que las multinacionales lo van a tener más difícil. Antes lo tenían facilísimo.
–En cuanto a los llamamientos para cubrir bajas, también ha habido cambios...
–Era una reivindicación que la anterior Administración no había abordado. Nos ha tocado iniciar ese proceso teniendo en cuenta el proceso, el conocido como Sipri [Sistema de Provisión de Vacantes]. Lo primero es que se gana en transparencia. Hasta ahora eran llamadas telefónicas... si no se le localizaba se le mandaba un telegrama... a Valladolid... si no respondía se le mandaba un segundo telegrama... a Valladolid... si no contestaba se le mandaba otro a León... si no contestaba, otro telegrama a Barcelona... y nos tirábamos un mes sin cubrir una vacante. Y la transparencia.El modelo es transparencia total. Todos los que estén en las bolsas tienen que estar en activo.Dos días a la semana están convocados.Se vuelcan en un sistema informático todas las vacantes y los que están en activo ven las vacantes que hay. Todos pueden ver lo que hay.
–¿En cuántos días se ha disminuido en Granada el tiempo para cubrir una vacante?
–De un mes, ahora estamos en torno a seis días o siete días. Esto está en rodaje, pero ahí está. Todos los convocados tienen que participar. Hay total transparencia. Los destinos adjudicados son visibles. Si falta el profesor de Matemáticas no le da a cinco niños, le da a cuatro grupos... si nos vamos a Bachillerato...
–Del proceso de escolarización, ¿podría adelantar si va a haber cambios en el mapa?
–Este año nos hemos encontrado con el mapa hecho, los conciertos hechos.Todo está dentro de la normalidad. Ahora tienen la voz los padres. Quedarán luego los ajustes...
–¿Se prevé que haya cierre de unidades?
–La natalidad juega en contra. Vamos a ser realistas. Se han suprimido bastantes unidades, pero porque la natalidad ha bajado y también han cambiado los movimientos migratorios. Tenemos que valorar el dinero público.Hay que intentar agrupar para luego tener dinero para otras cuestiones que hagan falta.Este año se está estabilizando. Pero eso es hacer de Rappel... hay que esperar para ver qué hacen los padres. El 1 de abril veremos...
–Desde la pública siempre se alega que el cierre de unidades carga siempre sobre la red de centros públicos, y no tanto en los concertados...
–Había determinados centros públicos sin demanda... y la anterior Administración lo que hacía era una reorganización de la zona. Los conciertos tienen un periodo de vigencia determinado y ahí la demanda se mantenía o incluso se incrementaba. Todo estaba marcado por la demanda. Si no hubiera habido demanda, unidades de la concertada se hubieran cerrado. Estuve con la asociación de familias de centros católicos y creo recordar que en los últimos siete u ocho años sólo habían perdido cuatro unidades, pero tampoco había habido incremento. Si ofertas 50 plazas y sólo hay 7 solicitudes... ante eso lo primero es escuchar a los padres y tomar medidas. Nosotros queremos huir de la guerra pública-concertada. Queremos mejorar nuestro sistema sostenido con fondos públicos. Lo que queremos es preguntar a los padres por qué no quiere que vaya su hijo a determinados centros o zonas y qué vamos a hacer. Lo que queremos es mejorar. En esa fase estamos ahora. Nuestro consejero va a anunciar medidas en breve que entrarán en vigor el próximo curso. Se quiere hacer un proyecto piloto en determinadas zonas, propuestas concretas para mejorar. También hay centros concertados que tienen determinados problemas. Lo que hay no funciona. Hay centros que hagan los proyectos que hagan, pongan actividades, aula matinal... los padres no quieren ir. No quieren. Esa inercia hay que cambiarla. Vamos en colaboración con las familias.
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