Una 'guerra' abierta con Vox pone veto a Sebastián Pérez para ser alcalde

Las diferencias entre los candidatos a la Alcaldía de Granada de Vox, Onofre Miralles, y el Partido Popular, Sebastián Pérez, han estallado en plena carrera de pactos para la formación de gobierno en la ciudad. Aunque la disputa viene de lejos y se remonta a 2006, cuando ambos eran compañeros de partido, una entrevista radiofónica del líder popular ha encendido una mecha que ha terminado por dinamitar la opción de hacer alcalde a Pérez con el apoyo del bloque de derechas formado por PP, Ciudadanos y Vox.

El futuro líder del grupo de Vox en el Ayuntamiento de Granadaha avanzado una denuncia ante la Agencia Española de Protección de Datos contra el candidato del PP por sus manifestaciones públicas en referencia a Miralles durante un programa de radio. Pero ese comunicado de la formación política liderada por Santiago Abascal va más allá de una queja puntual contra el candidato del PP y viene a hacer una enmienda a la totalidad de la trayectoria política de Sebastián Pérez, lo que supone un claro veto a su persona para aspirar a la Alcaldía de la capital con el apoyo de Vox.

Durante la misma noche electoral del 26-M, cuando ya era conocido que PP (7 concejales), Cs (4) y Vox (3) podrían sumar mayoría absoluta en el Ayuntamiento de Granada, la diferencia entre los discursos de ambos líderes fue palmaria. Mientras Sebastián Pérez ya se veía alcalde y apelaba a un pacto a la andaluza, Miralles matizaba que era necesario comenzar a hablar de ideas y de "personas", en clara alusión a quién sería el candidato que su formación estaría dispuesto a apoyar para ocupar el despacho de la Mariana.

Onofre Miralles comenzó su trayectoria política muy joven en el PP, de la mano del expresidente Juan de Dios Martínez Soriano. Pero a partir de 2006 se produjo una ruptura con esta formación a raíz de un conflicto en el que tuvo que ver la esposa del ahora dirigente de Vox. La funcionaria del Ayuntamiento de Ogíjares llegó a firmar una serie de informes que ponían en cuestión la legalidad de ciertas actuaciones urbanísticas en el municipio, lo que dio lugar al final a una condena judicial para el entonces concejal del PP José Luis del Ojo.

Pero en aquel proceso la dirección provincial del partido, ya presidido por Sebastián Pérez, decidió denunciar a la funcionaria, esposa de Miralles. Aunque el asunto fue archivado, esto produjo un malestar en el político que hasta entonces había ocupado algunos cargos de confianza importantes desde su formación como letrado, como el de la Subdelegación del Gobierno con Alfonso Marín Sicilia.

Miralles asegura que en 2006 la ruptura fue total, pero Sebastián Pérez ha aireado recientemente que su salida oficial del partido no ha sido hasta este año, lo que ha llevado al representante de Vox a anunciar la denuncia contra el líder del PP, además de otras cuestiones a las que se refirió el líder el PP como que Miralles habría ocupado un cargo de confianza reciente para la alcaldesa del PP de Almuñécar, Trinidad Herrera. Esto hecho ha sido negado rotundamente por el concejal electo de Vox.

Los motivos de la denuncia e incluso la propia denuncia no dejan de ser un aspecto secundario respecto al valor que el anuncio ha tenido como elemento negativo de interpretación política de cara a un posible pacto de gobierno en un momento clave de negociaciones abiertas a varias bandas.

En los días pasados, desde la noche electoral, casi todas las miradas se han puesto en Ciudadanos y su líder Luis Salvador, como posible llave de gobierno que debería optar por el bloque de derechas o por un acuerdo con el PSOE. Pero en la primera opción ha brotado ahora otro gran escollo que era conocido pero que no había dado la cara de forma tan abierta, que es el posible veto de Vox a Sebastián Pérez como alcalde.

Aunque finalmente Ciudadanos optara por gobernar con los partidos de derechas (ya ha advertido que exigirá funciones ejecutivas como cabeza visible), es previsible que Vox, a la luz de los últimos acontecimientos, exija que Sebastián Pérez de un paso atrás y sea designado otro nombre para la Alcaldía, bien dentro del PP o en otra de las formaciones que conformarían ese posible pacto.

Aunque en las negociaciones sobre pactos que se siguen en Madrid Ciudadanos ha puesto el acento en no gobernar junto a Vox, siempre se ha dejado la puerta abierta a estudiar cada caso concreto. Y en la plaza granadina las circunstancias son muy particulares. Además de que en la opción de coalición con el PSOE se encuentra la traba de la imputación judicial de Paco Cuenca, ahora se suma esta situación de clara tensión entre los líderes de Vox y el PP.

Así las cosas, a menos de diez de días de la investidura del futuro alcalde, los dos principales candidatos a gobernar la ciudad que salieron de las urnas (Cuenca y Pérez) contarían en sus mochilas con importantes trabas para conseguir su objetivo, uno por cuestiones judiciales y el otro por el previsible veto de Vox, que es también llave de gobierno para cualquier posible pacto de derechas.