El helado perfecto: en el postre, de chocolate y que sea cremoso

Un estudio sobre hábitos de consumo revela que casi el 90% de los padres considera que este alimento aporta nutrientes a la dieta diaria de sus hijos

Una amplia gama de sabores de helados en una heladería.
Una amplia gama de sabores de helados en una heladería.

Si hay algo que caracteriza al verano es la playa, la piscina y, por supuesto, un helado fresquito entre horas. La venta de este exquisito manjar se dispara durante estas fechas, y es que el helado es el alimento estrella de todos los veranos siendo para muchos un imprescindible capaz de ganarle la partida, con diferencia, a cualquier otro tipo de postre.

Según el primer estudio de la marca Frigo sobre hábitos de consumo de helados en España, un 67% de los andaluces escogen el helado para picar frente a otros snacks como la bollería o los aperitivos salados.

De hecho, en total un 23% de los encuestados afirma disfrutar de este producto entre horas, a pesar de que el momento de mayor consumo es en el postre, bien sea tras el almuerzo o la cena.

Cuando la ola de calor azota, es mejor estar prevenido con algo bien frío entre manos. Dice el estudio que los jóvenes de entre 18 y 24 años son los mayores consumidores de helados entre horas. Concretamente un 27% los chicos y hasta un 44% las chicas. A esta horquilla de edad le siguen los consumidores de entre 35 y 45 años. En esta franja toman helado un 10% los hombres y un 14% las mujeres.

Pero no todo son parabienes para el postre veraniego por excelencia y así, los helados tienen que convivir con algunos prejuicios como que engordan, pareciendo así un producto demasiado calórico y poco sano para añadirlo a una dieta.

Esto no es del todo cierto, ya que un helado aporta menos de 300 calorías por 100 gramos aproximadamente, contando con más energía los que cuentan con una base láctea comparado con aquellos que su base es acuosa, como los polos o los sorbetes. Tanto es así que, los llamados polos no suelen superar las 100 calorías, algo que no suele ser conocido por parte de la población.

Lo cierto es que, dependiendo del tipo de helado del que se trate, podrá representar entre el 5 y 10% de la energía que el cuerpo requiere a diario, una cantidad equiparable a cualquier otro tipo de merienda, como la bollería, por ejemplo.

Su carácter refrescante hace que estos pequeños tentempiés estén a la orden del día cuando el calor aprieta. Tanto es así que el 32% de los encuestados asegura que consumen helados más de tres veces a la semana. Además, más de la mitad toma este producto al menos una o más veces por semana.

De esta forma, las tardes de aire acondicionado y ventilador se hacen más amenas compartiendo un helado con la familia. La realidad es que los padres suelen consumir helados junto a sus hijos de manera habitual. De hecho más de la mitad de la población practica esta costumbre.

La consecuencia es que un 87% de los padres considera que el helado aporta nutrientes a la dieta cotidiana de sus hijos. Generalmente, los helados son una opción más que saludable para las personas sin distinción de edad para incluirlos en la dieta mediterránea.

De hecho, debido a su alto contenido en calcio, con proteínas y numerosas vitaminas, es un alimento bastante saludable para niños, adultos, mujeres embarazadas, ancianos, enfermos o pacientes que vean afectado su estado de ánimo.

Además, para los niños bien es sabido que el helado es uno de los alimentos preferidos, al igual que de los mayores.

En esta misma línea, debido a que la lucha contra la obesidad infantil es uno de los temas de actualidad al igual que uno de los firmes compromisos de la marca heladera Frigo, todos los helados para niños desde el año pasado tienen un máximo de 110 kilocalorías por ración, un máximo de 3 gramos de grasas saturadas y un máximo de 20 gramos de azúcares añadidos por cada 100 gramos", comentó Diana Roig, responsable de Salud y Nutrición de Frigo.

Por otro lado, un hecho cuanto menos curioso es que el estudio demuestra que las mujeres son las que más se fijan en los azúcares, grasas saturadas y en las calorías de los helados a la hora de comprarlos, mientras que son las que más helados acaban consumiendo, según apunta el estudio de Frigo.

Según este mismo estudio, en cuanto al sabor que suele preferir la mayor parte de la población coinciden en el chocolate y la vainilla. De manera que, casi la mitad de los encuestados confirma que el chocolate es su sabor favorito, seguido por la vainilla, la nata, el limón y la fresa. Y tan sólo un 15% de los consumidores españoles se reparten los gustos más novedosos como el turrón, la stracciatella o la avellana.

Además, para concretar aún más el tipo de gusto de las personas al consumir helados, casi por unanimidad los encuestados prefieren los helados de crema en lugar de los de hielo.

Asimismo, los mini helados que se empezaron a fabricar desde hace algunos años debido a la tendencia mayoritaria de la operación bikini, han triunfado en el mercado. De manera que, cuando se disminuye la ración, se reducen sus calorías por ello esto resulta más atractivo para los consumidores, consumiendo así más helados. A fin de cuentas, la dieta mediterránea hay que respetarla pero sin dejar de controlarla, en función de la persona, sus necesidades y limitaciones. Así pues, el helado es saludable siempre que las personas se cuiden día a día.

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