La hora de la retirada
l Casetas desmontadas y columpios apagados. La feria llega a su fin "sin grandes problemas ni sobresaltos"
Llega la hora de la retirada. Después de siete días de fiesta el momento de hacer las maletas llegó. En una tarde deportiva por excelencia -con la final de Roland Garros y el primer partido de la selección de la Eurocopa- era de esperar que el Real estuviera más muerto que vivo.
Eran pocos los que ayer se lanzaron al albero a apurar las últimas horas festivas. En realidad, en las calles del recinto ferial de Almanjáyar más que flamencas y ganas de juerga había muchos camiones de recogida y muchas ganas de terminar la jornada laboral.
Las mesas y las sillas de anea que han aguantado a tantos comensales durante esta semana se apilaban a las puertas de la mayoría de las casetas. Los cocineros amontonaban en las barras las latas de refrescos y las botellas de cerveza y vino que no han acabado en manos de los feriantes. "Ya se ha acabado todo", decía ayer uno de los camareros con cara entre resignación y alegría. Mientras traían y llevaban bártulos comentaba que no sabía si era más duro el montaje que el momento de cierre. "Tenemos que dejar esto perfecto, limpiar y, siempre, depués de una semana viviendo aquí parece que hay más chismes".
A la espera de los datos oficiales -que se darán hoy- la mayoría de los trabajadores del ferial decían que este Corpus no ha sido malo. Y lo más importante, ha sido tranquilo, "sin grandes problemas ni sobresaltos". Especialmente, contentos se mostraban los dueños de los columpios que ayer ofrecían a los asistentes viajes a un precio más económico. En realidad, la única zona en la que había cierta vidilla era en la de los columpios. Parejas con niños pequeños y pandillas de jóvenes desafiaban al calor para darse alguna vuelta en las atracciones.
Las buenas sensaciones de cerrar la semana con resultados positivos eran compartidan por el presidente de los caseteros, Salvador López-Checa. "La verdad es que se nos queda un buen sabor de boca de esta feria". El responsable de los caseteros destaca la gran afluencia que se ha registrado durante los días grandes. "Miércoles, jueves, e incluso, viernes de Corpus hubo una afluencia masiva y el ambiente fue estupendo, algo que demuestra que el modelo de feria granadino y andaluz no se ha agotado".
López-Checa tuvo unas palabras especiales para todos aquellos jóvenes que se han embarcado este año en el montaje de alguna caseta. "Es de agradecer la implicación que han tenido y la buena respuesta que han recibido, alguna de las nuevas instalaciones ha tenido momentos de overbooking total".
En cualquier caso, y teniendo en cuenta "que la gente sigue acudiento a la feria", el portavoz de los caseteros considera que no debe cerrarse aquí el capítulo y que a lo largo del año se deberían mantener todas aquellas conversaciones necesarias para fijar el cambio del recinto. "Se ha comprobado que el modelo de feria granadino atrae a la gente y, aunque la organización ha sido perfecta, es necesario mantener el espíritu abierto y plantear nuevos cambios".
Con ese deseo en el aire, el Corpus de este año 2012 echa el cierre con todo un año por delante para dibujar el futuro más inmediato de una nueva feria en la ciudad.
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