La primera de las dos jornadas de huelga en los autobuses de Granada arranca con un 50% de servicios mínimos
El sector, al igual que hizo hace justo un mes, continúa reclamando una jubilación anticipada, aunque ahora solo secundan la marcha CCOO y CSIF
El transporte público de Granada se prepara para una doble jornada de huelga esta semana
Granada/La convocatoria de huelga en el transporte de autobuses a nivel nacional vuelve a afectar a Granada. Un mes después de la primera reivindicación para exigir la jubilación anticipada de los conductores profesionales, los trabajadores de este transporte público vuelven a movilizarse para que sus exigencias sean atendidas. Los 800 profesionales de transporte de viajeros y 600 de transporte urbano de la provincia comienzan este jueves una huelga que también se extenderá a mañana viernes, y que por el momento solo mantiene activos al 50% de los vehículos de transporte.
Se han establecido unos servicios mínimos del 50% para esta jornada de huelga en Granada, lo que ha afectado desde primera hora al normal desarrollo de la movilidad de los pasajeros durante todo el día. Las aglomeraciones en las paradas de autobuses se han repetido desde primeras horas, y los vehículos iban más llenos de lo habitual. También ha habido un incremento en el volumen del tráfico de vehículos particulares, que ha causado grandes retenciones a primeras horas del día, sobre todo en la Circunvalación. El Metro de Granada, que no está afectado por esta huelga, también ha notado una mayor afluencia de pasajeros desde primera hora.
En este caso, todo tipo de autobuses se van a ver afectados, tanto los urbanos de Rober-Alsa de la capital como los inteurbanos que conectan los municipios con Granada. El transporte discrecional, que incluye a los vehículos escolares, también se verá afectado (al contrario de lo que ocurrió en la primera jornada). También los autobuses de larga distancia que unen ciudades desde la estación de autobuses. Por ello, pueden producirse retrasos en las líneas, acumulaciones de pasajeros en las paradas y momentos de colapso en horas puntas. Desde el sector se piden disculpas a los usuarios por anticipado por las posibles molestias que las movilizaciones puedan causar en los servicios.
Esta es la segunda jornada de huelga prevista a nivel nacional en el sector de los conductores de autobuses para reclamar la jubilación anticipada mediante la aplicación de coeficientes de reducción, y que se aplique al colectivo de avanzada edad una jubilación parcial voluntaria mediante la realización de contratos de relevo. La primera se produjo hace justo un mes, el pasado 28 de octubre, y contó con un seguimiento del 95% de las plantillas en Granada según las organizaciones sindicales. El 11 de noviembre también había convocada una huelga, pero se canceló debido a los efectos de la DANA.
Si no hay acuerdo, esta huelga se mantendrá también mañana viernes 29 de noviembre, sumando la segunda jornada de movilizaciones consecutivasen el sector. Después, si las negociaciones no llegan a buen puerto, el 5 y 9 de diciembre habrá nuevos paros, haciéndose indefinidos a partir del 23 de diciembre en caso de no concretarse soluciones.
CCOO Granada ha convocado para este jueves, a las 11:00 horas, una concentración con motivo de esta huelga a las puertas de la sede de la Confederación Granadina de Empresarios. Hace justo un mes se convocó una manifestación de los trabajadores desde este mismo lugar, en la rotonda de la Circunvalación con Recogidas, hasta la Subdelegación del Gobierno, que paralizó durante dos horas la actividad en el Centro de la capital granadina.
Los sindicatos, divididos
A diferencia de lo que ocurriera el pasado 28 de octubre, en esta ocasión con los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) junto con CGT quienes mantienen la convocatoria de huelga, tras lo que han considerado como "el fracaso en las reuniones con la patronal sobre las condiciones laborales de los conductores". De forma paralela, CSIF Andalucía ha mostrado su apoyo a las acciones de protesta. Mientras, el otro gran sindicato, UGT, junto con el Sindicato Libre de Transportes (SLT) se han retirado de la convocatoria tras haber firmado con las patronales Confebús, Anetra y Atuc un compromiso para solicitar la jubilación anticipada a las administraciones una vez entre en vigor un real decreto.
Para CCOO, esta compromiso "no es suficiente", puesto que la fecha ha quedado vinculada a la aprobación de ese real decreto, previsiblemente en febrero, pero podría ser más tarde. El sindicato argumenta, además, que en el resto de sectores de transporte, como el de camiones, el compromiso fue solicitarlo en un plazo de 20 días.
"Tanto en la desconvocatoria de la huelga de transporte de mercancías por carretera, como en la de grúas autopropulsadas, se firmó con las patronales en un plazo de 20 días para llevar a cabo la solicitud conjunta, algo que en el caso del transporte de viajeros no se ha producido", han criticado. El sindicato lo ha considerado "imprescindible para que el acuerdo no quede en una declaración de intenciones, y comprometa a las partes a llevar a cabo acciones concretas en un plazo determinado".
Así, la organización sindical ha recordado que "uno de los lemas de las movilizaciones que se han llevado a cabo desde hace años" en el sector era 'coeficientes reductores, ya', a esto han lamentado que UGT y SLT han cambiado "ese ya" por "cuando el Gobierno quiera y pueda", ya que bajo juicio de CCOO "no existen garantías de que cese el bloqueo sistemático de la Administración al adelanto de la edad de jubilación". "Lamentamos este intento de desmovilización por parte de estos sindicatos sin que se hayan alcanzado los objetivos que motivaron la convocatoria", ha explicado el sindicato.
Al hilo de esto, CSIF ha recordado que "los conductores de autobuses son los encargados de trasladar a los menores a los colegios y de conducir los transportes urbanos e interurbanos día a día", por lo que "está más que justificada la petición sindical al tener este colectivo una gran participación en la vida cotidiana de la ciudadanía, debiendo garantizarse la mayor seguridad frente a la situación de peligrosidad que concurre en la prestación de los servicios".
Además, la central sindical ha subrayado que "debe reconocerse expresamente" que los trabajos que realiza este colectivo son "de naturaleza excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa o insalubre y acusa elevados índices de morbilidad o mortalidad".
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