La huelga deja a 1.500 granadinos sin hacer el examen de conducir

Los trabajadores exigen mayor seguridad en las pruebas para no recibir agresiones, reforzar las plantillas y una revisión salarial

La DGT ya ha aceptado posponer el resultado del examen de conducir para evitar posibles agresiones al funcionario.
E. Abuín · Agencias Granada

22 de octubre 2015 - 01:00

Colapso. Es el término que describe a la perfección el momento por el que pasa el sector de las autoescuelas en España. Los examinadores de tráfico están en huelga parcial desde el pasado 14 de septiembre y ayer realizaron una total, lo que ha recrudecido todavía más el conflicto entre la Dirección General de Tráfico (DGT) y sus funcionarios. La patronal está en fase de negociaciones con el comité para llegar a un acuerdo que pueda reavivar el normal funcionamiento de las pruebas prácticas para obtener el permiso de conducir, aunque por el momento no hay nada cerrado. Así, la situación refleja que en la provincia de Granada hay actualmente más de 1.500 exámenes aplazados desde el pasado mes de junio, pues a las consecuencias de la huelga hay que sumar el retraso que se produce durante el verano por las vacaciones de los examinadores.

En Granada, la huelga está teniendo un seguimiento medio superior al 70% de entre los 24 examinadores de tráfico que hay en la provincia según las estimaciones de la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra). Parte de estos trabajadores se manifestó ayer en la capital en una protesta convocada por los sindicatos del CSIF y CGT, e incluso algunos se trasladaron a la convocatoria general en Madrid donde se leyó un manifiesto delante de la sede nacional de la DGT exponiendo las razones de unas reivindicaciones que comenzaron el 14 de septiembre realizando paros de tres horas al día en su jornada laboral.

El objetivo de los examinadores es que el organismo apruebe sus peticiones sobre condiciones laborales y de seguridad. Según señalaron los examinadores, la protesta ha provocado la suspensión de más de 60.000 exámenes en toda España y está teniendo un seguimiento de alrededor del 70%, mientras que la DGT señala que es de un 28%. En concreto, los trabajadores reclaman mayor seguridad, alegando que reciben amenazas y agresiones por parte de alumnos que no superan la prueba, además de un refuerzo de las plantillas mermadas por los recortes, mejores condiciones de trabajo y una revisión salarial.

La semana pasada ya hubo un primer acercamiento entre los representantes del comité sindical y la DGT, aunque no se llegó a un acuerdo total. En dicha reunión, Tráfico solamente aceptó que los examinadores no tengan que dar la resolución de la prueba in situ, señalando que puede quedar en una decisión personal del funcionario. Sin embargo, el colectivo consideró "insuficiente" y "poco concreta" esta propuesta ya que, a su juicio, provocaría la existencia de dos tipos de examinadores y podría crear problemas. Además, exigieron que la norma sea generalizada para todos los empleados del sector.

El coordinador nacional de Tráfico del CSIF, Manuel Santiago, afirmó que van a mantener los paros parciales hasta al menos el lunes, cuando han sido citados por la DGT para negociar. Santiago espera que se "mueva ficha" y confía en que el lunes sea la negociación definitiva para poder desconvocar los paros, porque se está "más cerca del acuerdo que lejos". Además, consideró un "avance sustancial" la propuesta de la DGT para retrasar la comunicación al alumno del resultado de su examen y que se entregue al profesor de la autoescuela, pero los sindicatos convocantes quieren que se defina aún más, además de que se rebaje la carga de trabajo y se reduzca de 13 a 12 la media de exámenes diarios que realizan, que se potencien las plantillas y que se ajusten las retribuciones que perciben por la penosidad de su puesto.

El secretario general de la DGT, Cristóbal Cremades, recordó que Tráfico quiere adoptar medidas organizativas para que la carga de trabajo disminuya progresivamente y se rebaje el número de exámenes en épocas de baja demanda. Asimismo, subrayó la voluntad de aumentar las plantillas, pese a que según fuentes de la DGT el colectivo ha sido uno de los más beneficiados durante la crisis en las tasas de reposición de las plantillas, y pidió a los examinadores que, por responsabilidad, desconvoquen la huelga para no hacer daño a alumnos y autoescuelas. Por su parte, la directora general de la DGT, María Seguí, mostró "toda la disposición del mundo" para resolver el conflicto cuanto antes.

Las autoescuelas están "desesesperadas" según explicó el presidente de la asociación provincial de autoescuelas, José Blas Valero, quien explicó que este conflicto se suma "a un grave problema de precios". Valero consideró que "la huelga está haciendo mucho daño a a las autoescuelas y no a la patronal porque somos microempresas que dependemos de ese servicio del examen". En este sentido, el presidente granadino y andaluz de las autoescuelas exigió responsabilidad para que se desconvoque una huelga que afecta a un sector que ha aumentado en un 20% el número de empresas en la provincia, pese a que ha descendido un 60% el número de alumnos.

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