La industria de Granada recupera el pulso tras el gran apagón: trabajo a la luz solar y mucho helado perdido

Los polígonos industriales de la capital y la provincia redujeron su volumen de trabajo, aunque algunas empresas pudieron seguir operando

Accidentes de tráfico y rescate en ascensores: balance de un apagón histórico en Granada

Un empleado del obrador de Heladerías La Rosa preparando una gran tarrina
Un empleado del obrador de Heladerías La Rosa preparando una gran tarrina / JOSE VELASCO / GPMEDIA

Granada/El gran apagón también afectó de lleno ayer a la industria de Granada. Fabricas, almacenes y lineas de producción se pararon súbitamente a las 12:30 horas debido al corte en el suministro, dejando una estampa de naves industriales cerradas y pérdida de un día de trabajo similar a la de los peores momentos de la pandemia. Quienes no dependian tanto de la maquinaria pudieron aguantar mientras la luz del sol les dejaba trabajar, mientras que otros que estaban obligados a estar enchufados a la red se vieron abocados a un cierre del que les va a costar recuperarse.

Una de las industrias que más lo sufrió fue la heladera. Desde primera hora de este martes, en el obrador de Heladerías La Rosa, que se encarga de fabricar el producto y abastecer de género a todas las tiendas que tienen repartidas por la capital y el Área Metropolitana, se hacía recuento de daños en la nave del Polígono El Florio, y se tiraba todo el producto en mal estado tras horas sin frío en las cámaras frigoríficas.

Esther Martí, administrativa del obrador, bromeaba asegurando que "menos el barquillo y las tarrinas, todo se ha echado a perder". "Aquí en la fabrica todas las máquinas se pararon en seco, y mucho producto se ha puesto malo. Sin el frío de las máquinas no podemos hacer nada aquí. Y en las tiendas ha pasado igual, todo el helado, las tartas... no se puede recuperar nada".

Las máquinas trabajaban a destajo, y los operarios no paraban de sacar grandes tarrinas de producto de las mezcladoras para pasarlo a las cámaras de frío, que ya habían recuperado su normalidad. "Ayer estuvimos hasta las 15:30 horas más o menos limpiando y organizando con la luz del sol, hasta que no se pudo hacer más y nos fuimos a casa. Desde esta mañana ya estamos produciendo a tope, porque además ahora vienen las Cruces y necesitamos mucho género", relataba la gerente.

Una empleada de Heladerías La Rosa mezcla varios ingredientes
Una empleada de Heladerías La Rosa mezcla varios ingredientes / JOSE VELASCO / GPMEDIA

Pese a tener que tirar mucho helado, hubo muchas tiendas de La Rosa que ayer vendieron mucho producto, pese a estar a oscuras. En la capital, concretamente en el local de Carrera de la Virgen, había incluso colas de gente que había salido a la calle tras el apagón y se fueron a por helados como forma de pasar el rato.

"Cuando llegamos vimos a los dependientes que servían con las linternas de los móviles, y la gente que pasaba la tarde como si fuera un domingo, familias completas disfrutando de su helado y como si no pasara nada. Con efectivo se vendió hasta que a las 9 de la noche que cerramos", relata Martí.

Mientras la gente se paseaba, José Antonio del Hoyo, responsable de operaciones de la empresa Vitro Master Diagnóstica, buscaba por las gasolineras la forma de poder comprar algo de combustible para su generador de electricidad, que arrancó cuando se fue la luz. En su empresa, ubicada en el PTS y dedicada a la producción de reactivos para diagnóstico in vitro de enfermedades, gracias a este grupo electrógeno se salvaron todos los productos en las cámaras. No pudo comprar gasoil, pero por suerte se libraron por muy poco de perder miles de euros.

José Antonio del Hoyo y Joaquin Carrasco a las puertas de Vitro Master Diagnóstica
José Antonio del Hoyo y Joaquin Carrasco a las puertas de Vitro Master Diagnóstica / JOSE VELASCO / GPMEDIA

"Cuando nos dimos cuenta de esto podía ir para largo, reducimos al máximo el uso. Se pidió a quien no fuera imprescindible que se fuera para no tener mucho consumo y que los frigorífico que conservan las materias y productos terminados se mantuvieran. Gracias a Dios no pasó nada, porque están valorados en mucho dinero, y hubiera sido una pérdida enorme", relatan tanto Del Hoyo como Joaquin Carrasco, de servicio al cliente de la empresa.

El 'milagro del PTS' se consumó porque esta empresa aguantó las casi 17 horas de apagón con el 30% del tanque del generador lleno cuando la luz se marchó. Sobre las 4:30 volvió la electricidad, y todo volvió a la normalidad. "Cuando hemos llegado esta mañana y hemos visto que estaba todo en orden, nos hemos aliviado mucho. Con apenas unos 60 litros hemos pasado el apagón, y ya hoy si hemos conseguido más gasoil por si acaso", concluían.

Un trabajo a la antigua

De vuelta al polígono El Florío, hubo otras empresas que no dependían tanto de la electricidad, y pudieron trabajar con más normalidad hasta que llegó su hora de cierre o hasta que se les acabó la luz solar. En el caso del taller Mulhacen Car Service, se quedaron sin elevadores, sin herramientas neumáticas, sin aire a presión o sin la cabina de pintado, pero pudieron trabajar más "como antiguamente", a mano y aprovechando para reparar lo que se podía sin corriente, como ha explicado uno de sus mecánicos, Jesús Pérez, a este periódico.

Mecánicos de Mulhacén Car Service reparan a mano una pieza
Mecánicos de Mulhacén Car Service reparan a mano una pieza / JOSE VELASCO / GPMEDIA

"Nos pusimos a reparar a mano con las herramientas manuales, lijamos a mano carrocería... hicimos todo lo que se podía sin ayuda de la electricidad, y acabamos terminando el trabajo a las 14:30 horas, cuando ya vimos que la cosa iba para largo. Hoy a las 07:00 horas hemos vuelto y ya estaba todo funcionando perfectamente. Nos ha retrasado un poco, pero nada más", ha valorado.

Ocurrió lo mismo en la empresa BC3 Cocinas, dedicada a la construcción y montaje de muebles. Mónica Ballesteros, administrativa de la nave, ha comentado que, una vez se fue la luz, "los operarios de maquinaria se pusieron a terminar otras cosas", y los de bancos de trabajo con herramientas manuales pudieron operar como siempre. Una reorganización que duró hasta que la luz del sol ya no les permitía ver más.

"Hasta que se fue la luz del sol a eso de las 21:30 horas pudimos estar trabajando, y hoy a las 06:00 horas que hemos empezado ya había normalidad. La verdad que no nos ha retrasado mucho porque nuestro tabajo al final es muy manual. Sólo dependes de las sierras para cortar, pero incluso hasta eso lo puedes hacer a mano, aunque sea más laborioso", ha comentado Ballesteros.

Un empleado de BC3 Cocinas usa pegamento para unir madera
Un empleado de BC3 Cocinas usa pegamento para unir madera / JOSE VELASCO / GPMEDIA

La logística fue lo que menos afectación tuvo en la jornada de ayer. Empresas dedicadas a recibir producto finalizado y repartirlo apenas sufrieron el apagón. Así ocurrió en Mersa, dedicada al sector de los productos de limpieza, que operó con normalidad hasta las 15:00 horas, y hoy han vuelto como si nada hubiera pasado.

Manuel Sánchez, su gerente, ha asegurado que aprovecharon el apagón para "hacer lo que no suele haber tiempo de hacer". "En las oficinas se ordenaron papeles y se hizo limpieza, el almacén también se organizó y se tiraron cosas que ya no nos servían, y con las transpaletas manuales y a batería pudimos trabajar sin problemas", ha concluido.

stats