Los institutos concertados de Granada dan más clases presenciales que los públicos

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Un 36,8% de los públicos da clase cien por cien presencial, mientras que esta tasa se eleva al 73,3% entre los concertados y privados

Los institutos concertados de Granada dan más clases presenciales que los públicos.
Los institutos concertados de Granada dan más clases presenciales que los públicos. / Photographerssports

Los centros concertados de la provincia de Granada han apostado por la presencialidad en mayor proporción que los públicos. El pasado 3 de septiembre, a las puertas de este inédito curso escolar, la Consejería de Educación y Deporte permitió a los institutos ofrecer clases online a partir de tercero de ESO y en los dos cursos de Bachillerato para facilitar la adaptación de los centros al escenario de pandemia. Los datos granadinos facilitados por la propia Consejería a través del Portal de Transparencia indican que los públicos optaron mayoritariamente por la docencia telemática, mientras que en la red de concertados y privados se prefirió mantener la presencialidad de las clases.

Según la información facilitada por Educación y Deporte, el 63,2% de los centros públicos de Granada que imparten ESO han optado por uno de los tres modelos de docencia online, mientras que el resto (un 36,8%) eligió mantener las clases presenciales. “En los concertados y privados, los porcentajes son de un 26,7% con modelo flexible frente a un 73,3% sin ninguna adaptación”, desglosa la respuesta de la Consejería.

En el Colegio Salesiano San Juan Bosco de Granada, su director, José Manuel Olivencia, destaca que se apostó por una asistencia completa con la opción de revisar la decisión semana a semana. “Pero nos dimos cuenta de que funcionaba bien” y que, pese a registrar casos entre el alumnado, el centro no era un lugar de transmisión del virus. Con esa primera experiencia “decidimos seguir con la presencialidad”, medida que han mantenido y que defienden como positiva.

El inicio de las clases vino de la mano de la reorganización de espacios para mantener, dentro de lo posible, la distancia social, uno de los grandes problemas a los que se han enfrentado la mayoría de los centros educativos de Granada. Así, en Salesianos se decidió buscar aulas alternativas más espaciosas para los grupos más grandes, como son los de Bachillerato, donde la ratio es más elevada.

Un factor de peso en la decisión fue la experiencia del curso anterior. Según Olivencia, “nos dimos cuenta en el tercer trimestre” del curso pasado de que la docencia online propició que hubiera dificultades académicas. “El grupo que funciona bien, funciona bien online y presencial, pero al que no, la no presencialidad le perjudica”, razona el director, que esgrime que la modalidad online “podía implicar que algunos se nos fueran desconectando y el rendimiento bajara”.

Fue un motivo de peso, que se abordó, según recuerda Olivencia, en claustro y consejo escolar a la hora de decidir cómo desarrollar las clases. “En claustro nos encontramos con que los profesores de más edad eran más favorables a la presencialidad”, destaca el director de Salesianos, que también reconoce que hubo reservas sobre volver a las clases presenciales, dudas que “con el tiempo se fueron diluyendo”.

En el Santo Tomás de Villanueva Agustinos también se optó por la asistencia al cien por cien en el segundo ciclo de ESO y Bachillerato. “Veníamos de una pandemia y nos dimos cuenta de que el alumnado no estaba bien”, señala el director pedagógico del centro, José Antonio Martín-Lagos Martínez. En tercero y cuarto de ESO y Bachillerato “los alumnos requerían de atención” y “entendimos que era mejor” regresar a las aulas. El centro ha registrado positivos y ha tenido aulas confinadas por casos, y en esos momentos sí se ha proseguido con la rutina académica de forma telemática. “En el momento en el que uno falta, la clase se emite en directo”, señala el director pedagógico de Agustinos.

“Como todos” en este centro educativo también han tenido problemas de espacio, que se han paliado en la medida de sus posibilidades al destinar como aulas espacios como laboratorios o el salón de actos.

A primeros de septiembre se presentó el protocolo anticovid y el planteamiento del año académico a las familias del centro, se resolvieron las dudas que se formularon y, ahora, con el curso a medias, Martín-Lagos defiende que hay una “satisfacción” con cómo se han desarrollado estos meses en el centro, que cuenta con 1.200 alumnos de los que 360 están en tercero y cuarto de ESO y primero y segundo de Bachillerato.

“Lo más importante es lo emocional”, destaca el director, que es también tutor de segundo de Bachillerato. Destaca esta atención incluso por encima de los académico y pese a que la socialización en el centro está limitada a las relaciones dentro del mismo grupo, por los protocolos sanitarios.

No todos los concertados han optado por la presencialidad plena. Según Educación, un 26,7% de los centros privados y privados sostenidos con fondos públicos sí se ha acogido a la opción de la docencia a distancia. Es el caso del Inmaculada Niña, en Granada capital. Tomás Pardo, coordinador TIC del centro, explica que se decidió establecer docencia sincrónica a partir de cuarto de ESO, aunque la norma permite establecer la enseñanza virtual desde tercero. A nivel técnico, la cuestión no ha supuesto ningún problema. La valoración, según Pardo, es “positiva” –aunque reconoce que no es la situación “ideal”– y la participación en las clases es del “cien por cien” cuando el alumnado está en casa.

“A nivel de espacio era inviable mantener la distancia” social que requería Salud, por lo que se optó por esta solución durante las clases. Los exámenes sí se mantienen de forma presencial, lo que supone un reto en el que están implicados “profesorado y alumnado, que ha demostrado tener una madurez tremenda”. A pesar de ser conscientes de que esta situación no es perfecta, desde el centro “creemos que también es una forma de que se preparen” para el teletrabajo.

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