Investigadores de Granada participan en el descubrimiento en Gibraltar de una estructura compleja creada por neandertales
Se sabía que utilizaban pez de abedul para sus piezas líticas, pero no cómo procesaban este material
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Los neandertales también producían brea de forma controlada. Es el singular hallazgo logrado por un equipo internacional de investigadores entre los que hay científicos de la Universidad de Granada y del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC UGR) ubicado en Armilla.
"Todas las culturas, por muy primitivas que sean, han usado pegamentos, resinas y breas obtenidas de distintas plantas debido a sus propiedades mecánicas o medicinales, y los neandertales no eran una excepción", indica la Universidad de Sevilla en un comunicado en el que se hace eco de este logro.
Los investigadores, entre los que se encuentran personal del Departamento de Estratigrafía y Paleontología de la UGR, han avanzado en el conocimiento de cómo los neandertales trabajaban ese material. Se sabía que utilizaban de forma común la brea o pez de abedul como adhesivo para enmangar piezas líticas e incluso como masticables, posiblemente medicinales. Sin embargo, no se sabía cómo podían obtener esta brea.
Los trabajos teóricos distinguían dos métodos: uno simple y poco productivo, por combustión al aire libre de las cortezas de abedul, y otro más complejo que requiere el calentamiento anóxico de los trozos de abedul. Es decir, mediante trozos de madera enterrados que se calentaban con un fuego para que exuden la resina y no puedan arder al quedar aislados del oxígeno. Si utilizaban un método u otro tiene además grandes implicaciones sobre su capacidad cognitiva, porque el más complejo requiere de un importante grado de organización y práctica, resume el comunicado.
Un estudio científico, en el que participa la Universidad de Granada, describe una estructura, un hoyo, que podría haber sido utilizada para el calentamiento anóxico de la madera. "Sólo a través de multitud de análisis y de la colaboración de un equipo multidisciplinar se ha conseguido demostrar su uso como cámara de calentamiento anóxica", se indica en el comunicado.
El descubrimiento se ha producido en la Cueva de Vanguard (Gibraltar, Reino Unido), que forma parte del Complejo de las Cuevas Gorham´s, reconocidas como Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco desde el año 2016.
Para llegar a la conclusión de que esa estructura sólo la pudieran hacer neandertales de hace unos 60.000 años, han colaborado trabajando conjuntamente 31 investigadores de más de cinco países, especialistas en 15 disciplinas distintas. Entre sus ramas de conocimiento se encuentran la paleobónatica, la arqueología, la icnólogía, la geoquímica y la mineralogía. Entre ellos están Antonio García Alix, Francisco J. Jiménez Espejo, Gonzalo Jiménez Moreno, Jon Camuera y Francisca Martínez Ruiz, todos ellos de la UGR o del IACT con sede en Armilla.
Pensamiento
El director de la excavación Clive Finlayson detalla: “los neandertales tuvieron que pasar por una serie de procesos de pensamiento, elegir qué plantas seleccionar y descubrir cómo extraer resina sin quemarlas”.
Para demostrar que la estructura creada por los neandertales es viable se han desarrollado metodologías e incluso se ha completado un ejercicio de arqueología experimental.
Por los indicios geoquímicos y de polen fósil obtenidos se ha interpretado que la resina se obtenía a partir de jaras pringosas (cistus ladanifer) en lugar de abedul, un árbol más raro en latitudes mediterráneas de la época. Es conocido, que hasta el pasado siglo XX, de las jaras se obtenía aceite de ládano para ser usado como perfume, jarabe para la tos o como antiséptico con un método muy similar al descrito en el estudio.
Este proyecto, liderado por el Museo de Gibraltar, la Universidad de Murcia y el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC) y en el que participa la UGR establece un precedente en la comprensión de la capacidad tecnológica y organizativa de los neandertales, abriendo nuevas oportunidades para identificar y analizar estructuras similares en otros yacimientos, indica la nota difundida sobre el hallazgo.
Plumas negras
En 2012, el equipo de Finlayson encontró una extraña marca similar a un hashtag en un trozo de piedra caliza, interpretada por algunos expertos como un signo de arte primitivo. Recogían plumas, pero sólo negras, de una amplia variedad de aves, posiblemente con fines estéticos o ceremoniales.
“Utilizaban plantas medicinales, enterraban a sus muertos, fabricaban joyas y herramientas especializadas, así como ocre y otros pigmentos, tal vez para pintarse la cara o el cuerpo. Su anatomía traqueal sugiere que eran capaces de hablar y probablemente tenían voces agudas y roncas”, detalla Muñiz.
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