Jesús Quero: "Granada ha cambiado muy poco desde 1995 para bien y para mal"

Granada/Jesús Quero iba a ser el alcalde de los Mundiales de esquí. Con permiso de José Morales, el de Monachil, que para algo Pradollano está en su jurisdicción municipal. Pero Quero regentaba la capital que se preparó para el aluvión de turistas y de representantes institucionales y, sobre todo, deportivos, para que 1995 que iba ser mágico para Granada. El aplazamiento de la cita y las elecciones municipales de mayo de aquel año, en la que el PP de Díaz Berbel se alzó con el triunfo, le dejaron con "la gran frustración" de no poder celebrar los Campeonatos en su fecha. Recuerda aún cómo empezó aquel año, con frío y una lluvia torrencial durante la primera etapa del rally Granada-Dakar (uno de los eventos vinculados a los Mundiales), y una llamada fatídica aquella misma mañana del 1 de enero desde Sierra Nevada: "'Está diluviando', me dijeron. ¿Pero cómo? 'Sí, hay una inversión térmica y tenemos como 5-6 grados más que en Granada'. Creíamos que iba a caer un nevazo pero no, aquello rompió todas las esperanzas". De nada le sirvieron a Quero la oleada de inauguraciones de obras en la ciudad y de mejoras que en el último lustro habían modernizado Granada. La ola en todo el país hablaba de cambio. Eran los albores de la caída del Felipismo.

Aun así, Jesús Quero fue el alcalde que preparó a la ciudad para los Mundiales, recogiendo en 1991 el testigo de otro socialista, Antonio Jara, quien se trajo los Campeonatos desde Montreux en 1986. El dirigente dice que aún reconoce "perfectamente" en la Granada actual aquella que se transformó para el 95. "Granada ha cambiado poco desde 1995 para bien y para mal", afirma el que fuera regidor de una ciudad que lamenta que "persisten algunos de los problemas que teníamos en aquella época e incluso se han agravado". En este último punto, Quero apunta al crecimiento del Cinturón metropolitano en población y que hacen que cuestiones como "la movilidad", ya sea para "comprar, ir al médico o divertirse sean muy complejas".

Otro problema que se mantiene respecto a 1995 son las infraestructuras, según Quero, aunque salva las carreteras: "Disponemos de las dos autovías básicas que vertebran nuestra provincia, la A-44 y la A-92, y en el 95 no estaba completa la A-92 y en la Bailén-Motril únicamente estaba realizado el tramo Granada-Jaén". Pero en materia ferroviaria, aunque "tenemos AVE, pero es lento". Tampoco el Aeropuerto está mucho mejor que hace tres décedas y lo admite Quero, que dice "ha avanzado poco en la oferta de servicios de conexión con otras otras ciudades de España y, por supuesto, de fuera de España".

Aun así, Granada cambió. ¿La mayor transformación de la historia de la ciudad? "Está feo que yo lo diga, pero sinceramente creo que sí, aunque no me corresponde a mí decirlo". "Bastaría repasar un poco de qué fecha datan los grandes equipamientos y las grandes infraestructuras de la ciudad", incide Quero. Menciona la Ronda Sur, la cual cree que "hoy ya está colapsada y que ya requiere algún tipo de remodelación", o el "nuevo acceso a la Alhambra". "Los túneles del Serrallo se ejecutaron en el año 94, la estación de autobuses se terminó en el 94 también", y apunta a que la reforma de teatro Isabel la Católica "no se terminó, pero se inició en aquellos años". También que el Palacio de Congresos "se inauguró en el 92" o el estadio Nuevo Los Cármenes en el año 95, y del que recuerda que fue un "empeño personal" suyo y que se hizo en "tiempo récord". "Hubo un compendio de obras, de realización de infraestructuras y equipamientos que dieron como consecuencia una ciudad que, básicamente, sigue siendo la misma hoy día".

Enumera también obras como la primera fase del Parque de las Ciencias y no se centra en ninguna en particular, aunque resalta que "para el desarrollo económico de la ciudad", la más importante fue el Palacio de Congresos. "En aquel momento había una orientación estratégica muy importante del Ayuntamiento dirigida al turismo y posiblemente ahí se sentaron las bases del éxito turístico que hoy tiene Granada", afirma Quero, que fija como cambio de paradigma en la ciudad esa instalación. Desde aquel momento, sumado a los Mundiales, recuerda que "antes del 92, en Granada, no había ni una sola cama hotelera de cinco estrellas, y las de cuatro estaban limitadas a cuatro hoteles. Hoy, de memoria, quiero recordar que debe rozar la decena de hoteles de cinco estrellas y una treintena de los de cuatro". Y el Palacio de Congresos fue la bandera para "atraer" a ese "turismo de calidad".

Otra infraestructura que destaca Quero para aquel cambio de la ciudad fue el Parque de las Ciencias, para "atraer a un turismo escolar infantil", y menciona "la cantidad de autobuses que hay estacionados en las inmediaciones del Parque con niños que han venido a visitarlo". También cita el auditorio de La Chumbera, que "pretendía era poner en valor el Sacromonte como espacio turístico de la ciudad", y que en el 94 "se consiguió la declaración del Albaicín como Patrimonio de la Humanidad". Resalta también la construcción del Parque Federico García Lorca y del Parque Almunia, que fueron "precursores" de otros como el Tico Medina o Las Alquerías, muy posterior, y que dieron a Granada "nuevas zonas verdes" ya que la única en aquel momento "era el Paseo del Salón".

Tampoco cree que hubiera fiascos como el polémico hormigonado del río Genil, ahora que se pide su renaturalización desde posturas medioambientalistas. Pero Jesús Quero dice seguir "defendiéndolo": "Lo que se hizo fue que el río tuviera agua, y si el río tiene agua, lo que hay es que mantener las condiciones de limpieza y de salubridad". Pero ahí lo que lamenta es la falta de mantenimiento, que lo han convertido "en una piscina sucia y con mosquitos". Y justifica aquella obra frente a la renaturalización con que al viajar a otras ciudades ve cómo "los ríos que pasan por el centro están encauzados".