El joven condenado por participar en un piquete, en libertad tras 9 días entre rejas
La Audiencia suspende la ejecución de la pena de Carlos Cano, acusado de un delito contra el derecho de los trabajadores en la huelga general de 2012, y abandona la cárcel de Albolote
"Me siento decepcionado con la Justicia desde hace tiempo, creo que yo y todos los que me han apoyado; la gente es bastante consciente de que vivimos un momento en el que brilla por su ausencia". Esas fueron algunas de las primeras palabras de Carlos Cano después de que la Audiencia de Granada suspendiese ayer la ejecución de su pena de tres años y un día de prisión. Estaba acusado de un presunto delito contra el derecho de los trabajadores tras su participación en un piquete informativo de una huelga general celebrada en marzo del año 2012. "Sólo me han devuelto lo que es mío. La Justicia me ha quitado la libertad, que es el principio fundamental que nos hace seres humanos, y ahora estoy donde creo que me correspondía: en la calle y libre. Entiendo que no todo el mundo lo vea así, pero yo sí opino de esta manera", insistió.
Carlos estaba interno en el centro penitenciario de Albolote, donde llevaba desde el pasado 14 de julio. Fue ese día cuando el piquetero se entregó voluntariamente cumpliendo una providencia dictada por el Juzgado de lo Penal 1 de Granada, apremiando la ejecución de la sentencia que lo condenaba. El cordobés de nacimiento, de 25 años y afincado en la capital, salió de la cárcel poco antes de las 16:00 horas. A las afueras, decenas de personas esperaban la partida del licenciado en Medicina, especialmente miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT). Algo que enorgullece a Cano: "Me he sentido muy arropado por toda la gente que ha venido a la puerta de la cárcel y por mis compañeros que, en cuanto he venido a la Plaza del Triunfo, han acudido a darme la enhorabuena y a estar conmigo".
Él mismo aseguró que había sido una "sorpresa" la presencia de tantos "conocidos": "Yo no tenía ni idea de lo que pasaba fuera y, momentos antes de salir, cuando me han dado la noticia de que me liberaban, lo he visto por la tele y me ha sentado muy bien. La cárcel está muy alejada de todo y, la verdad, es que no es fácil que nadie acceda allí; para mí ha tenido mucho valor, más, sabiendo que mi familia y mis amigos están a dos horas de camino".
El decreto de la Audiencia Provincial se produce antes de que tuviese lugar la resolución del indulto solicitado por CCOO y UGT al Ministerio de Justicia, tanto para Cano como para los dos piquetes del 15-M y otros cuatro sindicalistas condenados a penas de tres años y un día, entre los que se encuentra también Carmen Bajo. Se trata de una leonesa de 56 años que vive en Granada y trabaja como animadora sociocultural, pese a que, en la actualidad, está desempleada. A ella le fue concedido el aplazamiento de entrada en prisión hasta final de este mes.
Carlos Cano, no en vano, interpuso un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional (TC), pero todavía no ha obtenido resolución alguna. En él, reclamaba medidas cautelares de suspensión de la ejecución de su condena hasta finalizar el tramite. Igualmente, junto a Carmen Bajo, para intentar invalidar parte del proceso en el que se les condenó, presentaron un recurso de incidente de nulidad de actuaciones ante la Audiencia de Granada que, inicialmente, no fue admitido a trámite.
Cano, visiblemente feliz, admitió, incluso, desconocer las "condiciones exactas" en las que había sido puesto en libertad. "Ahora mismo no sé mucho porque no he hablado con mi abogado, espero hablar pronto con él". Asimismo, sostuvo que la primera noticia de su libertad la sospechó cuando habló con su padre en la mañana de ayer. Lo notó "más contento de lo normal" y comenzó a darle vueltas a la idea de salir de prisión. "Él me dijo que me tranquilizase, que no pensara en ello porque no sabíamos si la decisión era definitiva o si iba a tardar mucho tiempo en hacerse efectiva y he tratado de mantenerme frío. Cuando entré voluntariamente, no sabía cuándo iba a salir; lo peor que te puede pasar cuando estás ahí dentro es que tengas la esperanza de salir y después no salgas", declaró.
Su familia, a cientos de kilómetros -viven en Córdoba- se tomó la noticia con alegría, con "alivio", pero también con reservas. "Estamos felices porque hay que celebrar todas las batallas que se vencen, aunque queda camino todavía porque esto es sólo una suspensión de la condena, no le han retirado absolutamente nada", aseveró su hermano, Pedro Cano. Comunicó que no había podido ver a Carlos todavía, pero sí afirmó que había hablado con él pocos momentos después de su partida de la cárcel alboloteña.
Pedro, no obstante, no quiere hablar de "esperanzas" de que una potencial resolución del TC limpie por completo el nombre de su hermano. " No me gustaría hablar de esperanzas porque éstas se pueden frustrar; en cualquier caso, el indulto no es un reconocimiento real de que lo que se ha hecho con él está mal. El reconocimiento real sería que el Tribunal Constitucional echase para atrás las decisiones judiciales que han llevado a mi hermano a esta situación. No podemos perder el sentido crítico".
Pedro Cano, es más, no se queda sólo con lo que está pasando su hermano. Se puso en el lugar de otras familias en situaciones similares y señaló que "el marrón" de Carlos se lo podría haber "comido" otra persona que hubiese tenido la misma mala suerte. "Tenemos que trabajar para que la Ley, que está hecha para hacer justicia, se aplique bien. El nombre de mi hermano es casual, en realidad; fue de los tres últimos en salir del bar y, entonces, lo pararon a él, si llega a ser otra persona esto lo estaría viviendo otra familia... El asunto es que lo estaría viviendo alguien", dijo.
Izquierda Unida, por otro lado, dijo sentir "satisfacción" por la noticia de la excarcelación de Carlos y declaró en un comunicado que siempre han defendido que era una sentencia "injusta y desproporcionada". Asimismo, abogaron por continuar agilizando la petición de indulto. El diputado por IU en el Parlamento de Andalucía, Juan Manuel Sánchez Gordillo, en palabras a este diario, tildó de "positiva" una decisión de la Audiencia que había tenido, a su juicio, "sensibilidad". "Nadie puede ir a la cárcel por participar en un piquete informativo, espero que se les retiren todos los cargos", manifestó.
Carlos será libre, al menos, durante un tiempo. Aunque no es capaz de asegurar qué ocurrirá en el futuro, sí reconoció que espera "no volver" a la cárcel. "Mucha gente ahí dentro me ha dicho que espera que no vuelva pero, sinceramente, no quiero pensar nada. Hasta ahora mi relación con la institución pública ha sido una continua decepción y no parece que haya nada que diga que eso no va a seguir siendo así", concluyó.
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